Volubilis está situada al pie del monte Zerhun entre Rabat y Fez, a unos 33 km. al norte de Meknes (Mequinés) y a 4 km de Mulay Idris, la ciudad santa de Marruecos, en el norte de Marruecos. Es el asentamiento romano más grande del país y es considerado como el sitio que tiene las ruinas mejor conservados en este lugar del norte de África, por lo que son consideradas como Patrimonio de la Humanidad desde 1997, al considerarlo único por su pasado púnico y romano, encrucijada de varias culturas mediterráneas.
El nombre de Volubilis, de origen berebér proviene de la flor Campanularia volubilis (más conocidas como adelfas), Oualili o Walili en lengua bereber, una preciosa flor azulada – violácea.
Sus inicios se remontan a épocas de fenicios cuando fundan Volubilis por su importante localización estratégica como emplazamiento de intercambio comercial en zona bereber. Aunque la fundación oficial se atribuye a los cartagineses en el S. III a.C. originalmente con el nombre de Oulili. Perteneciendo al reino de Mauritania, es anexionada en el año 40 d.C. al Imperio romano tras ser asesinado el rey Ptolomeo por el emperador Calígula. Teniendo el estatus de municipio pasó entonces a formar parte de la provincia de Mauritania Tingitana, transformándola urbanísticamente siguiendo el modelo universal de Cardus Decumanus y Cardus Maximus, y aprovechando el río anexo para el abastecimiento hídrico. Los recursos agrícolas de la zona, especialmente el trigo, el vino, y la producción de aceite de oliva, transformado en las prensas de Volubilis que aún se distinguen, permitió crecer a la ciudad romana con varios siglos de prosperidad, siendo sede de los procuradores de la provincia romana africana. Según el Itinerario de Antonino Pío, Volubilis se encontraba situada a 144 millas romanas de Tingis y a 4 de la última ciudad romana del interior, Tocolocida. En el siglo II d.C. Marco Aurelio lleva a cabo la construcción de las murallas de Volubilis.
Hacia el año 285 d.C., Diocleciano decidió abandonar los territorios de la provincia situados al sur de Lixus -actual Larache- y los funcionarios romanos dejaron el área, replegándose hacia Tingis, la capital provincial. Sin embargo, la retirada del imperio no hizo que Volubilis fuese abandonada (de hecho, el latín siguió en uso hasta la conquista de la zona por los árabes en el siglo VIII). Mientras el gobierno y las familias nobles huyeron siguiendo la estrategia de Diocleciano de repliegue hacia el norte, la población aún tardó varios siglos en emigrar a la cercana Moulay Idriss Zerhoun. Tribus de los Vándalos cruzaron desde España y llegaron a la zona, pacificada de nuevo fueron los bereberes quienes la ocuparon. En el VIII se inició la islamización por parte de Idris I (autoproclamado bisnieto de Mahoma), y fundador de la dinastía islámica idrisí, que hizo brevemente de la ciudad su capital en el siglo VIII d. C. Durante los primeros años de dominio árabe, Volubilis seguía siendo un centro muy importante de esta región de Marruecos. En el 808 Idris II funda la ciudad de Fez que surgió como la nueva capital real, desbancando a Oulili, que terminará de perder su protagonismo con el traslado de la ciudad a la cercana Moulay Idriss debido a la falta de recursos naturales, donde se encuentra sepultado Idris I. Posteriormente, el desmantelamiento de la ciudad por parte del sultán Muley Ismael, que aprovechó las piedras para la construcción de Meknes, postergaron a este importante emplazamiento al más absoluto de los olvidos.
El terremoto que asoló Lisboa también se sintió en Volubilis, que quedó gravemente dañada en 1775 si bien ya antes, Ismaïl ben Chérif la expolió llevando gran parte de los apreciados mármoles y columnas para engrandecer la ciudad imperial de Meknes.
Las primeras excavaciones de rigor (antes a finales del XX Tissot relacionó los restos con Volubilis y La Martinière emprendió algunas excavaciones superficiales) se producen a partir de 1921 cuando durante el Protectorado Francés arqueólogos galos llevan a cabo trabajos para rescatar el patrimonio romano, ensalzando la monumentalidad de los restos Bajo Imperiales, pero menospreciando los restos de los barrios prerromanos o musulmanes, igualmente importantes, pero denostados en post de una visión arqueológica muy politizada, que pretendía defender la ocupación francesa en África. A partir de la independencia de Marruecos, la nueva corriente arqueológica ha trabajado en la línea de recuperar el testimonio de los restos de otras partes de Volubilis.
Visita a Volubilis
La ciudad está parcialmente excavada, y en los meses de primavera los arqueólogos retoman la campaña para ir “destapando” la historia del recinto, que tuvo una extensión de 40 hectáreas y que pudo albergar una población intramuros de 20 mil habitantes aproximadamente.
En el recinto de Volubilis podemos encontramos termas públicas, privadas, tiendas de comercios, casas de patricios, un arco del triunfo, restos del acueducto, del foro, de la basílica, de la calzada, del sistema de cloacas, del prostíbulo, y varios espacios más.
RECORRIDO:
a) Almazaras: espacios de producción del aceite, que a partir de los numerosos olivos era prensado mediante un sistema de piedra de molino que se ha reproducido para explicar el funcionamiento. Básicamente consistía en una rueda empujada por esclavos, que a diferencia de otros centros similares sustituían a los animales.
b) Casa de Orfeo: el primer edificio privado, cuyos mosaicos hacen referencia al dios de la música, y con una temática naturalística donde destacan los nueve delfines y los motivos geométricos. Es una de las viviendas más grandes, superando los 2.500 metros cuadrados y donde distinguimos las letrinas y el vomitorium demostrando la práctica común de gula.
c) El foro o ágora: ponía en contacto a la población de la ciudad, con su plaza abierta donde se desarrollaba buena parte del ocio de la ciudad y por supuesto el macellum o mercado.
d) La basílica: cuya elevación marca la importancia del edificio, dedicado a la práctica de la justicia ciudadana y del comercio. Restos de las columnas definen las tres naves, rematados por el ábside en uno de los extremos.
e) El capitolio: se sitúa junto a la basílica, con varios capiteles corintios, dedicado a la triple advocación de Júpiter, Juno y Minerva, y que a su vez disponía de letrinas y unas pequeñas termas. Destaca también el altar de sacrificios de animales a las deidades romanas.
f) La casa del desúltor o Casa del Acróbata o del Atleta: es otra de las casas de rica ornamentación donde se representa a un desultor a lo lomos de un equino, que era el encargado de amenizar los entretiempos de las luchas de gladiadores, con un espectáculo hípico (de hecho, desultor significa “el que salta”). Por esta razón la casa a veces se denomina como la Casa del Acróbata o del Atleta.
g) El arco de Caracalla: es el monumento que mejor ha resistido el paso del tiempo. Esta loa a Caracalla y a su madre, Julia Domna, servía de agradecimiento por la concesión de ciudadanos romanos a los habitantes de Volubilis. Construido en los años 216-217 d.C. estaba jalonado por columnas corintias, algunas arrancadas literalmente para transportarse a Meknes. Su altura es de 8 metros de altura y casi 6 de ancho. En lo alto había una estatua del emperador comandando una cuadriga de bronce tirada por seis caballos. A los lados varias fuentes decoraban fastuosamente el arco a ambos lados.
h) A lo largo del Decumanus Maximus se observa la construcción del acueducto que transportaba agua al centro de la ciudad, donde encontramos una fuente pública que funcionaba como lavadero. Por debajo de la calzada va la red de alcantarillado.
i) La casa del efebo: debe su nombre a que en si interior se encontró una estatua de un efebo y por la riqueza arquitectónica pudo pertenecer a un acaudalado romano.
j) La Casa de las Columnas: recibió el nombre por conservar varias columnas, en el atrio observamos una fuente o impluvium redonda.
k) La Casa del Caballero: posee un mosaico de la divinidad de Baco o dionisio, deidad de los excesos y el vino. En él se representa a Baco y a Ariadna dormitando en la playa de Naxos, con alusiones a las cuatro estaciones.
l) La Casa de Hercules: con un mosaido en el triclinium de medallones con escenas de los doce trabajos de Hércules.
m) La casa del séquito de Venus: Considerada la más lujosa de las casas, con hasta ocho estancias decoradas con mosaicos de temática mitológica, entre ellos el que da nombre al conjunto, mostrando a Venus y su cortejo de ninfas en un barco. Esta pieza se custodia en el Museo de Antigüedades de Tánger.
n) La Puerta de Tánger: donde finaliza el Decumanus Maximus, es una de las ocho puertas de entrada del recinto amurallado, y que recibía el comercio de la antigua Tingis, Tánger.
ñ) La casa dionysios y las 4 estaciones:
o) La casa baño de las ninfas
p) La casa de las nereidas
q) La casa de los grandes juegos
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