viernes, 26 de marzo de 2021

DE PASEO POR ITALIA: FLORENCIA, FIRENZE (XVI): PLAZA DE LA SANTISSIMA ANNUNZIATA (II): IGLESIA DE LA “SANTISSIMA ANNUNZIATA”

 La construyeron, sobre el oratorio de 1233 de los "Siete Santos fundadores", los mercaderes florentinos fundadores de la compañía de los Siervos de María, porque habían visto una aparición de la Virgen. Esta orden, que se retiró al cercano monte Senario, en el norte de la ciudad, en 1250 decidió construir, en el lugar del antiguo oratorio, una iglesia y un convento dedicados a la Virgen. Posee un pórtico frontal de siete arcos, ubicado donde alguna vez se encontró el oratorio de los Siervos de María y reconstruida entre 1440 y 1481. La estructura arquitectónica actual es del siglo XV, de Michelozzo y de Leon Battista Alberti, gracias a las ayudas de los Médicis. La fachada se añadió en 1601, diseñada por Giovanni Battista Caccini.

El interior

Por la puerta central se llega a los frescos del Claustro de los ExVotos, donde se conservaban, antiguamente, los exvotos de la Virgen. Si se cruza el pequeño claustro, se entra en la basílica. Ésta tiene sólo una nave, con decoraciones de mármol en los pilares y los arcos.

A la izquierda, está el tabernáculo de la Anunciación que hizo Pagno Portigiani, en 1448, para proteger la milagrosa Anunciación. El techo está decorado con entalladuras. En la nave hay 9 capillas, todas semicirculares excepto la mayor, la Capilla de la Virgen del Socorro, de forma casi rectangular.

Dentro de la basílica se pueden admirar, además, preciosos frescos de Andrea del Sarto, de Andrea del Castagno y del Perugino.

La leyenda del cuadro milagroso

Según la leyenda, el monje Bartolomeo, que debía pintar una Anunciación para la iglesia nueva, dejó la obra sin terminar, porque no era capaz de pintar el rostro de la Virgen, pero, mientras el pintor descansaba, un ángel terminó el cuadro. Esta leyenda hizo que la basílica fuera uno de los santuarios dedicados a la Virgen más venerados de Florencia, y el cuadro milagroso se colocó en la capilla de la iglesia.






















DE PASEO POR ITALIA: FLORENCIA, FIRENZE (XV): PLAZA DE LA SANTISSIMA ANNUNZIATA (I)

 PLAZA DE LA SANTISSIMA ANNUNZIATA

A la plaza, edificada a finales del siglo XIII para acoger el mercado semanal, le dieron su actual estructura algunos de los arquitectos renacentistas más importantes, y se convirtió en un lugar de gran importancia religiosa para la ciudad. En sus lados se encuentran la Basílica de la “Santissima Annunziata”, el pórtico de los Siervos de María y el Ospedale degli Innocenti (orfanato). Este último fue construido por Brunelleschi y, gracias a su maravillosa armonía, significó la representación de los cánones arquitectónicos renacentistas.

En ella destaca la estatua ecuestre de bronce de Ferdinando I de Medici, Gran Duque de Toscana, que mira a través de la antigua Via dei Servi hacia la cúpula del Duomo realizada por Giambologna en 1508.

Leyenda: La ventana siempre abierta

En la esquina de la Piazza Santissima Annunziata y Via dei Servi se encuentra Palazzo Grifoni. Podría parecer un palacio más de los tantos que hay en Florencia; pero sobre la fachada de este palacio hay un detalle particular: una ventana siempre abierta.

Cuenta una leyenda florentina que hacia finales del año 1500, un descendiente del la familia Grifoni partió a la guerra. Su esposa corrió a la ventana para saludarlo por última vez antes del viaje y no se movió de allí por el resto de su vida. Esperaba siempre asomada, el regreso de su esposo; pero él nunca regresó y, cuando la mujer murió, se cerró la ventana.

Existen dos versiones sobre lo que sucedió a continuación. La primera dice que los vecinos, conmovidos por la profunda historia de amor, se comprometieron para hacer reabrir la ventana. La segunda, en cambio sostiene, que cuando cerraron la ventana comenzaron a temblar los muebles y volar todos los objetos que había dentro de la habitación. Pero todo se calmó cuando se volvió a abrir la ventana

Ospedale degli Innocenti (Hospital de los Inocentes)

El Hospital de los Inocentes (Spedale degli Innocenti) fue un orfanato de niños de la antigua Florencia, funcionaba a la vez como hospital y orfanato. Se comenzó a construir por Filippo Brunelleschi en el año 1419. Se considera toda una obra arquitectónica del primer renacimiento italiano.

El Hospital de los Inocentes también llamado el “Hospital de los niños abandonados” está ubicado en la Piazza della Santissima Annunziata. Este hospital fue el primer edifico de arquitectura renacentista de Filippo Brunelleschi.

Aun hoy día el Hospital de los Inocentes continua con la tradición de cuidar de los niños. Este edificio posee dos jardines infantiles, tres casas de acogidas, una guardería y varias oficinas de investigación para la Unicef. Además, obedeciendo la ley 451/97 se convirtió en el Centro Nacional de Documentación y Análisis de la Infancia y la Adolescencia, monumento encargado del cuidado especial de los derechos infantiles.

Construcción del Hospital de los Inocentes (Spedale degli Innocenti)

Este maravilloso edifico se eleva sobre el nivel de la plaza por varios escalones que se encuentra en toda la fachada del Hospital de los Inocentes. La construcción se llevó a cabo en tres periodos. Sólo el primero (1419-1427) contó con la supervisión de Filippo Brunelleschi. El segundo periodo (1439) se dedicó a la construcción del ático. En el tercer periodo (1430) se llevó a cabo la expansión del edificio más hacia el sur.

Diseño del Hospital

El diseño del Hospital de los Inocentes (Spedale degli Innocenti) se apoyó en la arquitectura de la Antigua Roma. La galería forma parte de una construcción muy común para ese entonces. El uso de las columnas redondas con capiteles en orden compuestos, cúpulas esféricas, supuso toda una novedad para aquel entonces.

La planta se formó por amplios arcos de medio punto que irían sostenido por delgadas columnas decoradas con medallones de terracota vidriada, policromada en blanco y azul con un recién nacido Tondi, el cual es una obra de Andrea Della Robbia.

Los Tondi del Hospital de los Inocentes

Filippo Brunelleschi quería que las columnas no tuvieran ningún detalle, pero el año 1490 encargaron a Andrea Della Robbia que llenara las concavidades de las columnas con tondos cerámicos, son adornos circulares hundidos en un paramento. Dichos tondos con fondos azules tienen diseños de niños en pañales, los cuales eran un claro indicativo del lugar donde podían dejar a los niños. Aun en la actualidad quedan algunos de los Tondi originales, sin embargo, la mayoría son copias del siglo XIX. Tiene un pórtico de nueve arcos complementa en la fachada de la iglesia, y está coronado por unos de los detalles arquitectónicos más bellos: las pequeñas placas ovales en cerámica de colores azul y marfil, que muestran en su centro un bajorrelieve de la Virgen o de un niño, a veces enmarcados por frutas o cereales que simbolizaban la riqueza de la ciudad. Hacia la izquierda del pórtico se encuentra la “ruota“, un torno de madera que es parte importante de la historia de Florencia: hasta el cierre del hospital en 1875, los padres que no podían (o no querían) conservar a sus bebés podían ponerlos dentro del torno. Una vez girado, este los llevaba al interior del orfanato, en un procedimiento anónimo y silencioso. 






Loggia dei Servi di María

Fontana de tacca






viernes, 19 de marzo de 2021

DE PASEO POR ITALIA: FLORENCIA, FIRENZE (XIV): GALERÍA DE LA ACADEMIA

La Galería de la Academia se yergue en el lugar donde un tiempo se levantaban dos antiguos conventos -el de San Mateo, para varones, y el de San Nicoló di Cafaggio, para mujeres- que ocupaban toda la manzana situada entre la plaza de la Santissima Annunziata y la via Ricasoli. El gran edificio asemeja a una iglesia con planta de cruz latina. Las alas laterales y la Galería de las Prisiones ocupan algunos espacios pertenecientes al hospital de San Mateo, de época medieval, mientras que la tribuna en la que se yergue la estatua del David fue diseñada expresamente con este fin por el arquitecto Emilio De Fabris, entre los años 1873 y 1882.

A partir de 1980 la Galería fue objeto de notables ampliaciones: en el gran salón de la planta baja, llamado de las Toscanas, en el sugestivo espacio en el que antiguamente se hallaba el pabellón de mujeres del hospital de San Mateo, fueron expuestas, en 1985, las obras de los que eran profesores de la Academia en el siglo XIX; especialmente ha hallado aquí su ubicación definitiva la colección de copias de yeso que los herederos del escultor Lorenzo Bartolini, poco después de su muerte, donaron al Estado italiano en 1850. Se han unido a las obras de Bartolini los yesos de otro gran escultor de la escuela toscana del siglo XIX, Luigi Pampaloni, mientras que en la primera planta, en cuatro salas no utilizadas antes para la colección permanente, se han colocado el incomparable conjunto de pintura gótica tardía florentina y la singular colección de iconos rusos, provenientes de la colección privada de los grandes duques de Lorena.

Las Colecciones

El núcleo principal de la colección se formó en 1784 con una serie de antiguas pinturas donadas a la Academia por el gran duque Pietro Leopoldo, que constituía un compendio de las diferentes escuelas de dibujo para que los antiguos maestros sirvieran de modelo en los ejercicios de los alumnos. En 1785 y, más tarde, de 1808 a 1810, la Galería se enriqueció con las obras adquiridas después de la prohibición de las órdenes religiosas aplicada en aquellos años. En 1873 se trasladó aquí la escultura del David, que antes estaba colocada delante del Palazzo Vecchio, en la plaza de la Signoria. La exposición constante a los agentes atmosféricos había causado grandes daños a la obra maestra de Miguel Ángel, pero no fue ése el único motivo para que se decidiera su traslado a la Academia.

De hecho, se tenía la intención de preparar una gran exposición sobre Miguel Ángel en vistas del cuarto centenario de su nacimiento, en 1875, y, posteriormente, de abrir un verdadero museo dedicado al escultor, con obras originales, moldes y dibujos. Desde entonces, la Academia empezó a denominarse Museo de Miguel Ángel. La adquisición de la Piedad hallada en la Capilla Barberini, en Palestrina, cuya atribución a Miguel Ángel ponen en duda actualmente muchos expertos, se remonta a 1939.

La colección de tablas con fondo de oro conservada en las salas llamadas de la planta baja denominadas Bizantinas y en los cuatro espacios de la primera planta nos ofrece una visión clara y completa de la producción artística florentina del período que va de Giotto a Masaccio. Destaca el artesón decorado con Historias de la vida de Cristo y de San Francisco, de Taddeo Gaddi, San Lorenzo y San Bartolomé, de Bernardo Daddi, y el tríptico de Pentecostés, de Andrea Orcagna. Obras de especial interés son también el Arcón Adimari, atribuido a Giovanni di ser Giovanni llamado lo Scheggia, San Esteban entre Jacob y San Pedro, de Ghirlandaio, la Virgen con el niño, San Juan niño y dos ángeles, de Botticelli, la Asunción de la Virgen, de Pietro Perugino y Venus y Cupido, de Iacopo Pontormo

Tribuna del David

Sin duda, la obra más famosa y visitada del museo es el David de Miguel Ángel. El David había sido emplazado en la Piazza della Signoria en 1504. En 1873 fue trasladado a la Accademia, pero quedó resguardado dentro de una caja porque la Tribuna, construida especialmente para su exhibición, no estaba terminada. Las obras se completaron en 1882 y la Tribuna abrió al público con el David como obra principal. La colosal escultura está realizada en mármol blanco, mide 5,17 metros de altura y pesa aproximadamente 5,5 toneladas. Miguel Angel Buonarroti la empezó en 1501 y concluyó en 1504, fue un encargo de la Opera del Duomo para la Catedral de Santa Maria del Fiore. Representa al Rey David, antes de enfrentarse a Goliat. Es una de las esculturas más famosas del mundo y está considerada una obra maestra del Renacimiento.






Sala de los Esclavos

En el siglo XIX se trasladaron a esta sala las estatuas no terminadas de Miguel Ángel. Las obras principales son las cuatro esculturas llamadas Esclavos o Prisioneros, parte del grupo de 40 estatuas que decorarían la tumba del Papa Julio II. Miguel Ángel comenzó a trabajar en ellas en 1505, pero en 1506 el Papa canceló el proyecto. Los Esclavos formaron parte de la decoración de la Gran Gruta del Jardín Bóboli hasta 1909, en que fueron llevados a la Accademia.

Sala de los Colosos

La obra principal es el modelo en yeso que se usó para crear la escultura El Rapto de las Sabinas, de Giambologna (c. 1580). El original se exhibe en la Loggia dei Lanzi en Piazza della Signoria y fue esculpido de un único trozo de mármol. Acompañan a la escultura objetos religiosos de los siglos XV y XVI y pinturas de Perugino, Botticelli y otros.

Otras salas

En la planta baja se encuentran:

– El salón del s. XIX, en lo que originariamente era el salón de mujeres del antiguo Hospital de San Mateo. Pueden verse pinturas y esculturas del s. XIX, destacándose obras de Lorenzo Bartolini.

– La Tribuna del David, donde se ubica el David junto a otras pinturas.

– El Salón de Giotto y su escuela, con pinturas de seguidores de Giotto como Bernardo Daddi.

– El Salón de los siglos XIII y XIV, donde se muestran las pinturas más antiguas de la galería, todas provenientes de monasterios e iglesias florentinas.

– El Salón de Giovanni da Milano y Orcagnadonde se muestra la pintura de tres hermanos florentinos di Cione.

– La Galería de Prisiones donde se encuentran esculturas de Miguel Ángel entre las que se encuentran, los cuatro esclavos.

– El Salón del Coloso presidido por la escultura El rapto de las Sabinas de Jean de Boulogne, conocido como Giambologna – la réplica se encuentra en la Logia dei Lanzi -.

– El departamento de los Instrumentos Musicales.

En la primera planta:

– Dos salas dedicadas a la pintura florentina entre los años 1370 y 1420.

– El salón del gótico internacional, destacándose la obra de Lorenzo Mónaco.

Museo de los Instrumentos Musicales

La Galería de la Academia alberga también el Museo de los Instrumentos Musicales, que muestra unas cincuenta piezas reunidas entre los siglos XVII y XIX de las colecciones ducales.