viernes, 22 de julio de 2016

PASEANDO POR PUERTOMINGALVO

Puertomingalvo, se encuentra en la comarca turolense de Gúdar- Javalambre, a 1.300 de altitud sobre el nivel del mar sobre un saliente rocoso que domina los valles del río Monleón y el río Linares. Es uno de los más importantes conjuntos históricos de Aragón que aún conservan su trama medieval original, el día 3 de agosto de 2007 el gobierno de Aragón publica el Decreto 210/2007, de 24 de julio, por el que se declara Bien de Interés Cultural.
La localidad de Puertomingalvo fue reconquistada en 1181 por Alfonso II el Casto a los almohades, pasando a formar parte de la Corona de Aragón. Posteriormente Pedro II la donó junto a Linares de mora, al obispo de Zaragoza, momento a partir del cual paso a pertenecer al obispado de Zaragoza durante mas de seiscientos años. A partir de 1202 el Castro fue creciendo hasta concertirse en Villa, En 1261 el obispo zaragozano Arnold Peralta le otorgó su carta de población
Posteriormente el pueblo fue creciendo desde el castillo por la ladera del espolón, creándose un perímetro amurallado
 
 
Portal Alto o de San Antón

Este portal construido en el siglo XIV, constituye un ejemplo de torre-puerta que, en la actualidad, ha perdido buena parte de su altura original desde que la protegía una de las más importantes vías de entrada a la localidad. En su aspecto exterior, es especialmente destacable el contraste entre el señorial arco de entrada, que da a las afueras de la población, y un arco muy rebajado, de apariencia menos monumental, de su cara intramuros. El elemento de mayor interés de su pasadizo es una pieza gótica compuesta por una repisa y un dosel finamente labrados que dan cobijo a una moderna figura de San Antón.
Pegado a este portal se encuentra un gran edificio con una magnifica portada. Se trata del antiguo Hospital de Pobres que no fue propiamente un hospital con el significado que recibe hoy en día esa palabra. Antiguamente, un hospital era más bien una institución de titularidad religiosa o, a veces municipal, que servía de refugio provisional a caminantes, mendigos y peregrinos.
 
LA IGLESIA
Su estructura interna está compuesta por tres anchas naves de igual altura, conforma la llamada tipología de iglesia-salón, llamada así por recordar a los grandes edificios civiles de reunión como las lonjas y mercados. Otros elementos destacados son su cabecera, con una bóveda de gajos, y las pinturas barrocas conservadas en sus muros y cubiertas.
La portada es el elemento de mayor valor artístico en la visión exterior del edificio y constituye un claro ejemplo de las portadas barrocas. Aunque sus elementos tienen un tinte clasicista, la manera en que se combinan consigue crear una sensación de movimiento resaltando el eje vertical sobre el horizontal, así como los contrastes entre luces y sombras provocados por los pilares que avanzan sobre el plano de la fachada.
 
 
 
 
 
La torre, edificada en piedra de cantería, al contrario que el resto de la iglesia, está fechada en el año 1739 y se divide en dos cuerpos: el primero es muy alto y de apariencia maciza, y el segundo, desempeña la función de campanario. 
El Castillo
Es uno de los emblemas de la localidad alzándose sobre un espolón rocoso. De la existencia del castillo se tiene noticia, en el mes de abril de 1202, con el nombre arábigo de castrum de Avingalbón o Avingalon. El rey aragonés Pedro II el Católico hizo donación de este castillo y del de Linares de Mora al obispo de Zaragoza, don Ramón de Castrocol, y al Cabildo de la Seo.En 1532 Fadrique de Portugal, arzobispo de Zaragoza, recibió el mandato regio de visitar y restaurar una serie de castillos turolenses, entre los cuales figuraba el del Puerto; ordenó a los maestros Juan de la Mira y Juan Galí visitar todos estos castillos. Las obras no se llevaron a cabo porque suponían un enorme costo económico.
Abandonado durante siglos, el patio de armas fue utilizado como cementerio hasta que se iniciaron las obras de rehabilitación, en la década de los 85-95.La fortaleza, de reducidas dimensiones, se alza sobre un saliente rocoso calcáreo emplazado en el extremo occidental de la población.Actualmente conserva parte de su fisonomía original en bastante buen estado, aunque se hayan perdido los remates almenados.
El recinto tiene forma trapezoidal, el muro principal tiene un trazado en z. Al patio de armas se accede a través de una torre-puerta tetragonal; la otra torre, de planta pentagonal y diez metros de ancho, es la del Homenaje; desde la Edad Media fue la residencia ocasional de los señores de Puertomingalvo; en la actualidad, custodia una exposición permanente de piezas etnológicas.
 
 
 
Las murallas
Casa Llorens
Casa Llorens es una de las casas palaciegas más impresionantes y mejor conservadas de Puertomingalvo. Su fecha de construcción, entre los siglos XVI y XVII, la sitúa a caballo entre la sobriedad y elegancia renacentistas, presentes en su sencilla fachada que antes de la última restauración aparecía cubierta por un revoco uniforme, y la recargada decoración del barroco, tal y como puede apreciarse en su alero labrado de madera, su interesante rejería y, sobre todo, su escudo nobiliar encastado sobre el arco de entrada.
 
tirador denominado faliforme que podría constituir una reminiscencia de los ancestrales cultos a la fertilidad presentes en las sociedades de carácter agrícola.

el portalico
El Ayuntamiento
Es un palacio gótico-renacentista de dos plantas construido con sillería y abierto al exterior mediante ajimeces elegantes de arquitos trebolados con fina columna mainel. Fue construida durante los siglos XIV y XV, sus fachadas de piedra de sillería están engalanadas por sendas puertas de arco de medio punto y grandes dovelas que dan acceso a las dependencias municipales y a las antiguas mazmorras, hoy acondicionadas para acoger al Centro de Interpretación de Castillos. Especial importancia adquieren los cinco ventanales geminados, también de estilo gótico, dispuestos entre la fachada principal y la lateral; mientras el de la planta baja tiene un pilar octogonal, los restantes exhiben esbeltas columnillas con base y capiteles sobriamente decorados.
La obra se remata con un imponente ráfil doble de madera trabajada con esmero.

En la segunda planta se encuentra la Sala de la Villa Arriba, de planta rectangular, con recia techumbre de madera soportada por dos columnas centrales de sección octogonal, que todavía conservan restos de su pigmentación original.
 
Otras fotos:
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 





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