El Lema de la basílica es: “un corazón habla a otro corazón”
HISTORIA:
La iglesia fue construida entre 1595 y 1631 en el lugar elegido por San Francisco de Borja para la fundación de la citada casa, ya que por aquel entonces era el General de la Compañía. La casa profesa o dependencias comunitarias fueron levantadas entre 1668 y 1669, con lo que el conjunto adquirió una configuración definitiva. En 1767 por orden del rey Carlos III los jesuitas son expulsados de España y la Casa Profesa queda vacía al ser incautados sus bienes por el Estado. Los locales son usados para distintos usos a cual más curioso; sin embargo destaca su utilización como Archivo del Reino entre 1810 y 1963.
En 1868 durante la revolución conocida como "La Gloriosa" la iglesia que databa de 1595 y que era de estilo barroco fue demolida, pero en 1885, se construyó este nuevo templo siguiendo las trazas del anterior templo (1595-1700), según planos de Joaquín María Belda Ibáñez que mantuvo la organización espacial de la antigua iglesia aprovechando la cimentación y transformó los elementos exteriores.. La orden de demolición fue dada por el entonces gobernador de Valencia, José Peris y Valero.
El domingo 24 de noviembre de 2.019, la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús fue elevada a la dignidad de Basílica menor por especial concesión de la Santa Sede y por esta Declaración se inició un Año Jubilar, por lo que desde esa fecha ostenta tal condición junto con la Basílica de la Virgen de los Desamparados, la Catedral de Valencia y la Basílica de San Vicente Ferrer, todas ellas en la ciudad de Valencia Fuera de la ciudad pero dentro de la diócesis tal rango la tienen la parroquial de San Jaime Apóstol en Algemesí y la Colegiata de Santa María en Xátiva. En total seis basílicas en la diócesis de Valencia.
La distinción especial concedida por la Santa Sede debe a “tres requisitos valorados por el Vaticano: ser un tempo de excepcional esplendor y significación en la diócesis, ser el foco de una comunidad que es santuario para multitud de devotos y poseer un tesoro espiritual, en este caso es el Sagrado Corazón de Jesús”.
La iglesia de la Compañía, como nueva basílica, ha estrenado también un escudo o insignia propia. El campo principal y más grande está dedicado lógicamente al Corazón de Jesucristo; en el campo superior aparecen los atributos que caracterizan a Valencia y a la diócesis, la Senyera y el Santo Cáliz”. En el campo inferior derecho se ha puesto el emblema del nombre de Jesús con el sol, “en honor, gratitud y reconocimiento a la Compañía de Jesús, que regentó este templo durante siglos”
FACHADA
La actual fachada principal de la iglesia es de carácter historicista, está formada por dos cuerpos, el inferior dispone de tres puertas con arcos de medio punto peraltados, la central entre dobles pilastras. Este primer cuerpo sostiene un friso que se remata en un conjunto escultórico decorativo. En el centro de este conjunto encontramos un óvalo con las iniciales JHS y los clavos de la pasión, alusivos a la orden de los jesuitas y por encima un corazón en llamas alusivo a la titularidad de la iglesia. A ambos lados dos figuras de ángeles, el de la izquierda se lleva el índice a la boca pidiendo silencio y lleva además un libro, el de la derecha porta una cruz y con su mano señala el suelo. El cuerpo superior presenta en su centro un rosetón con los radios de metal entre grandes pilastras adosadas estriadas. Remata la fachada un frontón triangular con un óculo en su centro.
El campanario situado junto a la cabecera es de escasa altura, ello hace que sea difícil de distinguir entre el entramado urbano que rodea la iglesia. El mismo construido al igual que la iglesia en 1886 está formado por tres cuerpos de diferente altura (el central muy alargado). El cuerpo de campanas realizado en ladrillo, dispone de un vano por lado, cada uno de ellos flanqueado por cuatro pilastras adosadas de orden corintio. Se corona por una pequeña cúpula cubierta con teja vidriada. Dispone de cuatro campanas: la más antigua es la conocida como campana de misa y está fechada en 1697, las tres restantes son del año 1950 y llevan por nombre San Ignacio de Loyola, San José y María Inmaculada.
INTERIOR
La iglesia de planta de cruz latina con transepto de brazos amplios y cúpula de estructura octogonal con trompas sobre el crucero y apoyada en pechinas decoradas con representaciones de los cuatro evangelistas insertos en medallones, dispone de tres naves de tres tramos, cubierta con bóveda de cañón. Las naves laterales disponen de dos capillas por lado. La cúpula fue destruida parcialmente en 1956 y vuelta a reedificar cambiando ligeramente el perfil de la misma y añadiendo un cupulín en la parte superior. Dispone de una cripta ubicada en el crucero. En el subsuelo del brazo del lado de la epístola se ha detectado la existencia de una antigua cripta de bóveda ojival correspondiente a la primitiva iglesia (dimensiones aproximadas de 5’5 m. x 3’50 m. x 2’50 m. de altura) y en el brazo opuesto y centrado en la nave principal sendos enterramientos.
Es de estilo barroco manteniendo los principios de organización espacial, funcional y estilística de la iglesia de Gèsu de Roma de Vignola. La nave es ancha y corta (24’60 m. ancho x 21’64 m. largo x 20’19 m. alto) con sólo tres intercolumnios; el crucero es amplio (35’75 m. x 11’03 m.) y la cúpula es el elemento dominante (altura interior 31’92). El espacio adquiere unidad mediante una cornisa que recorre sin interrupción todo el perímetro interior de la iglesia. Está cubierta por una monumental bóveda de cañón con lunetos sobre la que apoyan los tabiquillos conejeros que sustentan la cubierta inclinada de teja. La altura se reduce en las capillas laterales, cubiertas con bóvedas vaídas, (11’00 m. hasta el inicio de las cúpulas) quedando la nave central convertida en el espacio principal. El trazado del ábside es octogonal siguiendo la tradición gótica que tanta inercia mantuvo en Valencia. La decoración es culta y refinada siguiendo con gran fiabilidad los cánones del XVI marcados por Vignola, manteniendo las proporciones en la mayoría de los casos, aunque se advierten ciertas licencias a la hora de interpretarlos: Los capiteles y pilastras pertenecen al orden compuesto mientras que la cornisa se enmarca en el orden jónico.
Presbiterio: en él encontramos un gran retablo barroco dorado, sobre un alto zócalo, en cuya hornacina central encontramos una gran imagen de Jesucristo en su advocación del Sagrado Corazón de Jesús. A ambos lados dos lienzos con sendas representaciones de la Pasión y Muerte de Cristo. El presbiterio queda separado de las naves por una barandilla dorada.
En los testeros de ambos lados del corto transepto de dos tramos cada uno encontramos dos altares de tradición barroca. Cada uno de los tramos de la nave del transepto se cubren con bóvedas de medio cañón. Bajo el suelo del presbiterio encontramos una sala construida en ladrillo y que se corresponde con la cripta de los mártires. En ella fueron inhumados diversos religiosos que fueron asesinados en la Guerra Civil por motivos religiosos y que por tanto son considerados mártires de la Fe.
Órgano Cabanilles: A los pies de la iglesia se sitúa el coro alto y en él, el gran órgano que incluso tiene nombre propio (Órgano Cabanilles). Este gran órgano de 12 metros de altura y ocho metros de ancho, cuenta con 5.000 tubos algunos de ellos de 9 metros de alto. Es uno de los más grandes de España y debe su nombre al gran organista de la Catedral de Valencia don Juan Bautista Cabanilles. Fue inaugurado en el año 2002.
Entrando por su única portada situada a los pies encontramos en la nave de la epístola (derecha) las siguientes capillas laterales:
• Capilla de un santo jesuita: En un retablo de inspiración barroca, y en el interior de una hornacina encontramos el grupo formado por un padre jesuita que levanta la cruz y arrodillado a sus pies un joven muchacho desnudo de cintura para arriba que puede representar la labor misionera de los jesuitas convirtiendo a los infieles. El retablo es obra del taller de Gaspar y Pérez, realizado a mediados del siglo XX. Consideramos tal vez pueda representar a San Francisco Javier. Sobre la mesa del altar, pequeña escultura de un papa que porta un cáliz mientras alza la Sagrada Forma.
• Capilla del Sagrado Corazón de María: En un retablo de inspiración barroca, hallamos en el interior de una hornacina la imagen de la Virgen María en su advocación del Sagrado Corazón. Sobre la mesa del altar, pequeña escultura de un santo portando un cáliz y la Sagrada Forma. Este santo pudiera tratarse de San Francisco de Borja pues encima de su cabeza encontramos lo que parece ser su escudo familiar, a falta del toro en el lado izquierdo del escudo.
Capilla de Santa Mónica y San Agustin:
"Lagrimas de Santa Mónica y San Agustín" obra de Josep Renau |
• Altar de San Ignacio de Loyola: En el interior de un retablo de inspiración barroca encontramos la imagen de San Ignacio de Loyola, obra del taller de imaginería de Gaspar y Pérez (mediados siglo XX). En uno de los muros laterales una talla de Cristo Crucificado de gran devoción popular. En los muros laterales de la nave del transepto flanqueando el retablo, un total de seis óleos sobre lienzos con escenas de la vida de San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús.
En ella se conservan las reliquias de los mártires jesuitas de la guerra civil
• Altar de San José: En un retablo de inspiración barroca, encontramos en el interior de la hornacina central la imagen de san José con el Niño Jesús en brazos. En la parte baja del retablo y en el interior de una urna de cristal, imagen yacente de la Virgen María.
En los muros laterales un total de seis óleos sobre lienzos con escenas de la vida de san José en su profesión de carpintero.
En este ámbito podemos encontrar una sillería de madera de estructura muy lineal y que ha sido montada por carpintería san José de Valencia con mobiliario que estaba en desuso en la iglesia del Temple de esta misma ciudad.
Seguimos por la nave del evangelio abandonado la nave del transepto
• Capilla de la Inmaculada Concepción: En esta capilla encontramos otra de las joyas de la iglesia, un gran lienzo pintado en 1568 por Joan de Joanes representando a la Inmaculada Concepción. Según la leyenda nuestro pintor siguió las indicaciones del jesuita Martín Albero quien en un sueño le indicó la propia Virgen María como quería ser representada. Así en el centro del lienzo vemos a la Inmaculada Concepción de pie sobre el cuarto lunar, y arriba las figuras de Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo imponiéndole la corona. A ambos lados diversos atributos: a la izquierda: una puerta, una fuente, la palmera y una ciudad, mientras que a la derecha vemos: una torre, un ciprés, un cedro y un pozo entre otros. A su lado una lápida de mármol relata esta historia: L B M / El VP Martín de Alberro de la Compañía de Jesús gran Siervo de Dios. Mvy devoto de la Virgen y favorecido desta soberana. Y DV Señora con muchas apariciones aviendole mandado en vna la hiziera pintar en la forma que se le manifestava para cvmplir el celestial mandato comunicó la idea al famoso pintor Ioannes el qval prevenido con oraciones y sacramentos y missas qve se dixeron a fin de qve saliesse acertado el rostro, pvso mano a la obra qvitando y poniendo advertido del V.P. hasta q la saco conforme al original revelado y es el que se venera en esta santa capilla.
Cuando con la Revolución de 1868 se derribó esta iglesia, la pintura pasó a la Capilla de la Comunión de la iglesia de los Santos Juanes y después al Museo de Bellas Artes que estuvo en el Convento del Carmen, para volver finalmente al altar donde se halla actualmente.
En la mesa del altar encontramos un sagrario conocido como Sagrario Sunyer, por ser su autor el orfebre y joyero Ramón Sunyer Clará. Se trata de una joya de orfebrería realizada a mediados del siglo XX en cobre y latón, con dorados, plateados, piedras semipreciosas y esmaltes al fuego. En el frontal encontramos un pelicano, figura alegórica representativa de la Eucaristía y en la puerta del sagrario un tema representando la Comunión. Va firmada con lad letras RSUNYER.
• Capilla de San Francisco de Borja: En el interior de una hornacina encontramos la imagen de San Francisco de Borja vestido todavía con ropajes nobles como duque de Gandía. Sobre la mesa del altar, una pequeña escultura de un sacerdote jesuita, tal vez San Ignacio de Loyola pues en sus manos porta un libro con las reglas jesuíticas. Bajo la mesa del altar en el interior de una urna acristalada la escultura yacente del polaco San Estanislao de Kostka, obra realizada en 1956 en mármol blanco y negro por el escultor José Estellés Achotegui.
Capilla San Luisa Gonzaga:
Alabastro de S. Stanislao de Kostka, obra de José Estellés |
Altar San Antonio de Padua:
Capilla de la comunión: