La localidad de Ansó se encuentra
en la comarca oscense de la Jacetania, en el curso medio del rio Veral,
suscrita al partido judicial de Jaca, en el valle pirenaico aragonés del mismo
nombre, el valle limita con Francia a lo largo de más de 50 kilómetros, y con
la Comunidad Foral de Navarra más de 30. Ello lo convierte en un territorio
frontera. Su situación estratégica hizo que durante siglos disfrutara de
privilegios otorgados por los distintos reyes aragonesesEn la localidad además
del español, se habla el ansotano, una variante de la lengua
aragonesa utilizada en el Pirineo occidental
Sus habitantes se dedican al
turismo, los servicios, la ganadería de montaña y la explotación forestal..
Su extenso territorio alberga al
Norte el Parque Natural de los Valles Occidentales y al Sur el paisaje
protegido de las Foces de Fago y Biniés.
Prueba de la autonomía política
de estos valles es el Tratado de las Tres Vacas. Tras el fracaso del Reino de
Navarra y el Vizcondado de Bearn en una disputa entre Roncal y Baretous, ambos
bandos eligieron a los ansotanos como jueces. El 6 de octubre de 1375
"seis hombres buenos de Ansó" con el alcalde a la cabeza dictaron
sentencia en un juicio que tuvo lugar bajo el atrio de la iglesia de San Pedro
de Ansó y emplazaron a sus vecinos a la firma del llamado tratado de las tres
vacas, que se ha cumplido hasta el día de hoy.
Patrimonio arquitectónico; Ansó
conserva uno de los cascos urbanos mejor conservados del Pirineo Aragonés, y
fue declarado Bien de Interés Cultural por el Gobierno de Aragón como conjunto
arquitectónico, basado en materiales nobles como la piedra, la madera y la teja
propios del territorio. La particular arquitectura del pueblo hace que, entre
casa y casa, se hayan dejado unos estrechos pasillos que aquí se llaman
“arteas”, de unos cincuenta centímetros de ancho y que constituyen una de las
características de la pequeña urbe original.
La
Iglesia parroquial de San Pedro:
fue construida en la segunda mitad del siglo XVI. En la construcción
participaron varios maestros, entre los que destacan Esteban de Olariaga, Ochea
y Bartolomé de Hemosa. Destaca el soberbio volumen del edificio. Muestra una
planta de cruz latina de una sola nave con la cabecera poligonal y el coro
elevado a los pies. Aquí se localiza también la torre campanario, de planta
rectangular y gran sencillez. La monumental portada de acceso al templo se
encuentra protegida por un portegado abovedado con crucería estrellada, que
muestra un esquema similar al que aparece en el sepulcro del obispo Baguer de
la catedral de Jaca. Es de concepción defensiva (matacán y aspilleras), de
estilo gótico, del siglo XVI, y de portada plateresca, con
un retablo barroco y una cruz procesional renacentista también
del siglo XVI. Se construyó sobre la planta de una iglesia anterior del siglo
VI. El órgano de la iglesia está
ubicado en el coro de la misma, fabricado
en Francia en el siglo XVIII, y de donde fue traído desmontado,
pasando por las montañas.
Torreón.
Siglo XIV: De
planta cuadrangular y considerable altura, el torreón domina el acceso a la
villa por el Este, es decir la defensa ante posibles incursiones navarras. En
varias fuentes se apunta la posibilidad de que en el torreón fuera encerrada
Blanca II de Navarra, una vez desposeída del trono. Aunque pudo ser así, en las
biografías de la denostada reina sólo se describe su reclusión en Olite y su
encarcelamiento en la torre Moncada de Orthez.
Patrimonio
Cultural: Ansó
conserva uno de los trajes tradicionales más ricos y variados de España, siendo
uno de los más antiguos de europa. Además de su antigüedad y singularidad, el
aspecto más destacado de esta vestimenta tradicional es la increíble variedad
de modelos: de trabajo, de fiesta, de cristianar, con faxadero verde (diario),
Periquillo (confirmación), de novia, de cofradía… Su fiesta de Exaltación que
se celebra el último domingo de agosto fue declarada Bien de Interés Turístico
Nacional