viernes, 25 de junio de 2021

PERCURSO DOS SETE VALES SUSPENSOS, SENDERO DE LOS SIETE VALLES COLGANTES (LGA PR1)

 La ruta de dos Sete Vales Suspensos debe su nombre a los siete valles formados por la erosión del agua, es una ruta con vistas panorámicas del océano Atlántico entre las playas de Marinha y Vale Centeanes. La ruta es lineal con unos 11,5 kilómetros y dura entre 4 y 6 horas. Se encuentra situado en Lagoa, a apenas unos kilómetros de Portimao, el recorrido por paisajes kársticos con 16-24 millones de años de antigüedad consiste en una sucesión de acantilados rojizos, de playas escondidas y de amplias y variadas cavidades en una costa que está ‘hueca’ por dentro, leixaos (columnas), algares (pozos), grutas, arcos.

La palabra algar, procedente del árabe Al-gar, que significa caverna o cueva.

Los algares son cavidades naturales formadas verticalmente por la propia fuerza del agua, tanto a causa de la lluvia como del mar, de manera que la erosión va formando un agujero a modo de pozo que poco a poco va aumentando su tamaño.

 La Praia de Marinha

La ruta la empezamos en la La Praia de Marinha ha sido elegida como una de las más espectaculares de Europa. La playa es estrecha y alargada,se encuentra flanqueada por altas formaciones de piedra, arcos rocosos y multitud de cuevas y túneles naturales.



















Playa de Benagil

Retomando el Percurso dos Sete Vales Suspensos, nada más dejar atrás la playa, el sendero pasa por la cavidad natural que forma el algar de Benagil, pudiendo observarlo desde arriba, se trata de la cueva más famosa de Portugal, siendo conocida como 'la catedral del Algarve'. Se trata de una bóveda de roca que cuenta con su propia playa, iluminada por la luz que entra por el agujero de la parte más alta, estando completamente iluminada entre las 12 y las 14 horas.

Algar de Benagil


pueblo y playa de Benagil













La playa de Carvalho

Para acceder a ella hay que bajar por un túnel con unas escaleras que excavadas en la roca. Fue la última privada de Portugal. Según una leyenda el túnel por el que se puede acceder lo mandó construir una reina mora.

La playa está protegida por altas paredes rocosas moldeadas por la erosión que resguardan del viento creando un microclima que permite incluso tomar el sol en invierno. Frente a la playa se observa un obelisco que, saliendo del mar, preside la playa. Por una escalera, presente en una de las paredes del acantilado, que te lleva hasta una pequeña cueva que tiene una ventana al mar.









Faro de Alfanzina

Fue edificado en 1920. A la sombra del faro nos espera la Praia de Vale Espinhaço, de muy difícil acceso.


Cavo carvoeiro

Al este del cabo, la línea de acantilados se ve interrumpida por un profundo valle, en lo que fue en su día la desembocadura del río. La línea de costa retrocede más rápido que el curso del agua formando un valle suspendido.




Praia do Vale Centeanes

Es el punto final de la ruta. Los acantilados que flanquean la Praia de Vale Centeanes son el punto más alto de la ruta (45 metros) . Una larga escalinata baja hasta la playa. En la pared rocosa del oeste encontramos una gruta excavada por el mar.