Esta gran fortaleza fue erigida en la Mérida musulmana por el emir omeya Abderramán II en el 835 de nuestra era. El encargado de trazarla fue el arquitecto Abd Allah. Para ejecutar esta Alcazaba, la más antigua de la península, éste se inspiró en modelos bizantinos. La finalidad de ese recinto fortificado era múltiple: servir como sede de las dependencias administrativas omeyas y residencia del gobernador local, pero sobre todo fue el filtro de acceso a la ciudad desde el puente romano, el refugio de la minoría árabe durante las reiteradas algaradas locales contra el poder cordobés y la plaza donde se acantonaban tropas del emir, bien para sofocar las revueltas de los mozárabes meridíes, bien para efectuar incursiones de hostigamiento en los reinos cristianos del Norte.
Todo el perímetro de unos 500 m2
estaba rodeado por un gran foso, salvo el lateral que da al Guadiana. A tramos
se van distribuyendo 25 torres macizas embutidas en la propia muralla. Las
torres albarranas, es decir, que se alzan separadas del cuerpo principal de la
fortaleza, se erigieron con posterioridad por la Orden de Santiago.
Sus muros, de 2,70 metros de anchura y
10 metros de altura, nos muestran unos paramentos hechos a base de sillares y
otros materiales reutilizados de épocas precedentes. El núcleo de estos muros
es de cascajo, tierra y piezas de granito.
Accedemos a este conjunto a través de
una brecha, antaño ocupada por un lienzo de muralla con una puerta de acceso y
sendas torres flanqueándola. Era el cierre de un fortín de planta cuadrada en
cuyo lienzo oriental se abre la puerta que da acceso a la ciudad y en el
meridional la puerta de ingreso al recinto de la alcazaba. Sobre esta puerta se
puede ver una réplica de la inscripción cúfica en la que consta la fecha de
conclusión de este recinto.
En el patio de este fortín podemos ver restos arqueológicos de época romana: la calzada principal de la ciudad así como los cimientos de la muralla y de una puerta monumental con dos vanos y dos torres. Por cierto, se trata de la puerta que, desde hace siglos, es el blasón de esta ciudad en base a las representaciónes que, de ésta, se hicieron en algunas emisiones monetales de Augusta Emerita.
En el interior destaca la presencia de un aljibe, ejemplar único de la arqueología peninsular, ejecutado con piezas de arquitectura decorativa romanas y visigodas. Sobre éste se ubicó una mezquita, de la que se conserva su planta, luego convertida en iglesia. No se conserva el que fuera tercer piso de este conjunto, en el que quizá se ubicara una torre de señales.
Se puede visitar el interior del aljibe, que es una cisterna subterránea de agua filtrada desde el cercano río Guadiana.
Otra áreas excavadas de la fortaleza nos muestran restos previos a su construcción: un tramo perfectamente conservado de una calle romana, la misma que se prolonga en la Zona Arqueológica de Morerías. A esta calle da una vivienda romana urbana en la que se aprecian múltiples reformas. Por último, podemos ver un tramo de la muralla romana fundacional, a la que, como en el caso de la Zona Arqueológica de Morerías, se adosa un potente refuerzo de piezas de granito reutilizadas, refuerzo que parece obra ya del siglo V d.C.
OTRAS ENTRADAS:
01.- HISTORIA
05.- ACUEDUCTOS Y PUENTES ROMANOS
06.- EMBALSES ROMANOS DE PROSERPINA Y DE CORNALVO
08.- DE PASEO
POR AUGUSTA EMERITA, MERIDA (VIII): CIRCO ROMANO Y EDIFCIO ANEXO
10.- DE PASEO POR
AUGUSTA EMERITA, MERIDA (X): CASA DEL MITREO Y COLUMBARIOS
11.- DE PASEO
POR AUGUSTA EMERITA, MERIDA (XI): CENTRO ARQUEOLÓGICO LA MORERIA
12.- DE PASEO
POR AUGUSTA EMERITA, MERIDA (XII): XENODOQUIO. DIQUE ROMANO. CASTELLUM AQUAE.
15.- BASÍLICA DE SANTA EULALIA Y HORNITO
16.- DE PASEO POR AUGUSTA EMERITA,
MERIDA (XVI): PLAZA ESPAÑA (I): CONCATEDRAL DE SANTA MARÍA
18.- DE PASEO POR AUGUSTA EMERITA, MERIDA (XVIII)
19.- DE PASEO POR AUGUSTA EMERITA, MERIDA (XIX): IGLESIAS Y CONVENTOS
20.- DE PASEO POR AUGUSTA
EMERITA, MERIDA (XX): POR LA MERIDA ACTUAL UN PASEO POR EL RÍO
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