BARRIO CENTRO ESTE
En la zona del centro oriental de la ciudad están los monumentos más famosos de Florencia. Además, tiene muchas callecitas medievales, ya que ésta es la zona que no fue reconstruida en el Renacimiento.
Esta parte de la ciudad está dominada por la Catedral de Santa Maria del Fiore. La construcción de la imponente capital empezó en 1296, encima de la Iglesia de Santa Reparata, del siglo IV. En 1334, Giotto diseñó la famosa torre, con mármoles rosas, verdes y blancos. Brunelleschi ideó la cúpula en 1436, con la intención de que su proyecto superara el esplendor de los antiguos templos clásicos. En frente de la entrada principal de la catedral está el Baptisterio. El edificio es del siglo XI, aunque sus puertas fueron encargadas a Ghiberti en 1401.
Duomo y torre-campanario de Giotto |
Otro edificio importante de esta zona es el Bargello, construido entre 1254 y 1261, que primero fue la sede del gobierno de la ciudad y, luego, la cárcel. Desde 1865 es un museo y, actualmente, la Galería del Bargello recoge esculturas y bronces de Donatello y Miguel Ángel.
PLAZA DEL “DUOMO” (CATEDRAL) Y SAN GIOVANNI (SAN JUAN)
Plaza del Duomo, además de ser el centro del casco histórico, es, desde siempre, el corazón religioso de la ciudad, ya que, en la plaza, se encuentran los edificios religiosos más importantes de Florencia: la Catedral de Santa Maria del Fiore, el Baptisterio de San Giovanni y la torre-campanario de Giotto. Este barrio estaba dentro de las murallas de la antigua ciudad romana: recientes excavaciones en la zona de la Plaza han descubierto restos de las antiguas termas romanas. La zona se convirtió en el centro religioso de la ciudad cuando se construyeron el baptisterio y la catedral de Santa Reparata. Ésta última acogió, con una ceremonia solemne, el cuerpo de San Zanobi, que estaba en la cercana Iglesia de San Lorenzo. Antiguamente, la plaza era mucho más pequeña: el Palacio Episcopal estaba justo al lado del Baptisterio.
La Historia
En un principio, la zona de la Piazza del Duomo se ubicaba fuera de las murallas de la antigua ciudad romana. Para el tiempo paleocristiano, al fundarse el Baptisterio, el casco religioso se movió más al norte y se incluyó dentro de las murallas. En aquel entonces ya estaba la primera catedral, la Iglesia de Santa Reparata, cuya ubicación era más cercana al Baptisterio que la actual. Además, el centro de la ciudad albergaba el hospital, el cementerio, la casa parroquial, un par de iglesias más, el ya mencionado Baptisterio y el Palazzo Vescovile. Se han encontrado restos arqueológicos que muestran parte de las edificaciones de esos días. Esa inicial plaza era mucho más pequeña que la que conocemos hoy en día.
A finales del siglo XIII, la catedral de Santa Reparata, que era demasiado pequeña para acoger a los florentinos, fue derrumbada. En su lugar se construyó, como catedral de la ciudad, Santa Maria del Fiore. Para permitir la construcción del nuevo imponente edificio también se derribaron muchas casas.
Sobre esto, hay una interesante anécdota histórico-lingüística: algunos edificios que había que demoler pertenecían a la familia de los “Bischeri”. Éstos se negaron a vender sus propiedades, por lo que se oponían a la construcción de la nueva catedral, pero un desastroso incendio destruyó sus casas y la catedral pudo realizarse. De aquí viene la palabra "Bischero", una ofensa típica florentina para indicar a una persona poco inteligente.
En esencia los edificios de la Piazza del Duomo han permanecido inalterados hasta nuestros días. Las mayores modificaciones se dieron en el siglo XIX cuando se amplió la Piazza San Giovanni, se remodeló el Palazzo dei Canonici, se regularizó el contorno de la plaza, se amplió la zona que rodea la Catedral y se pusieron estatuas de A. di Cambio y Brunelleschi, los arquitectos del Duomo.
CATEDRAL DE SANTA MARIA DEL FIORE (EL “DUOMO”)
La catedral, dedicada a la Virgen con el nombre de “Santa Maria del Fiore” (de la Flor), fue construida sobre la antigua catedral de Santa Reparata, que se había hecho pequeña para acoger a toda la ciudadanía. Esta obra maestra del gótico es la cuarta iglesia más grande del mundo, después de San Pedro en Roma, St. Paul en Londres y la catedral de Milán.
La base de la Basílica tiene tres naves unidas a un enorme cimborrio que soporta la cúpula de Brunelleschi: la más grande que se ha construido de ladrillo.
La Historia
Fue diseñada por Arnolfo di Cambio, la construcción se extendió del año 1296 hasta el año 1368. Tras la muerte de Arnolfo di Cambio, el potente gremio del Arte de la Lana, que tenía la responsabilidad de controlar las obras, contrató primero a Giotto, que se preocupó sobre todo de la torre, y, luego, a Francesco Talenti, que modificó una parte del proyecto original de Arnolfo di Cambio. En 1380 se terminaron las tres primeras arcadas y la cubierta de las tres naves. La fachada original es demolida en 1587 por orden del Gran Duque Francisco I de Medici que decide construir una nueva, y las esculturas que la decoran son llevadas al Museo de la Obra de la Catedral. La reconstrucción de la fachada es la que vemos en la actualidad, completada en 1887 por De Fabris. Fue la más grande de Europa cuando finalizaron sus obras, contando con 153 metros de largo, 90 metros de ancho y 90 metros de altura. Las paredes están recubiertas de bandas de mármol de varios colores: blanco (de Carrara), verde (de Prato) y rojo (de Siena), alternándolas en vertical y horizontal. En la fachada principal se encuentran tres puertas de bronce, construidas entre 1899 y 1903 y están adornadas con escenas de la vida de la Virgen. Los mosaicos sobre las puertas son obra de Niccolò Barabino. Encima, pueden verse nichos con los doce Apóstoles y en el centro la Virgen con el Niño. Encima del rosetón se ubican los bustos de los artistas florentinos más importantes.
El Interior
El solemne interior de la iglesia, a cruz latina con tres naves sujetadas por tres pilares, da una extraordinaria sensación de vacío espacial. La pared interior de la fachada está dominada por el gran reloj litúrgico, con un fresco de Paolo Uccello de 1443. Las demás decoraciones originales, como los espléndidos coros de Donatello y Luca della Robbia, actualmente se conservan en el cercano “Museo dell'Opera del Duomo”.
En la basílica se conservan todavía cuarenta y cuatro vidrieras policromas originales, realizadas, bajo la supervisión de Lorenzo Ghiberti, por artistas como Donatello (es suya la “Coronación de la Virgen” en el tambor”, que se ve desde la nave), Andrea del Castagno, Gaddi y Paolo Uccello. En el fondo de la catedral hay cuatro ábsides, cada uno con cinco capillas; las sacristías de los Canónigos y de las Misas están separadas. En la parte de atrás del ábside está el altar dedicado a San Zanobi, primer obispo de la ciudad.
Dentro está cubierto de frescos de un maravilloso Juicio Universal. Giorgio Vasari fue el encargado de los trabajos (1572-1579), pero, tras la muerte del artista, los continuó Federico Zuccari con sus colaboradores. Las paredes que sostienen la cúpula contienen 8 estatuas dedicadas a los apóstoles.
Destacan muchas obras, entre ellas: los plafones de la sacristía de Benedetto y Giuliano da Maiano; los relieves sobre la puerta de la sacristía de Luca della Robbia; la decoración del reloj de la pared oeste de Paolo Uccello; escenas de la Divina Comedia de Domenico di Michelino; el coro de Bartolomeo Bandinelli y muchas más. También puede verse la tumba de Filippo Brunelleschi.
La Cúpula de la catedral
La Cúpula de Brunelleschi en el Duomo es una obra maestra de la arquitectura renacentista, producto del trabajo de Filippo Brunelleschi, arquitecto y escultor al que debe su nombre. Fue construida entre los años 1420 a 1437, y sustituyó a la anterior hecha en madera.
En 1420 se empezó a construir la Cúpula, que es el imponente y armonioso símbolo de la ciudad. Filippo Brunelleschi, primer arquitecto renacentista, para la construcción, tuvo que enfrentarse no sólo a problemas artísticos, sino también técnicos. Las tradicionales estructuras no eran suficientes para soportar el excesivo peso de la Cúpula.
Brunelleschi, después de años de estudios, inventó un nuevo y genial método de mampostería que le permitía a la cúpula autosostenerse durante la construcción. Este innovador sistema se basaba en una composición de ladrillos que se cruzaban, la pared a soga, consiguiendo levantar por primera vez una cúpula de forma octogonal y de doble emparedado sin la utilización de andamios. El resultado fue una doble bóveda autoportante. Sigue siendo la más grande de albañilería.
La cúpula se terminó en 1436 y fue consagrada por el papa Eugenio IV, aunque la fechada estaba sin terminar. El revestimiento actual, con decoraciones de mármol policromas blanco, verde y rosa, fue realizado por Emilio de Fabris a finales del siglo XIX. Originalmente medía 100 metros de alto pero, al agregarse la linterna, en 1446, y la esfera de cobre (obra de Verrocchio, 1466) pasó a tener 114 metros de alto y 45m de diámetro, pesa 37 mil toneladas. La decoración y estilo del interior de la cúpula se encargó G. Vasari y F. Zuccari, las escenas pintadas que hacen alusión al Juicio Final se pintaron entre los años de 1568 y 1579. Para subir al mirador de la cúpula hay 463 escalones presentando diferentes estilos y formas, a medida que se alcanza el último tramo el ascenso se va haciendo más vertical. La linterna de la Cúpula de Santa María del Fiore, finalizada de construir en 1461, le da una altura al Duomo de 107 m.
Cantoría de la catedral de Florencia
Además de la famosa cúpula, te recomendamos mirar con atención la "Cantoria", relieve en mármol realizado por Luca della Robbia para el púlpito del órgano de la catedral. No sólo es una de las obras más famosas del artista, sino que impresionan por los distintos niveles logrados en el relieve
En el siglo XX se descubrió que cerca de su entrada hay un descenso a la cripta que alberga la tumba de Brunelleschi.
el reloj de Paolo Uccello, situado en el interior sobre la puerta principal, que representa las veinticuatro horas del día, tal y como lo regula el sistema de «la hora itálica». Se trata de un reloj casi único en el mundo pues cuenta con solo una aguja, está diseñado con forma de estrella y sólo se puede acceder a su maquinaria interior a través de un estrecho pasadizo no abierto al público
Bajo Santa María del Fiore: excavaciones realizadas en 1965 bajo el suelo de Santa Maria del Fiore revelaron los restos de Santa Reparata -la catedral original, construida cuando Florencia era una colonia romana- dejando a la vista parte de sus espectaculares paneles decorativos, mosaicos y restos de la arquitectura romana, las tumbas de los papas Esteban IX y Nicolás II, y permitiendo distinguir parte de la traza inicial.
Leyenda: La leyenda del toro
Se dice que una joven mujer asomándose todas las mañanas por la ventana de su casa, cruzó la mirada con uno de los maestros carpinteros que trabajaban en la construcción de la catedral. Pronto se hicieron amantes y, cuando su marido descubrió la traición, los denunció al Tribunal Eclesiástico que ordenó un severo castigo para los dos.
Como venganza, el maestro carpintero colocó la cabeza de un toro de mármol blanco mirando a la casa de la mujer, para recordarle al marido su condición de traicionado. La cabeza del bovino se puede apreciar mirando hacia arriba en la parte izquierda de la catedral, entre Via Ricasoli y Via dei Servi.
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