viernes, 7 de diciembre de 2018

DE PASEO POR MALASIA: CAMERON HIGHLANDS (III): EN BUSCA DE LA RAFFLESIA

La Rafflesia arnoldii es una planta parásita del género Rafflesia, que se encuentra en los bosques húmedos y en las selvas del sudeste asiático, que desarrolla la flor más grande del mundo. Fue descubierta en Sumatra en 1818 por Thomas Stamford Raffles y Joseph Arnold.
Esta planta se encuentra en peligro de extinción por la deforestación. La flor de esta planta parásita puede medir hasta casi un metro de diámetro y pesar 11 kg, lo que la convierte en la flor más grande del mundo.
Las flores pueden alcanzar hasta casi un metro de diámetro y pueden llegar a pesar hasta 11 kilogramos, llegando a ser así la flor más grande del mundo, Amorphophallus titanum tiene una enorme inflorescencia con un gran número de flores minúsculas). Se trata de flores carnosas de color rojizo o anaranjado y de cinco lóbulos que permanecen abiertas entre cinco y siete días. Como ocurre con otras plantas con floraciones de gran tamaño, éstas solo se dan cada varios años.
Las flores, que desprenden un fuerte olor fétido (similar al de la carne podrida), son capaces de emitir calor. Se cree que ambos mecanismos les sirven para mimetizar el calor y el olor de un animal muerto y atraer la atención de las moscas carroñeras, que son los insectos que la polinizan.
La planta carece de hojas, brotes y raíces (solo es visible su flor) y por tanto no realiza la fotosíntesis. Es una planta que parasita a los árboles, creciendo sobre sus raíces, de donde obtiene los nutrientes necesarios.
Sus órganos vegetativos se reducen a una red de fibras celulares que se encuentran mayoritariamente entre los tejidos de la planta hospedadora o formando un órgano retorcido y subterráneo llamado rhizomatoide.

























































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