El Castillo de Vilafamés está situado en el extremo superior
del casco antiguo de la población, en lo alto de un montículo de fácil acceso.
Aunque el castillo de Vilafamés es de origen musulmán, fue
bastante reconstruido tras la reconquista cristiana de Jaime I en el año de
1233, especialmente en el siglo XIV por la Orden de Montesa y de esta época es lo que
principalmente se conserva.
Es de tipo montano. El tipo de piedra de la peña es rodeno
rojizo y ese mismo material y color es el elemento de piedra que lo constituye.
Ha sufrido fuertes transformaciones y diversas restauraciones a lo largo de toda la historia.
Es de planta irregular y los lienzos presentan torres en saliente.
La mayor parte del castillo que se observa hoy en día es de fábrica cristiana.
Está constituido por una serie de recintos defensivos, en desigual estado de conservación, que están escalonados hasta llegar a la cumbre que rematan en una gran torre que domina por completo el conjunto y la ciudad.
La pintoresca estampa de esta torre de planta circular y alzado troncocónico, con numerosas aspilleras que lo circundan, data del acondicionamiento que sufrió durante las Guerras Carlistas del siglo XIX para su empleo por parte de fusileros y artilleros. Pueden apreciarse grandes tramos de murallas. En la actualidad se encuentra restaurado, conservando gran parte de su estructura antigua.
La fábrica del castillo en gran parte es de mampostería irregular. Pero también es visible la sillería sobre todo en la torre y en los matacanes. En general en el castillo hay abundantes elementos arquitectónicos de carácter defensivos como: aspilleras, matacanes, almenas y saeteras.
El acceso no presenta puerta alguna y se basa en remontar
una serie de rampas sucesivas.
En el interior del recinto principal hay un patio de armas con dependencias irregulares en un extremo.
En el interior del recinto principal hay un patio de armas con dependencias irregulares en un extremo.
Las dependencias de la zona interior del castillo presentan las siguientes características:
Son dinteladas en sus puertas, amplios ventanales de 1 metro de alto por 70 cms de ancho. La función de estas dependencias sería la de habitaciones para las tropas o de sede de armamentos.
Las troneras y aspilleras presentes en los muros son de deriva interna muchas de las cuáles se realizan así con intención de defender el patio de armas desde el interior de las dependencias.
En la parte superior y adaptándose a las rocas de la cumbre está la torre circular y junto a ella un aljibe excavado en plena roca.
La torre se encuentra muy restaurada. La puerta de acceso es rectangular y dintelada. Presenta un remate de almenas. Se observan matacanes, pero están anulados. Es de planta circular en su interior.
Presenta cuatro
niveles:
* planta baja con troneras de buzón con finalidad defensiva del patio de armas
* primera y segunda plantas con aspilleras
* último piso que posee aspilleras pequeñas y matacanes.
En general en la arquitectura es manifiesta la modificación
del castillo para adaptarlo a las guerras carlistas, con las especiales
demandas de artillería.
Esta bajo la protección de la Declaración genérica
del Decreto de 22 de abril de 1949, y la
Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español
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