Los colores de los
vidrios se obtienen de cristal pirex coloreados previamente. Para poder hacer una artesanía con esta técnica, se necesita llegar a unos 2000
grados centígrados con los que se pueda moldear libremente.
El vidrio soplado se realiza con la ayuda de la
caña, tubo hueco metálico de 1,60 cm de longitud, El diámetro del tubo debe ser escogido dependiendo
del volumen del artículo a crear. Un tamaño estándar que se suele
emplear es el de ocho centímetros de diámetro, aunque para piezas muy
pequeñas se emplean diámetros menores, de tamaños de dos o tres
centímetros de diámetro con el que se logra
levantar vidrio del crisol. Al soplar dicho vidrio se logra una esfera
denominada posta, sobre la que el vidriero irá levantando sucesivas
tomas de vidrio hasta alcanzar el volumen de vidrio deseado. Dependiendo
de la pieza que se quiera realizar la caña será completada por el
ferre, tubo metálico macizo utilizado para levantar pequeñas porciones
de vidrio, denominado golpe, que el vidriero utilizará para realizar
decoración aplicada como hilos, asas, etc., y el puntil, tubo metálico
hueco pero cegado en sus extremidades, utilizado para cambiar la zona de
trabajo de la pieza durante el soplado. La marca del puntil en la pieza
de vidrio es sinónimo de pieza artesanal.
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