viernes, 28 de junio de 2024

ROMA (XVI): IGLESIA DE SANTA MARÍA DE LA CONCEPCIÓN DE LOS CAPUCHINOS. PLAZA BARBERINI. FUENTE DEL BABUINO

IGLESIA DE SANTA MARÍA DE LA CONCEPCIÓN DE LOS CAPUCHINOS Y Y CRIPTA DEI FRATI CAPPUCCINI

La Iglesia de Santa Maríaa della Concezione dei Cappuccini fue construida entre 1626 y 1631 bajo las órdenes del papa Urbano VIII. Es una de las iglesias más especiales de Roma por el macabro tesoro que albergan sus entrañas.

La iglesia desde el interior

El interior de la iglesia destaca por sus modestas dimensiones y una gran sobriedad que la hace completamente diferente del resto de las ostentosas iglesias de la ciudad, pero no es por esto por lo que la iglesia resulta un lugar tan especial.

El mayor atractivo de Santa María de la Concepción se guarda receloso entre las paredes de la Cripta de los Hermanos Capuchinos, un lugar capaz de poner los pelos de punta a gran parte de sus visitantes.

La Cripta de los Capuchinos

Tras la finalización de la construcción de la iglesia, en 1631, Fray Antonio Marcello Barberini ordenó el traslado de los restos mortales de los hermanos Capuchinos desde el cementerio principal hasta la cripta de la iglesia.

El cardenal encargó que los huesos trasladados fueran ordenados de forma “artística”, formando diferentes motivos decorativos cargados de gran simbolismo que resultan escalofriantes.

La cripta se encuentra dividida en seis pequeñas capillas decoradas con los huesos de más de 4.000 hermanos capuchinos fallecidos entre 1528 y 1870. Los huesos, ordenados de un modo siniestro, muestran diferentes elementos decorativos que resultan tan sorprendentes como macabros.

Además de los huesos ordenados de diferentes formas, en la cripta también se pueden ver algunos esqueletos completos ataviados con el hábito de los monjes capuchinos que llegan a producir verdaderos escalofríos.

Lejos de lo que pudiera parecer, las criptas no son la obra de una mente retorcida, sino de alguien que pretende mostrar la finalidad del cuerpo como un simple recipiente para el alma.










PLAZA BARBERINI

La Plaza Barberini es una de las más emblemáticas de Roma, fue construida en 1625 bajo las órdenes del cardenal Francesco Barberini, se encuentra situada al final de la Via Veneto, y resulta especialmente llamativa gracias a las dos fuentes realizadas por Bernini, las fuentes del Tritón y de las Abejas.

A escasa distancia de la plaza se encuentra el Palacio Barberini, un espléndido palacio barroco en el que se ubica la Galería Nacional de Arte Antiguo.

Fuentes de la Plaza Barberini

En el centro de la plaza se sitúa la Fontana del Tritone (Fuente del Tritón), realizada en 1643, en la que cuatro delfines sostienen al dios marino Tritón mientras este hace brotar un chorro de agua de una caracola. La fuente, realizada en travertino (roca sedimentaria) es una de las fuentes más notables realizadas por Bernini.




Algo más escondida en una de las esquinas de la plaza se encuentra la Fontana delle Api (Fuente de las Abejas), que constituye una de las obras más modestas de Bernini. Construida en 1644 en honor al Papa Urbano VIII Barberini, la fuente está decorada con grandes abejas que constituyen el emblema de la familia Barberini.



CALLE Y FUENTE DEL BABUINO

La Fuente del Babuino, así llamada del pueblo romano a causa de su aspecto feo, que veía la figura de un mono en la estatua situada encima de la pila, era originalmente una fuente "semipública", es decir, construida a expensas de un particular, el comerciante de Ferrara Alessandro Grandi, pero destinada para uso público. Este nombre pronto fue tan popular que el nombre de la calle, abierta por el Papa Clemente VII Médicis (1523-1534), se cambió por el de Via Clementina en su honor.

La fuente, construida en torno al año 1576, consistía en una pila de granito gris de la época romana, en la que se vertía el agua con una simple canela, sobre la que se colocaba una estatua de tamaño natural en toba esculpida que representaba a un Sileno tendido en un acantilado. Alessandro Grandi lo hizo colocar dentro de un espacio en la fachada principal de su palacio. El palacio pasó en el siglo XVII a la familia Boncompagni-Ludovisi que en 1738 se encargó de su completa renovación. La fuente se desplazó a la izquierda (en el número 49a) y se insertó en un marco similar al anterior, bordeado por dos pilastras y un arquitrabe decorado con dos delfines de travertino.

En 1877, a causa de los trabajos de construcción de la red de canalización, la fuente fue desmembrada: la estatua de Sileno fue colocada en el patio del Palacio Boncompagni, mientras que la pila sustituyó a la del abrevadero de la calle Flaminia, delante de la fuente de Julio III (1550-1555). Finalmente, en 1957, el Babuino fue reconstruido cerca del sitio original, pero en el lado opuesto de la calle, a la izquierda de la iglesia de Sant'Atanasio dei Greci.

La estatua de Sileno (antigua, pero con una cabeza insignificante) también ha sido identificada con el dios sabino Sanco Fidio Semicapro. En la tradición popular pasó a formar parte del grupo de "estatuas parlantes" (junto con Pasquino, Marforio, Madama Lucrezia y el Abate Luigi) que componían el "congreso de los ingeniosos", en el que se publicaban habitualmente las denuncias anónimas de los romanos, conocidos como "Pasquinate".





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