jueves, 4 de abril de 2024

ROMA (V): FOROS IMPERIALES

Los Foros Imperiales son ampliaciones del Foro Romano, realizadas por Julio César al final de la época republicana, y más tarde por varios emperadores: Augusto, Vespasiano, Nerva y Trajano. Se encuentran partidos en dos por la Avenida de los Foros Imperiales.

El Foro republicano llegó a ser muy pronto insuficiente para contener las actividades políticas y administrativas de la ciudad, capital de un floreciente imperio. Además de reorganizar el viejo Foro, César proyectó e hizo construir uno nuevo en las cercanías. Fue necesario expropiar un área ocupada por viviendas privadas y tuvo que pagar de las arcas imperiales la fabulosa suma de un millón de sestercios. Entre todos, destaca el Foro de Trajano, que se convirtió en el lugar más digno de la ciudad. Comprendía dos bibliotecas, una columna honoraria, una basílica, un templo, una gran estatua ecuestre de Trajano y un arco de Triunfo.

Pero el gran monumento es la Columna Trajana (113 d.C.) que, después de diecinueve siglos se yergue todavía con su primitivo esplendor. Cerca de su base fueron colocadas las cenizas del emperador, y la estatua en la cima. La columna consta de 19 bloques de mármol; a la cima se sube por una escalera interna de caracol. La parte más importante de este histórico monumento es la faja helicoidal de figuras de alrededor, que narra las hazañas bélicas de las tropas del emperador romano, como si fuera un libro desplegable esculpido en mármol, cuyos bajorrelieves explican en un formato espiral el sometimiento de los dacios. Aquí vemos los puentes que construyó Trajano, las fortalezas que atacó, los campos de batalla que destruyó y los enemigos que puso en fuga. La espiral está formada por 44 lajas, y alcanza la altura de 200 metros; en las 155 escenas se pueden contar hasta 2500 figuras. El gran conjunto arquitectónico estaba formado por una amplia plaza cuadrangular con pórticos y dos exedras o tribunas al descubierto.

Se entraba por el Foro de Augusto, a través de un arco triunfal dedicado a Trajano.

En la plaza, que tenía en el centro el monumento ecuestre al emperador, se asomaba la basílica pagana Ulpia, la mayor de Roma: por sus dimensiones puede ser comparada con la Basílica de San Pedro.

Además de la basílica, estaban las dos bibliotecas, una griega y otra latina, entre las que se erigía la columna trajana.

Más allá debía existir el colosal templo de Trajano ,hecho construir por su sucesor, hoy desaparecido. En su lugar se ven dos iglesias, el Palacio del Municipio y otros edificios, entre otros la casa de Miguel Angel.

Entre los restos arquitectónicos, destacan los Mercados, que, mediante una serie de edificios escalonados, resolvieron los problemas de espacio y dieron una solución estética a todo el conjunto.











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