Está situada en la localidad soriana de Casillas de Berlanga, en la Comunidad Autónoma de Castilla-León. Es de estilo mozárabe, fue construida en el siglo XI. Fue declarada Monumento Histórico Nacional en 1917, en la categoría de Monumento. Y conforma junto con la ermita de San Miguel de Gormaz y la Vera Cruz de Maderuelo, la trilogía pictórica románica por excelencia de la Castilla medieval.
La ermita de San Baudelio se ubica en un paraje aislado a escasos dos kilómetros al sureste de la pequeña localidad soriana de Casillas de Berlanga, asentándose sobre una suave ladera que desciende hacia el curso del río Escopete.
Es considerada una de las primeras fundaciones cristianas en el avance de Castilla sobre la Marca Media del Califato, quizás planteada como una avanzadilla repobladora en los territorios de frontera de la Extremadura castellana, pues se construyó en un territorio de frontera, muy probablemente, ocupado por musulmanes que se convirtió en testigo mudo de un cambio profundo de la liturgia cristiana, era enclave estratégico por la suma de aspectos y decoraciones árabes, bizantinas, románicas y occidentales.
Fue construida en honor a San Baudelio, mártir galorromano del siglo IV, cuyas reliquias procedentes de Nimes se repartieron por el territorio hispano visigodo.
Junto con la soriana Ermita de San Miguel de Gormaz y la segoviana Vera Cruz de Maderuelo, la Ermita de San Baudelio conforma la trilogía de la pintura románica por excelencia de la Castilla medieval.
Es la construcción mozárabe situada más al sur dentro del territorio cristiano, reuniendo bastantes características musulmanas. Se puede considerar que es una muestra de la convivencia entre culturas y creencias religiosas diferentes
Está considerada como La Capilla Sixtina de la pintura mozárabe
Historia
Documentalmente la existencia de este lugar se conoce desde 1136, cuando se hace mención sobre el edificio, en el "monasterio sanctiBaudiliquodcircam berlanga situmest" en ella se hace referencia a un monasterio construido por mozárabes junto a una gruta puesta bajo la advocación de San Baudelio, en tiempos visigodos, es más que probable que los orígenes cristianos del lugar se remontasen a varios siglos atrás, ya que la pequeña cueva aún conservada y accesible desde el interior del templo parece un lugar más que propicio para el retiro de un eremita o anacoreta en tiempos de la Hispania Tardorromana y Visigoda, en donde vivía una pequeña comunidad dependiente de la diócesis de Sigüenza.
Tras la Reconquista cristiana se suceden a lo largo del siglo XII las noticias que aluden como tal al Monasterio de Sancti Bauduli, un cenobio que, a juzgar por sus pequeñas proporciones, acogería a una comunidad bastante modesta siempre dependiente de la mitra de Sigüenza.
En el siglo XIII la comunidad monacal quedaría extinguida según parece extraerse de las fuentes documentales que se refieren a San Baudelio ya no como monasterio, sino como un humilde centro de devoción rural bajo el poder del cabildo seguntino y al cuidado de distintos ermitaños custodios encargados de su mantenimiento y protección a lo largo de los siglos.
Durante el siglo XIX, tras la desamortización de Mendizábal, la ermita y los terrenos de su entorno pasaron a manos de particulares. Doce vecinos de Casillas de Berlanga fueron los que realizaron su adquisicióny, pese a que en 1917 fue declarada Monumento Nacional, no pudo evitarse que las singulares pinturas románicas que ornamentaban su interior fuesen vendidas por los vecinos de Casillas, motivo por el cual en la actualidad se encuentran dispersas entre el Museo del Prado de Madrid y distintas pinacotecas estadounidenses.
La iglesia fue dedicada a san Baudelio, santo galorromano que vivió en el siglo IV y que fue martirizado en Nimes (Francia). Su culto aparece ya documentado en los pasionarios mozárabes (libros que se utilizaban en la liturgia hispano-mozárabe).
Características
El edificio se encuentra construido sobre una terraza de caliza, a la boca de una cueva que posiblemente sirvió para alojar a algún ermitaño al final de la antigüedad o Alta Edad Media. Esta cueva está situada al lado de una fuente que aún mana agua.
En la parte posterior de la iglesia se ve claramente la estructura formada por dos dos cubos. La forma cúbica simbolizaba la perfección y firmeza de toda obra cuadradacuerpos yuxtapuestos y la perfecta adaptación a un terreno irregular. El cuerpo principal, cubierto a cuatro aguas, y el menor, que corresponde al presbiterio, a dos aguas. En la cabecera se abre una estrecha ventana rectangular, que ilumina el presbiterio
En el exterior en la parte del ábside se encuentra una necrópolis rupestre que ofrece más de treinta tumbas antropomorfas, toscamente talladas y en algún caso asociadas a modo de panteón. Están orientadas de este a oeste, cubiertas con lajas, y los muertos eran colocados en posición decúbito supino (la espalda contra el suelo), fueron enterrados niños y adultos. Están fechadas entre los siglos XI y XII.
Durante los años 1976-78 se realizaron excavaciones al lado de la iglesia donde encontramos los restos que constatan la existencia de un núcleo de habitación en esa zona, sobre todo en el sector norte, y pueden datar entre la mitad del siglo XI-XII, hasta finales del siglo XV.
En los alrededores se han encontrado restos de actividades agrícolas y ganaderas, con lo que se corrobora la existencia de un núcleo de habitación.
En el lado derecho del templobrota un manantial, importante para la vida diaria de los habitantes de este antiguo monasterio.
Exterior
El templo está realizado en mampostería sobre una base de grandes sillares, y exteriormente no tiene ningún tipo de decoración, como podemos ver en otras iglesias de del siglo XI como la de san Miguel de Gormaz o Fuentearmegil.
La construcción se presenta como una sencillísima estructura a base de dos módulosde planta rectangular: uno mayor que se corresponde con la nave que está cubierta a cuatro aguas; y otro de menores proporciones que alberga el ábside, el cual, queda ligeramente desviado respecto a la canónica orientación al asentarse a un nivel superior adaptándose así a las irregularidades del terreno, cubierto a dos aguas.
Es un edificio de planta cuadrada, prolongada en un ábside sobreelevado cuadrado cubierta con bóveda de cañón. Este ábside tiene una ventana de herradura, que es la encargada de iluminar el altar mayor. La separación entre la nave principal y el ábside se realiza por un arco de herradura, de estilo califal, con dos escalones para subir al ábside. En la parte superior derecha se abre una saetera por la que penetra la escasa luz que ilumina su interior.
La cubierta era de
sillar hasta 1894, cuando fue reemplazada por teja.
San Baudelio consta de dos puertas de acceso:
la principal en el muro norte mediante un arco doblado de herradura
otra lateral en el lado occidental que da acceso a la parte superior de la tribuna,es un arco de medio punto horadado en el hastial occidental en su punto más elevado, siendo accesible a través de una pequeña escalinata que salva la inclinación de la ladera. Se piensa que era el lazo de unión con el antiguo monasterio; hoy en día comunica con el coro o parte superior de la tribuna interior.
Hay quien conjetura que esta puerta es más románica que prerrománica por tener doble arquivolta y por considerar que la herradura es falta pues son las impostas las que, al sobresalir, generan la sensación de arco ultrasemicircular. No obstante, nada tiene de románica, ni por estar en cuerpo resaltado, ni contar ningún tipo de columna, escultura, molduraciones, etc. Además, este tipo de conformación de arcos se da en otras iglesias prerrománicas de la cercana provincia de Burgos.
También tiene dos vanos muy estrechos, con derrame interior, uno en el ábside y el otro a la izquierda de la portada principal, por donde penetra la luz exterior.
Interior
La puerta de entrada se abre en doble arco de herradura. Viendo su sencillo y sobrio exterior, no podemos imaginar lo que vamos a encontrarnos en su interior.
La nave principal es un cubo de 8,50 por 7,30m, con una altura interior máxima de casi 10m, al que está adosado un ábside de 4,10 por 3,60 y por unos 6m.
La mitad oriental de la nave es diáfana, pero en la mitad occidental hay un conjunto de tres filas de seis sencillas columnas cada una, que soportan arcos de herradura irregulares y que crean cinco estrechas naves. Este conjunto da la sensación de formar una pequeña mezquita de menos de dos metros de altura, sin ningún antecedente en el arte mozárabe y románico español. En su costado sur da acceso a la cueva excavada en la roca que se supone fue el origen de la vida eremítica en el lugar
Ábside
En el interior se
separa el espacio de la nave de la zona del altar mediante un arco de herradura
y unos escalones que salvan el desnivel. Se ubica en el interior del pequeño
ábside cuadrangular cubierto por una bóveda de cañón, separado de la nave por
unos escalones y un bonito arco con el intradós decorado. Posee un altar mayor
construido en piedra.Conserva frescos de carácter religioso.
Columna central
Estamos ante una iglesia de plan central con una nave que conforma un espacio rectangular abovedado. Es una nave de reducidas proporciones, lugar donde se ubicaban los laicos. Está cubierta por una bóveda deprimida esquifada que apoya en una robusta columna central desde la que parten ocho nervios radiales que, engendrando arcos de herradura y evocando la forma de una palmera, los nervios de esta palmera descansan sobre ménsulas, unas en los ángulos y otras en los comedios de los muros, los cuales tienen más de un metro de espesor.Mide 1 metro de diámetro y 5 metros de alto de la que arrancan ocho “ramas” en forma de arcos de herradura peraltados. Los nervios se juntan formando la mencionada bóveda esquifada dividida en ocho plementos que cubren una nave de planta rectangular, una nave que no encuentra paralelismo en la arquitectura altomedieval hispánica; el único ejemplo comparativo de la misma época pudiera ser la ermita de Santa María de Peñalba en Arnedillo (La Rioja).
La palmera forma parte tanto de la iconografía cristiana como de la musulmana y fue entendido por los “beatos” como modelo de planta sólida y protectora.La palmera es un símbolo sufí, un árbol sagrado para los árabes.
En el pilar central, justo encima del nacimiento de los ocho arcos que soportan la bóveda, aprovechando el hueco que los arcos generan en una zona en la que el pilar ya no tiene funciones de soporte. El resultado es un espacio de forma cilíndrica, de aproximadamente un metro de diámetro por dos de altura que se comunica con el exterior mediante ocho pequeñas ventanas en arco de herradura, de unos 24cm de anchura, situadas entre los grandes arcos del soporte central, que permiten observar el interior cubierto por una cúpula califal cuidadosamente decorada, semejante a las de la mezquita de Córdoba y a las del Cristo de la Luz de Toledo, formada por una doble armadura de seis nervios en arco de herradura y otros dos que se cruzan en el centro. Desde la base de la iglesia en los pies de la palmera es muy difícil observar la existencia de ese hueco, en lo alto de la columna.
Ha sido precisamente la existencia de este pequeño espacio elevado y aislado uno de los motivos por los que, siempre a nivel popular y sin que exista ningún documento que lo constate, la ermita de Casillas haya sido puesta en relación con distintos cultos mágicos y ocultos, algo difícilmente demostrable.
También se ha intentado explicar la existencia de este espacio en relación con prácticas penitenciales o espirituales de los eremitas. Según esta teoría, tan singular espacio sería un lugar de aislamiento para algún ermitaño que, emulando a los primeros estilitas, eligiese la parte alta de una columna como lugar de retiro y penitencia espiritual.
Tribuna
A los pies de la nave se encuentra una tribuna, se accede a ella desde el exterior, por una puerta al efecto, o desde el interior por una escalera de peldaños de piedra encastrados en la pared. La portada de acceso está formada por un arco de herradura, de doble arquivolta, situada en el muro lateral noreste. La tribuna está rematada en el centro de la misma por una pequeña estructura a modo de templete abierto mediante un arco de herradura y cubierto al interior con bóveda de cañón
En la tribuna destaca una pequeña capilla de planta cuadrada y de bóveda de medio cañón, a la que se accede a través de un arco de herradura.Es posible que este espacio estuviera reservado para la comunidad monástica, tal y como se puede leer en el canón XVIII del IV Concilio de Toledo del año 633 se recomienda un lugar donde el clero debía colocarse en las iglesias: “Sacerdos et levita ante altareconmunicent, in choro clerus, extra chorumpopulus.
Ésta tribuna está apoyada sobre 18 columnillas, que dan lugar a diez pequeños espacios (5 + 5), con arcos de herradura y bóvedas escarzanas al interior, cubiertos con bovedillas esquifadas. En lugar de capiteles tiene ábacos cúbicos y las basas son toscas, el conjunto está dividido en cinco naves y tres tramos. El más próximo a la columna sólo consta de un elemento modular de los que se compone el conjunto y que en la tribuna origina una capilla con una ventana ajustada en eje con la puerta, también con arco de herradura. Todo el conjunto está construido y distribuido según el sistema de proporción del número áureo. Todo él, aparentemente, es fechable en torno a mediados del siglo XI. Esta tribuna tiene cierta similitud con una mezquita de cinco naves.
La parte baja de esta tribuna da acceso a una gruta natural que es el punto de origen de la ermita,según la tradición,esta gruta excavada en la roca junto a una fuente fue el primer núcleo de habitación de algún eremita. Posteriormente sobre ella se construiría un pequeño cenobio. La grutatiene dos pequeñas galerías en ángulo.
Tanto ese bosquecillo de columnas que sin duda evoca la disposición en naves de una mezquita hispanomusulmana; como ese templete de la tribuna que recuerda a los primitivos mihrabs califales, han hecho que exista quienes hayan querido relacionar San Baudelio de Casillas con un edificio de culto islámico
A lo ya indicado, se suman otras innegables coincidencias formales con lo musulmán, como el volumen cúbico de la nave, al estilo de la Kaaba y que las esquinas -no las caras- del edificio se orienten hacia lo puntos cardinales, al modo islámico no cristiano.
Actualmente se descarta oficialmente esta posibilidad y se justifican sus relaciones con lo musulmán a los intercambios e interrelaciones culturales propios de un territorio de frontera como fue la Soria alto-medieval, y que incluso durante los siglos del románico, siguen poniéndose de manifiesto en numerosos templos cristianos.
No obstante, la posibilidad de que, en inicio, San Baudelio fuera una mezquita luego cristianizada no debe ser completamente descartada. Otra teoría también debería quedar abierta, la de un edificio destinado inicialmente para una comunidad de monjes cristianas pero construido por mano de obra árabe.
Pinturas murales
El interior de la ermita de San Baudelio de Berlanga estaría, en origen, cubierto de pinturas murales figuradas, hecho por el cual fue bautizada como "la Capilla Sixtina del arte mozárabe".
El programa iconográfico de San Baudelio es religioso interpretado, en algunas escenas, como representaciones de la vida cotidiana y de la fauna real y fantástica. Cacerías, halconeros y guerreros, un elefante, un oso y un dromedario conviven con cortinajes pintados imitando textiles y escenas religiosas que narran milagros, tentaciones, la ciudad de Jerusalén, la adoración de los Magos, la Última cena o la Pasión.
Las pinturas fueron realizadas con el procedimiento de pintura a la cal. Una técnica muy utilizada en el estilo románico que consistía en fijar el color por medio de carbonatación de la cal. Tras un enlucido de cal –todavía húmedo– se ejecutó al fresco tanto el dibujo preparatorio, como los fondos y las primeras manchas de color de las escenas; no obstante, algunas de estas capas pudieron ser mezcladas con cal (fresco a la cal). Luego, sobre este estrato seco –o bien en fase de secado–, se acabó la pintura con pigmentos mezclados con cal (pintura a la cal) o bien aglutinados con un ligante orgánico a base de aceite y proteína".
Los pigmentos naturales utilizados fueron el ocre amarillo y el marrón o pardo, un óxido de hierro para los rojos que mezclado con blanco proporcionaba el rosado cálido de los ropajes, siena tostado, tierra verde, blanco de carbonato de calcio con una pequeña porción de sulfato de calcio y negro azulado de carbón negro y carbonato de calcio, además de un azul verdoso que podría proceder de una mezcla de azurita-malaquita
En un primer momento la iglesia se enlució en blanco sin decoración pictórica, realizándose la decoración entre 1129-1134, según parece, ya que su cronología sigue siendo complicada.
Hoy en día podemos ver la impronta de las pinturas tras ser arrancadas en la década de los años 20 del siglo pasado permanece en los muros
Autoría:
Mientras que unos autores hablan de dos talleres sucesivos diferenciando entre pinturas altas y bajas (hay quien identifica hasta tres), otros sostienen la teoría de que fueron distintas cuadrillas (con su propia personalidad más o menos arabizante) dentro de un mismo taller quienes ejecutaron contemporáneamente la totalidad del programa pictórico, cuya fecha más plausible parece la primera mitad del siglo XII, es decir, coetánea a la decoración de iglesias catalanas como Tahull, o castellanas como Maderuelo o San Miguel de Gormaz.
Al Maestro de Maderuelo o Primer Maestro de Casillas se le deben todos los temas decorativos de arquerías y bóvedas, las grandes escenas bíblicas y las pinturas del ábside.
Al Maestro de San Baudelio, se le deben las escenas cinegéticas de la zona
baja, que són las pinturas más originales.
Y al tercer Maestro de San Baudelio, más modesto, las pinturas del interior del
coro o tribuna.
Las últimas teorías, entre las cuales destaca la de Milagros Guardia, hablan de una unidad del conjunto pictórico, influido por “modelos de origen diverso, de tradición clásica y musulmana”. Sus investigaciones han dado un vuelco a todo lo, que hasta el año 1982, se tenía como posible. Guardia mantiene que las pinturas, que hasta ese momento se consideraban parte mozárabe y parte románica, se realizaron en un mismo periodo de tiempo, en un mismo taller, pero llevadas a cabo por artistas diferentes. Este tallertrabajaba entre Castilla y Aragón, de donde trajo las influencias que en la obra se observan del mausoleo de Centcelles en Tarragona y de santa María de Taüll, en Lérida.
En el conjunto podemos distinguir tres partes diferenciadas: las pinturas del ábside, la nave o cuerpo de la iglesia, y la tribuna.Las pinturas se encuentran cubriendo toda la parte situada desde la clave de la puerta de acceso hasta la bóveda, excepto en la zona de la escalera interior que accede a la tribuna, en que arranca desde el suelo y sigue el ascenso de la escalera hacia ella.
Las pinturas murales que cubrían la totalidad de las paredes de la ermita están datadas, a finales del siglo XII o principios siglo XIII. Son una de las muestras más antiguas de pintura románica.
Las pinturas se pueden dividir en dos registros:
En la parte inferior se encontraban las pinturas de temática profana. En ellas abundan las composiciones de cacería y escenas de animales de gran originalidad, tales como: un elefante portando encima un castillo de tres torres, la representación de un oso y la de un dromedario.
En los registros superiores y en la zona del ábside se encontraban mientras que las pinturas religiosas. Éstas narran temas de la vida de Cristo y presentan una mayor complejidad compositiva y cromática.
En
la zona del altar destacaban las imágenes de San Nicolás y San Baudelio, así
como la paloma del espíritu santo en el centro del arco que enmarcaba la ventana
abocinada del ábside.
Venta de las pinturas, un expolio legal de San Baudelio
La ermita de San Baudelio es una joya única en el mundo, pero no puede contemplarse en su integridad a día de hoy porque entre los años 1922 y 1924 se materializó uno de los expolios legales con mayores consecuencias para la historia del arte español.
En esas fechas los 10 vecinos de Casillas y legítimos propietarios del templo, después de un importante litigio en el que intelectuales sorianos y nacionales intentaron paralizar el proceso.
Los primeros veredictos son favorables a los defensores de Patrimonio, a pesar de dar por válida la venta, los italianos son obligados a restituir las pinturas. Por lo tanto, por un periodo de dos años 1923-1925, las pinturas vuelven a San Baudelio.
Pero el Tribunal Supremo avaló, con una sentencia fechada a 12 de septiembre de 1923, la venta a Leone Leví, anticuario italiano que recibió un encardo del coleccionista Gabriel Dereppe, que a su vez trabajaba para el anticuario internacional J. Demotte. Las pinturas fueron vendidas por la cifra de 65.000 pesetas.
A pesar de que esa misma sentencia del Alto Tribunal confirmaba el carácter de Monumento de la ermita, y hacía referencia expresa a la obligación de una autorización del ministerio para cualquier modificación que se intentara hacer en el templo, las pinturas fueron arrancadas a finales de julio de 1924. También se demostró la ineficacia de la Ley de Monumentos porque, aunque prohibía la exportación al extranjero de todo o parte de ningún Monumento, no fue capaz de evitar que buena parte de las pinturas de San Baudelio acabasen instaladas en varios museos de los EEUU.
Los encargados del arranque de los frescos fueron expertos italianos. Éstos utilizaron la técnica del “strappo”, extrayendo solo una capa superficial dejando parte del dibujo en el muro, estos vestigios que quedaronn en los muros se conocen como “improntas”.
Los frescos fueron trasladados a lienzos, un total de 23 que en un primer momento llegaron a Londres y después fueron enviados a Estados Unidos. En 1927 el Museo de Boston compró la Santa Cena-el Friso de Meandros y las Tres Marías ante el Sepulcro. El resto pasaron a ser propiedad de particulares (H.G.C. Clowes y M. Martindale), quienes años más tarde las donaron a diversos museos norteamericanos: Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, sección de los Claustros; al de Indianápolis; y al de Cincinnati.
En 1957, el gobierno
español consiguió cerrar el intercambio de algunas de esas pinturas por el
ábside de la iglesia románica de San Martín de Fuentidueña (Segovia), que
actualmente también se expone en el Museo Metropolitano de Nueva York. Las seis
escenasde
las pinturas románicas que entonces se recuperaron no volvieron a su ubicación
primitiva, sino que se custodian en el madrileño Museo del Prado, la
temática pictórica va desde escenas de caza, bélicas, profanas y formas
geométricas, con un claro influjo oriental inspiradas en cerámica y marfiles de
la época califal cordobesa.
De las pinturas que salieron fuera tenemos: El Dromedario, La curación del
ciego y La resurrección de Lázaro, La Tentación de Cristo, Las tres Marías ante
el sepulcro, La Santa Cena, Las bodas de Caná, Entrada a Jerusalén y el Halconero.
Entre
las que se encuentran en España tenemos: La caza del ciervo, La cacería de
liebres, El guerrero, El elefante, El oso y El cazador.
En 1965 se llevaron a término las obras de restauración de las pinturas que todavía quedaban en la iglesia y que no habían sido arrancadas.
Sello
El día 7 de abril de 2022, se emitió un sello de correo perteneciente a la serie «Patrimonio artístico» dedicado a la «Ermita de San Baudelio. Casillas de Berlanga. Soria».
Características técnicas:
– Procedimiento de impresión: Offset.
– Soporte: Estucado, engomado, fosforescente.
– Formato del sello: 40,9 x 28,8 mm (horizontal).
– Dentado del sello: 13 3/4 (horizontal) y 13 1/4 (vertical).
– Efectos en pliego: 25 sellos.
– Valor postal del sello: 1,75 €.
– Tirada: 135.000 sellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario