viernes, 25 de abril de 2025

ALMAGRO (I)

La localidad de Almagro se encuentra situada en la comarca del “Campo de Calatrava” en la provincia de Ciudad Real.

Se asienta en una pequeña cordillera y en la zona volcánica del Cerro de la Yezosa, unas de las regiones volcánicas más importantes de la Península ibérica.

Esta comarca junto con la región de Olot (Gerona) y el Cabo de Gata (Almeria), es una de las pocas regiones volcánicas de la península. Con más de 250 volcanes y calderas.

Su casco histórico fue declarado Conjunto histórico-artístico en 1972.

Hay dos teorías sobre el origen de su nombre quien lo asocia con (al-magra) "la arcilla roja" del árabe المغرة aunque también hay quien lo relaciona con un castillo árabe denominado المغرب (al-magrib) "el oeste". 

 


HISTORIA

Aunque desconocemos el pasado prehistórico de Almagro, es probable que existiera un asentamiento en la Edad del Bronce del que hay indicios en el entorno de las Casas Maestrales y en parajes exteriores al centro urbano. Es posible que en la época romana también fuera habitado, pues Galiano y Ortega creyó ver un acueducto en el actual Paseo de la Estación.

De tiempos visigodos no quedan vestigios salvo algunas columnillas, decoradas con rombos tallados a bisel desperdigadas por la población.

Según la tradición cultural, su origen fue un pequeño castillo almohade, denominado “Almagrib”, levantado para controlar el tránsito entre los caminos y rutas que enlazaban la ciudad de Toledo y Córdoba. Este nombre hace alusión a la característica arcilla rojiza con gran cantidad de óxido de hierro, que se encuentra en esta comarca. El color “almagre” se utiliza para pintar vigas y columnas y está presente en la actualidad, en el colorido de la Plaza Mayor y otros edificios del municipio.

Siglo XIII.

Almagro, oscurecida por la proximidad de Oreto y Calatrava la Vieja, entrará en la historia de la mano de la Orden de Calatrava, cuyos maestres la elegirían en el siglo XIII como lugar de residencia y centro gubernativo de sus posesiones.

La tradición quiere que el maestre D. Gonzalo Yáñez concediera Fuero a la Villa en 1213, confirmado por Fernando III en 1222. La realidad es que en 1273 Alfonso X convocó Cortes en Almagro y en 1285 se efectuó la escritura de Conveniencia entre el maestre Ruy Pérez Ponce y los almagreños sobre los hornos, el zocodover y los portazgos.

Siglo XIV.

La villa está amurallada, tiene una parroquia, San Bartolomé el Real, edificios públicos como las carnicerías, el alholí o pósito, la cárcel, casas del Concejo, un castillo absorbido por las Casas Maestrales.

El avance de la reconquista hizo que se reunieran aquí las tropas camino de la frontera y Pedro I mandará apresar al maestre Juan Núñez de Prado, en 1355, en las Casas Maestrales. La villa gozará de dos ferias concedidas en 1374 por Enrique II a petición del maestre D. Pedro Núñez de Godoy y verá reunirse los Capítulos Generales de la Orden tanto en la capilla de San Benito de los Palacios Maestrales, como en la iglesia de Santa María de los Llanos, ambas desaparecidas.

Siglo XV.

La incorporación del maestrazgo a la Corona en 1487 no variará la situación, apenas un cambio de inquilino; ahora, las Casas Maestrales serán habitadas por el Gobernador.

En 1493 Cisneros dirige la fundación del monasterio de franciscanos de Santa María de los Llanos, que se anexionará la iglesia del mismo nombre, desaparecido en la actualidad.

Los problemas financieros del emperador Carlos hicieron a los banqueros alemanes Fugger (o Fúcares) beneficiarios de las rentas de las minas de Almadén y los vincularon a Almagro, llegando a la ciudad sus administradores: los Wessel o los Xedler (castellanizados como Jédler).

Siglos XVI y XVII.

La villa crece y se embellece, sale de las murallas, creándose los arrabales de San Pedro, Santiago, San Ildefonso, San Juan, San Sebastián y San Lázaro. El clavero Fernando Fernández de Córdoba funda el monasterio y universidad de Nuestra Señora del Rosario. El comendador mayor D. Gutierre de Padilla funda el Hospital de la Misericordia y el Monasterio de la Asunción de Calatrava. Se construyen la iglesia parroquial de Madre de Dios, el convento de la Encarnación, las oficinas de los Fugger (o Fúcares) y multitud de casas particulares. Se reforman la iglesia de San Blas, la Plaza Mayor, el Ayuntamiento, etc.

La crisis de los últimos años del siglo XVI y comienzos del XVII no frena la fiebre constructora en Almagro, los franciscanos levantan el Convento de Santa Catalina, se instalan los agustinos, los jesuitas, los hermanos de San Juan de Dios y construyen su palacio los ascendientes del Conde de Valdeparaíso.

Leonardo de Oviedo, en 1628, solicita el permiso para la construcción del Corral de Comedias. 

Siglo XVIII.

Almagro durante el siglo XVIII, será la capital de la provincia de La Mancha (1750-1761) gracias a los buenos oficios de Juan Francisco Ruiz de Gaona y Portocarrero, primer Conde de Valdeparaíso y Ministro de Hacienda del rey Fernando VI, que también promovió la construcción de un Cuartel de Caballería. Al perder la capitalidad, Almagro recibió el título de ciudad; una ciudad en buena posición económica, que contaba con una fábrica de blondas, y que fue afectada por el terremoto de Lisboa en 1755, destruyéndose la iglesia de San Bartolomé el Real y viéndose muy afectada la actual iglesia de San Agustín.


Siglo XIX.

Los calatravos, cansados de la aspereza del castillo de Calatrava la Nueva, la dejan y trasladan el Sacro Convento a Almagro; pero la comodidad duró poco: la invasión francesa, las guerras carlistas y la desamortización de la iglesia, la ciudad sin fuerzas, sin universidad, sin recursos.... A pesar de todo, los almagreños confían en el futuro de una ciudad moderna con plaza de toros (1845), telégrafo (1858), ferrocarril (1860), cuartel provincial de caballería (1863), casino y teatro (1864) y luz eléctrica (1897). El progreso también tiene servidumbres y en 1886 se derriban las murallas y las puertas de la ciudad.

Siglo XX.

En el año 1953 se descubre el Corral de Comedias; un año después, en 1954, se restaura y el 14 de mayo de 1955 fue declarado Monumento Nacional. También se restauran el Ayuntamiento y el conjunto de la Plaza Mayor. En 1972, Almagro es declarada Conjunto Histórico-Artístico. Se restauran y rehabilitan hermosos edificios: no solo iglesias o palacios, sino también modestas viviendas y ermitas. Nace el Museo Nacional del Teatro, que en el año 2004 se reubica en el rehabilitado edificio de los Antiguos Palacios Maestrales.

CORRAL DE COMEDIAS

El Corral de Comedias de Almagro es el único que se ha conservado intacto y en activo desde principios del siglo XVII hasta nuestros días.

Los Corrales de Comedias solían coincidir con los patios de mesones, posadas o casas de vecinos, en los que, aprovechando sus propias características, se adaptaban para las representaciones de comedias durante el Siglo de Oro Español. Se llamaban Comedias a todas las obras teatrales profanas en sus tres géneros: la tragedia, el drama y la comedia propiamente dicha. En el siglo XVIII se decreta el cierre de los Corrales, transformándose algunos en teatros a la italiana, aunque la mayoría fueron poco a poco, demolidos.

El Corral de Comedias de Almagro fue construido en 1628 por Leonardo de Oviedo a partir de una remodelación del antiguo Mesón del Toro. La reforma consistió en la construcción de un tablado, mientras que, en las crujías restantes, donde se ubicaría el público, se imitó el esquema compositivo de la Plaza Mayor.

El patio era utilizado como lugar de acceso al resto de las dependencias que rodeaban su entramado de madera, tanto cuando se utilizó como espacio escénico, como cuando fue mesón. Después, al convertirse en Posada de las Comedias, las diferentes estructuras fueron cubiertas para el mejor aprovechamiento de un espacio que fue segregado horizontalmente por las propiedades colindantes.

En 1954 este Corral fue descubierto y comprado su patio por el Ayuntamiento. Tras sucesivas restauraciones, en la actualidad funciona como teatro y acoge una intensa actividad, además de durante el Festival Internacional de Teatro Clásico, también el resto del año.

Es un patio de unos 300 m² y con un aforo de unas 300 personas.    

Se caracteriza por la pintura de sus pies derechos de madera en color "almagre", la cual contrasta bellamente con el blanco de las paredes.

Recientemente se ha presentado la Candidatura del Corral de Comedias de Almagro a Patrimonio Mundial de la Humanidad.

 

Partes del Corral de Comedias

El Zaguán. Acceso desde la calle al recinto; durante las obras de restauración de los años 50 apareció allí una baraja fechada en 1725, hoy conservada en el Museo Nacional del Teatro.

La Alojería. Soportal frente al escenario donde se vendía, además de fruta y frutos secos, la Aloja, bebida elaborada con agua, miel y especias.

El Patio. Patio central del edificio que por tener los precios más baratos ocupaban de pie los hombres de clase social más baja. Si pagaban algo más, podían sentarse en gradas bajo los soportales.

La Cazuela y la Tertulia o Desván. El primer corredor frente al escenario ocupado por mujeres que accedían a él por una entrada diferente a la de los hombres, por no permitirse en el recinto la relación entre ambos sexos. La Tertulia o Desván es el corredor sobre la Cazuela.

Los Aposentos o Galerías. Corredores a modo de palcos en altura, a derecha e izquierda y de mayor precio que el resto de las localidades, reservados a familias de mayor poder adquisitivo caso de los “principales de la ciudad” (regidores y alcaldes del concejo). Allí sí podían mezclarse hombres y mujeres. Haciendo gala de su posición social, lugar privilegiado para ver y ser vistos.

El Tablado. Escenario, bajo el que se encontraba la bodega que hacía las veces de camerino de actores y daba entrada a escena a los personajes del inframundo a través del escotillón, trampilla situada en el tablado. Los camerinos de las actrices se ubicaban tras la fachada del teatro, que servía de escenografía para la representación.











IGLESIA DE SAN AGUSTÍN

La iglesia de San Agustín, o del Santísimo Sacramento, que perteneció en su día al convento del Santísimo Sacramento fundado por la orden de san Agustín, data de la primera mitad del siglo XVIII y es uno de los ejemplos más significativos de la etapa de plenitud del Barroco en Ciudad Real.

Cuando el visitante entra en la iglesia puede contemplar sin interrupción la monumentalidad del espacio. Nos hallamos ante una iglesia de las denominadas de tipo "jesuítico" y en la que destacan en su interior las pinturas murales sobre fondo blanco que adornan el altar, techo y capillas al fresco relacionadas con la vida de San Agustín, la Virgen María y la eucaristía. Incorporan coloridos trampantojos que simulan tapices. Y enmarcan el altar la representación no tan habitual de cuatro mujeres fuertes del antiguo testamento: Ruth, que simboliza el matriarcado, Judith, que salva a su pueblo, Raquel, que lleva la Palabra, y Jahel, la guerrera defensora del cristianismo.

Consta de una única nave, presidida por una imponente cúpula de crucero de la que se podría decir que es un "encaje", al no dejar prácticamente ningún hueco vacío de pintura, generando un marcado eje visual que culmina en el presbiterio. A este se abre un camarín, espacio singular propio del Barroco hispano, que acentúa el efecto de profundidad.

Su estructura interior está basada en módulos que se repiten creando proporciones clásicas. A ello se suma la especial luminosidad del conjunto. Los cambiantes efectos de la luz natural que penetra por las ventanas, abiertas en los lunetos de la bóveda, potencian el ambiente espiritual creado por las pinturas del templo.

Su decoración pictórica es un excelente ejemplo del uso del arte durante el Barroco como medio para conmover y persuadir al fiel. Se trata, además, de uno de los ciclos iconográficos más destacados de la provincia, cuajado de símbolos, entre los que abundan corazones con flechas, haces de trigo, racimos de uvas, soles y lunas, en clara alusión al título del convento. Tras ellos, hay un profundo significado religioso que el visitante podrá ir descubriendo a medida que se adentre en el edificio.

La iglesia sobrevivió al convento, desaparecido tiempo después de ser desamortizado en 1835, por esas mismas fechas, el pueblo de Almagro a través de su Ayuntamiento, y mediante la compra en la anteriormente citada subasta de la iglesia, evitó que fuera destruida, como ocurrió desgraciadamente con otros edificios. Sufrió daños a lo largo de su historia; en concreto, visibles son los sufridos durante el terremoto de Lisboa de 1755, o la destrucción de su retablo mayor, entre otros elementos, durante la Guerra Civil.


CASA PALACIO DE JUAN JÉDLER (PALACIO FÚCARES)

El Palacio Fúcares, o más exactamente, la Casa Palacio de Juan Jédler fue considerada durante mucho tiempo el palacio que los Fúcares se construyeron en Almagro; más tarde se consideró su almacén. Pero este edificio tenía pocas comodidades para ser la residencia de la familia más rica de Europa y demasiados lujos para ser un simple almacén. Hoy sabemos que fue la casa de uno de los factores –o empleados- que los Fúcares enviaron a Almagro: Juan Jédler.

El edificio del siglo XVI está concebido como un gran caserón, con la fachada en ladrillo, tapial y mampostería a la usanza toledana y cuya actual puerta se añade en el siglo XVII, dando acceso al vestíbulo con bóvedas decoradas con yeserías que comunica directamente con el patio, que junto con el del Convento de la Asunción son los ejemplos más interesantes del renacimiento almagreño.

El vestíbulo da paso al patio de planta cuadrada de los cuerpos con columnas de orden toscano que soportan arcos de medio punto a su alrededor se ubican las distintas dependencias. Patio cuadrado, la primera planta está formada por arcos de medio punto sostenidos por columnas, siendo la superior de arcos carpaneles de tres puntos. En uno de sus extremos se ubica el pozo. Este patio, en origen, estuvo estucado como el zaguán de entrada y la escalera, pero al adquirirlo el Ayuntamiento, prefirió dejar el ladrillo visto. 

Las dos plantas se comunican por medio de una escalera de tipo conventual, cuya decoración es a base de sarta de ovas y flechas (típicamente renacentista) y olas marinas Sus amplias salas están rematadas con ricos artesonados.

En la actualidad alberga la Universidad Popular, centro de formación sociocultural municipal desde el año 1984.




PLAZA MAYOR

Está situada en el centro del casco antiguo y tiene planta rectangular, irregular, formada por dos flancos con soportales de 85 columnas de orden toscano en piedra bajo dos galerías corridas, en origen abiertas al exterior y de carácter público, y actualmente cerradas por un acristalamiento de estilo centroeuropeo que la hace única en España, tiene 104,5 metros de largo y unos 37 metros en su parte más ancha.

La plaza está orientada en dirección este-oeste. En su costado oriental, de menores dimensiones, se levanta con sillares el edificio del ayuntamiento, más moderno que las demás partes de la plaza, aunque le flanquean una casa-palacio y los torreones del convento de San Agustín, parte intrínseca de la silueta del lugar. Pero, sin duda, lo más destacado y original tiene como protagonistas a los denominados costados mayores, cuyas columnas toscanas levantan galerías de dos alturas. Las vigas de madera vienen pintadas de almagre, el color de la arcilla roja con la que tiene que ver el origen etimológico de la localidad, aunque resulta más llamativo el color verde de las fachadas acristaladas. Al parecer antes fueron también teñidas de almagre. Y después de azul en tiempos de Carlos IV (siglo XVIII).

Al fondo el palacio maestral, del cual queda muy poco, así como unos jardines en lo que fuera la antigua iglesia de San Bartolomé. Hoy día se yergue la estatua ecuestre del hijo más célebre que dio esta ciudad, el conquistador Diego de Almagro, quien participara en la conquista del Perú (aunque su enemistad con el trujillano Franscisco Pizarro le llevó a ser ejecutado en Cuzco) y está considerado el descubridor de Chile y el primer europeo en pisar el suelo de la que hoy llamamos Bolivia.

El estado actual se debe al cambio sufrido a finales del S. XIX y principios del XX. Su estructura la conforman tres plantas formadas por soportales en la zona más baja, y dos plantas sobre ellos acristaladas.

Estas galerías servían de tribunas para actos públicos, festivos y religiosos, como las famosas corridas de toros que se realizaron hasta 1785, en que fueron prohibidas por el rey Carlos III. A ellas se accedía por dos escaleras situadas en la calle del Toril y en el Callejón del Villar, y por algunas pequeñas puertas de los soportales.

La uniformidad del conjunto es debida a que el Ayuntamiento es el encargado de pintar el exterior y su utilización es la de viviendas particulares.

















AYUNTAMIENTO

Ha pasado por muchas reformas, hoy prácticamente es un edificio del siglo XIX pero modificado en el año 1967, en el balcón principal corrido se puede ver un gran escudo con las viejas armas de la ciudad, la cruz flor de lys de la Orden de Calatrava; en la izquierda hay torre de reloj y una estructura metálica de 1798 que proviene del antiguo convento de Santa Catalina, de frailes franciscanos.





CASA SOLARIEGA DE LOS ROSALES





 

No hay comentarios:

Publicar un comentario