viernes, 9 de agosto de 2024

ROMA (XIX): PLAZA DEL POPOLO

PLAZA DEL POPOLO

Ubicada junto a la puerta norte de la ciudad, la Piazza del Popolo (Plaza del Pueblo) es una de las plaza más populares de Roma es de construcción neoclásica y forma ovalada.


La Plaza del Popolo se encuentra situada al comienzo de la Vía Flaminia constituía la entrada a la ciudad en tiempos del Imperio. Actualmente continúa siendo un importante cruce de caminos, de ahí que su ubicación se denomine el tridente, pues desde la plaza nacen tres importantes calles; a la izquierda la Vía del Babuino, a la derecha la Vía di Ripetta y en el centro la Vía del Corso, una de las principales arterías comerciales de la ciudad.

En el centro de la plaza se sitúa un obelisco egipcio de 24 metros, de una sola pieza, dedicado a Ramsés II, conocido como Obelisco Flaminio, que traído desde Heliópolis en el bajo Egipto. Se remonta al S .XIII a.C. Traído a Roma por el emperador Augusto y levantado en el circo romano desde el año 10 a.C., fue trasladado hasta la Plaza del Popolo en 1589, bajo el pontificado de Sixto V.





En ella destaca la Iglesia de Santa María del Popolo, en la que se pueden ver dos magníficas obras de Caravaggio además de interesantes obras renacentistas. 

Los dos hemiciclos a los lados y los cuatro palacios de los ángulos de la plaza fueron construidos por Valadier, en estilo neoclásico, hacia la segunda década del siglo pasado.

El lado meridional de la plaza está ocupado por dos iglesias simétricas, diseñadas por Rainaldi: Santa María in Montesano, a la izquierda, y Santa María de los Milagros. El exterior es de Bernini; el interior de la primera es del propio Rainaldi y de Bernini, y el de la segunda de Fontana.


Iglesia Santa Maria in Montesanto






Iglesia Santa Maria dei Miracoli




En uno de sus laterales se encuentra el museo Leonardo Da Vinci , y junto a el, una de las colinas de la ciudad subiendo por las escaleras de su parte este se encuentra la terraza del Pinchio, una de las vistas más clásicas de la plaza.

En la parte norte de la plaza se halla la Porta del Popolo, en el mismo sitio que ocupaba la antigua Puerta Flaminia en las murallas Aurelianas. La fachada interior fue decorada por Bernini en 1655, con ocasión de la solemne entrada de la reina Cristina de Suecia; la exterior fue decorada por Vignola en 1561. Este arco de triunfo sirve de entrada para el viajero que llega de la zona norte, y cuenta con un mensaje de bienvenida a sus visitantes que dice “Por una entrada feliz y propicia”. Su fachada interna es obra de Bernini.


La Plaza del Popolo fue renovada incluyendo los importantes edificios que ya existían, como la iglesia de Santa María del Popolo, y las iglesias de Santa María dei Miracoli y Santa María di Montesanto, llamadas las iglesias gemelas por su gran parecido.

Además, se incluyeron mejoras arquitectónicas en la misma, como la rampa del Pincio, que solucionaba el desnivel de la plaza con la colina. En este lado de la Plaza se encuentran los Jardines del Pincio, de clara inspiración francesa, donde encontramos bellas estatuas neoclásicas.

De la Piazza del Popolo parten tres calles: Babuino, Corso y Ripetta. Esta última, que es la que ahora se toma, no era menos importante que el Corso, pues conducía directamente al puerto de Ripetta, sobre el Tiber, antiquísimo punto de avituallamiento de la Urbe. Era, junto al Corso, lugar de paso obligado para los peregrinos ilustres que, después de atravesar la porta del Popolo, se dirigían hacia San Pedro.

Iglesia de Santa María del Popolo

Situada en la Plaza del Popolo, junto a la puerta norte de la ciudad, la Iglesia de Santa María del Popolo es un pequeño templo que destaca por su gran riqueza artística de la época del Renacimiento.

Los comienzos de la iglesia

La iglesia actual fue erigida en 1477 por Sixto IV, sobre una antigua capilla levantada por el Papa Pascual II con limosnas del pueblo romano, en acción de gracias por la conquista de Jerusalén, en julio de 1099. La capilla fue ampliada en 1227.

Otra explicación según una leyenda sobre el origen de la capilla es un intento de espantar el espíritu de Nerón, presumiblemente vagueante por la tumba de los Domicios. Un bosque de chopos cubría antiguamente la tumba, y de este particular han deducido otro origen del nombre de la puerta, de la iglesia y de la misma plaza: chopo en latín se dice populus. Para poner fin a la leyenda, en el año 1099 el Papa Pascual II ordenó talar el árbol y colocar en su lugar una capilla románica.

La iglesia sufrió en el S. XVII algunas reformas barrocas, obra de Bramante, pero que no alteraron substancialmente su aspecto arquitectónico florentino-romano, característico de la época sixtina.

Descripción

La fachada de estilo renacentista -nótese el relieve central-, tiene como adiciones barrocas los tímpanos cortados y los festones de la parte superior.

El interior de Santa María del Popolo es diferente al de la mayoría de las iglesias de Roma. Los techos, dotados de menor altura de la habitual, se encuentran prácticamente desnudos, mientras que la decoración de cada una de las pequeñas capillas cobra especial importancia. El interior es de tres naves, con bóvedas sostenidas por pilastras, con medias columnas adosadas, y crucero coronado por una cúpula. Sobre el altar de la primera capilla de la derecha, se encuentra una Adoración del Niño, de Pinturicchio, que pintó también las lunetas con escenas de la vida de San Jerónimo; la segunda tiene 16 columnas de jaspe siciliano y sobre el altar, un cuadro de Maratta que representa la Asunción; en la tercera, frescos de Pinturicchio y de otros colaboradores. La cúpula del crucero es la primera construida en Roma después de la época romana. El altar mayor fue reconstruido por Bernini, y en él se venera una imagen de la Virgen del s.XIII. En el techo, frescos de Pinturicchio. A la izquierda del altar mayor, en la primera capilla, hay dos obras de Caravaggio: la Crucifixión de San Pedro y la Conversión de San Pablo. Entre las maravillosas obras artísticas de la iglesia destacan la Capilla Cerasi, en la que se pueden contemplar dos lienzos realizados por Caravaggio en el año 1600.  

La Capilla Chigi, la segunda de la nave de la izquierda, es obra de Rafael, y un modelo de armonía y de gusto refinado, propio del Renacimiento. Son de Rafael los mosaicos de la bóveda, con escenas del Antiguo y del Nuevo Testamento. En los lados, las tumbas de los Chigi en forma de pirámide.

Como curiosidad, en las inscripciones de los bancos de madera es posible observar los nombres de las personas a las que está dedicado cada uno de ellos. Esta es también una práctica muy común en Edimburgo, donde los familiares de las personas fallecidas compran mobiliario urbano en su honor.

En el contiguo convento de agustinos vivió Martín Lutero durante su estancia en Roma.




Fuente de Neptuno



Fuente del Popolo



Leyenda: Exorcismo a la tumba de Nerón:

Nerón ha pasado a la historia como el mayor tirano que gobernó el Imperio Romano (desde octubre del año 54 a junio del 68). Varios de sus familiares fueron sus víctimas, y después del gran incendio de Roma en el año 64, ordenó la persecución de los cristianos, acusados de ser los causantes del incendio, llevándose a cabo la mayor matanza de cristianos de la historia. Se dice también que fue él quien mandó acabar con Pedro y Pablo, y la creencia de que era el anticristo caló en la cultura cristiana.

En junio del 68, Nerón fue declarado enemigo público y huyó de Roma. Cuando llegó al lugar donde actualmente se sitúa la Piazza del Popolo, Nerón se suicidó con ayuda de su secretario. Allí fueron enterrados sus restos y creció un nogal. En ese lugar se reunían brujas y hechiceros para celebrar ceremonias de magia negra, se decía que los cuervos que sobre volaban el nogal eran espíritus malignos que querían torturar el alma de Nerón, y que el propio árbol estaba maldito.

No fue hasta el siglo XII cuando el papa Pascual II decidió acabar con las reuniones y las habladurías. Impuso tres días de ayuno y oración a la ciudad de Roma, y al cuarto día, habiéndosele aparecido la virgen indicándole cómo tenía que realizar el exorcismo de la tumba, taló el nogal, desenterró los restos del emperador, los quemó junto con el árbol y los arrojó al río Tíber acabando así con la maldición.

Se construyó una capilla consagrada a la virgen en agradecimiento y en 1472, se edificó ahí la actual Basílica de Santa María del Popolo 

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