viernes, 30 de agosto de 2024

ROMA (XXII): BASÍLICA SAN LORENZO IN LUCINA Y PLAZA MONTECITORIO

BASÍLICA SAN LORENZO IN LUCINA

Iglesia erigida el S.IV ó V, en el lugar donde se alzaba la casa de la matrona Lucina. Sin embargo, el pórtico y campanario son del S.XII, y el interior es barroco, ricamente decorado y rehecho en el S.XVII. Tiene sobre el altar mayor un Crucifijo, de Guido Reni, algunas obras de Bernini y la parrilla sobre la que se martirizó al diácono San Lorenzo, siguiendo las prescripciones de un edicto de Valeriano del 258. Según este decreto, tanto los eclesiásticos como los laicos que tenían algún cargo público y perseveraban en la fe eran condenados a muerte, a trabajos forzados, o a pasar a la condición de esclavos.










PLAZA MONTECITORIO

La plaza de Monte Citorio está ubicada en el Rione Colonna, sobre una altura artificial que según algunas fuentes, se ha formado muy probablemente como consecuencia del cúmulo de escombros del templo de Marco Aurelio o de otro monumento romano.


El nombre es de origen incierto: parece provenir de Citatorius o de Saeptorius, ya que en las cercanías, desde la época de Servio Tullio, se convocaba a los ciudadanos en los llamados saeptas (burdos cercados de madera luego derribados y reconstruidos fastuosamente en mármol por Augusto) para elegir a los magistrados. Para otros, se origina de Mons Acceptorius - por las tierras de desecho de las que estaba formado el terreno - o por una corrupción de "Monte di Toro" ("Montaña del Toro"), como vulgarmente sería llamado el Monte en la Edad Media.

OBELISCO DE PSAMÍTICO II

En el centro de la plaza destaca el obelisco de Psamítico II del S. VI a.C., trasladado a Roma durante el Imperio de Augusto desde el sitio originario de Heliópolis. De unos 22 metros de altura, en granito rojo, fue originalmente colocado en Campo Marzio como una gran aguja de sol de meridiana, permaneciendo de pie hasta el siglo X u XI; luego cayó y se perdió la memoria. Fue encontrado, roto en varias piezas y arruinado por el fuego, en 1748, y extraído del ingeniero Antonio Zabaglia por voluntad del papa Benedicto XIV.

Finalmente, en 1792, el obelisco fue colocado en la posición actual, por obra de Giovanni Antinori. En 1965, fue objeto de restauración, mientras que en 1998, después de una intervención de reordenación de la plaza, se recrearon los elementos zodiacales y las directrices en el pavimento que devuelven al obelisco su función de indicador de meridiano.


Palacio de Montecitorio

La plaza está dominada por el imponente Palacio de Montecitorio, iniciado en 1653 por Gian Lorenzo Bernini, por encargo del Papa Inocencio X, como segunda residencia de la familia Ludovisi. En 1655, cuando murió el Papa, los trabajos fueron interrumpidos por falta de fondos, retomando a más de treinta años de distancia bajo el pontificado de Inocencio XII, por obra del arquitecto Carlo Fontana. El pontífice decidió hacer del palacio la sede de la Curia apostólica - los tribunales pontificios - inaugurada en 1696. El palacio acogió luego la Gobernación de Roma y la dirección de policía, convirtiéndose así en el centro de la vida administrativa y judicial del gobierno pontificio. Desde 1871, después de la unidad de Italia, es sede de la Cámara de los Diputados.

Una curiosidad: la campana mayor del Palacio - que ahora sólo suena con ocasión de la elección del Presidente de la República - daba la señal del inicio de las audiencias y su precisión en el toque de las horas se hizo proverbial. Todos los sábados, el pueblo acudía a la plaza para asistir a la extracción de los números de la lotería que - como narra Stendhal en sus "Caminatas romanas"- eran gritados desde el balcón.









viernes, 23 de agosto de 2024

ROMA (XXI): BASÍLICA DE SAN PIETRO IN VINCOLI Y DOMUS AUREA

BASÍLICA DE SAN PIETRO IN VINCOLI

La iglesia se encuentra cerca del Coliseo romano, y se puede acceder desde la Via Cavour que baja desde la Estación Termini hasta el Foro romano. A la altura del número 213 se encuentran unas escaleras que conducen a un pasaje por donde llegas a la plaza de San Pietro in Vincoli. Es originaria del siglo V con una última reforma del XIX. La Basílica de San Pietro in Vincoli (San Pedro Encadenado) fue construida en el siglo V para albergar las cadenas con las que San Pedro fue encarcelado en Jerusalén. La iglesia también es conocida por su famosa escultura del Moisés de Miguel Ángel.


Los orígenes del templo

En el 436, la emperatriz Eudoxia, que era mujer del emperador de Oriente, recibió como regalo de Juvenal, Obispo de Jerusalén, las cadenas que se habían usado cuando San Pedro estuvo en prisión. La emperatriz conservó una parte de esta reliquia en una espléndida basílica construida a este propósito, y envió la otra a Roma, como regalo para su hija Eudosia, esposa del emperador Valentiniano III. Esta, a su vez, la entregó al Papa San León Magno. Cuenta la tradición que el Papa colocó esa cadena junto a otra, que sirvió para tener prisionero al Apóstol en la Cárcel Mamertina de Roma, durante la época de Nerón. Cuando lo hizo, las dos cadenas se juntaron, de modo que formaron una sola. En memoria de este prodigio, y en honor del Apóstol Pedro, la emperatriz Eudosia edificó la actual Basílica, en la cual fueron depositadas las cadenas, que por este motivo se llamó Basílica eudosiana de San Pietro in Vincoli (en cadenas).

La Basílica fue construida sobre una Domus Ecclesiae del S.III y sobre las estructuras de una basílica del S.IV, dedicada a los Santos Apóstoles, que había sido reconstruida por el predecesor de San León Magno, Sixto III, con ayuda de la misma Eudosia. Posteriormente se llevaron a cabo diversas obras de restauración y decoración, la más importante es obra de Fontana, en el S.XVIII. Durante unas recientes excavaciones (1956-59) realizadas para rehacer el suelo, se descubrieron los restos de las construcciones precedentes -las más antiguas del S.II antes de Cristo- que en parte se pueden visitar (se puede pedir permiso para entrar; la entrada está bajo el pórtico a la derecha; si se entra, es conveniente solicitar guía).

La fachada está precedida por un elegante pórtico de cinco arcadas con pilastras octogonales, que se terminó en 1475. El amplio interior está dividido en tres naves por dos filas de columnas dóricas de mármol de solemne austeridad. La decoración interior medieval fue modificada en los S.XVII y XVIII. A la izquierda de la puerta principal se encuentra la tumba de Antonio y Piero del Pollaiuolo, famosos escultores florentinos del Renacimiento.

En el interior

El altar mayor y el baldaquino son de Vespignani (1872). Abajo, la Confesión, del mismo autor, bajo el Altar Mayor se encuentra el relicario en el que se guardan las cadenas de San Pedro, el elemento más importante de la iglesia, abriendo las dos ventanillas de bronce dorado con Escenas de la vida de San Pedro en bajorrelieve, atribuidas a Caradosso (1477) del relicario, se pueden ver en su interior la urna de bronce dorado (1856) que contiene las cadenas de San Pedro.








En la Cripta bajo el altar se encuentra un sarcófago paleocristiano, que fue descubierto en el S.XIX, dividido en siete compartimentos interiores, en los que había algunos fragmentos de huesos y ceniza. Dos laminillas de plomo con inscripciones confirmaban (ya se tenía alguna noticia) que eran las reliquias de los siete hermanos Macabeos, martirio que se relata en el Antiguo Testamento.

Desde el punto de vista artístico, lo más sobresaliente es el Mausoleo del Papa Julio II monumento que ocasionó el encuentro de dos de las personalidades descollantes del Renacimiento: Julio II y Miguel Ángel. En 1505 el Papa mandó venir a Miguel Ángel desde Florencia, para realizar el proyecto de su tumba, que pensaba colocar en el centro de la Basílica de San Pedro. Miguel Ángel pasó varios meses en Carrara, eligiendo el mármol para la obra monumental del mausoleo de su mecenas; el programa original comprendía unas cuarenta estatuas, numerosos bajorrelieves en bronce, y el sarcófago. Posteriormente, por diversos motivos, el proyecto se redujo y después de la muerte del Pontífice fue perdiendo actualidad. Terminaron de arrinconarlo los sucesivos encargos por parte del nuevo Pontífice, Paulo III, que había encargado al artista la realización del Juicio Final para la Capilla Sixtina. Paulo III comenzaba a impacientarse con la tardanza en el mausoleo; se cuenta que en cierta ocasión fue a ver al escultor, y acabó convenciéndole de que la estatua de Moisés era tan bella que ella sola bastaba para honrar la sepultura de Julio II. El comentario puso punto final al proyecto; Julio II acabó siendo sepultado en la tumba de su tío, Sixto IV, y Miguel Ángel, después de tres años de trabajo, se refería a la obra inacabada como la tragedia de mi vida. La obra es una de las realizaciones más importantes de toda la historia de la escultura. Representa a Moisés recién bajado del Sinaí -donde ha recibido del Señor las Tablas de la Ley- aún con dos rayos de luz sobre la frente -los poderes-, que contempla al pueblo idólatra. La mirada terrible, la postura solemne, la gran barba bíblica, dan a esta figura una grandiosidad suprema; tanta, que durante mucho tiempo los judíos de Roma acudían a contemplarlo. Las estatuas de Lía y Raquel, que representan a la vida activa y a la vida contemplativa, fueron terminadas por Rafaello da Montelupo. La estatua de Moisés fue realizada por Miguel Ángel entre los años 1505 y 1515. El mausoleo se encuentra sumido en la penumbra hasta que alguno de los visitantes decide hacer una donación que sirve para iluminarlo, una práctica muy extendida en la mayoría de las iglesias de Roma.


Entre los pequeños altares situados en los laterales de la basílica resultan destacables los que se encuentran situados en el lado izquierdo, donde se pueden observar algunos frescos con curiosas 

DOMUS AUREA

Después del Gran Incendio de Roma del año 64 dC, el emperador Nerón, ordenó la reconstrucción de su residencia, la Domus Transitoria en el Palatino. Nerón hizo construir el palacio más ostentoso que jamás ningún rey, cónsul o emperador de Roma habría pensado hasta el momento.

La Domus Áurea formaba parte del proyecto que Nerón había ideado para convertir y transformar Roma en una nueva ciudad "Neropolis" siguiendo el modelo helenístico a la manera de Alejandría, esto es una ciudad de plano ortogonal con plazas y amplias calles rectilíneas. Con esta misma ideología, 60 años más tarde, el emperador Adriano levantó la gigantesca Villa Tiburina a 30 km de Roma.

El 30 de marzo 2010 se derrumbó la volta del ingreso de una de las galerías prolongando el periodo de cierre al público del sitio arqueológico hasta el 2015. La Domus Aurea de Nerón finalmente ha sido abierta al público después de un largo período de restauración y es accesible exclusivamente con la visita guiada.

La Domus Aurea contaba con nada menos que 300 habitaciones. Se calcula que la Domus Aurea ocupaba alrededor de 50 hectáreas entre las colinas del Palatino y el Esquilino con un área total de 25 veces la del Coliseo. Contaba también con viñedos, campos de maíz y bosques. Al parecer esta villa era utilizada exclusivamente para fiestas, y ninguna de sus 300 habitaciones era utilizada como dormitorio. Sin embargo la parte más extraña es que aún no han sido encontradas ni una cocina ni una letrina en todo el complejo.

La construcción de la Domus Aurea conocida también como Casa Dorada, ha sido considerada la empresa más extravagante de la historia de Roma.

Su enorme cúpula dorada gracias a la cual recibió su nombre era uno de los muchos extravagantes elementos de su decoración. Esta edificación contaba con techos estocados con piedras semi-preciosas y acabados en marfil, preciosos mosaicos, piscinas y fuentes además de un lago artificial. La mayor parte de las paredes se encontraban cubiertas de frescos, las habitaciones con acabados en mármol blanco con formas que jugaban con la luz. La Domus Aurea contaba también con piscinas y fuentes que resonaban agua en los pasillos.





viernes, 16 de agosto de 2024

ROMA (XX): PLAZA DEL QUIRINALE, PALACIO DE LA EXPOSICÓN Y ESCALINATA DEI BORGIA O VICUS SCELERATUS

PLAZA DEL QUIRINALE

Situada en la más alta de las siete colinas de Roma, la Plaza del Quirinale ofrece unas espléndidas vistas de la ciudad. Tres de sus lados se encuentran flanqueados por imponentes edificios.




Obelisco y Fuente de Cástor y Pólux

Uno de los elementos más llamativos de la plaza es el obelisco que se encuentra situado junto a las estatuas en las que Cástor y Pólux, patronos de los jinetes, aparecen domando a unos caballos.



Antes de ser trasladadas a la plaza, las estatuas estuvieron colocadas en la entrada de las Termas de Constantino, mientras que el obelisco adornaba el Mausoleo de Augusto.

Palazzo del Quirinale

Construido en 1573 como residencia de verano para el papado, el Palacio Quirinale se convirtió en la residencia real italiana tras la unificación de Italia. Desde 1947 el edificio funciona como residencia para el presidente de la República. 





PALACIO DE LA EXPOSICÓN


CASA 


ESCALINATA DEI BORGIA O VICUS SCELERATUS

Esta escalinata, que comunica Via Cavour con la plaza de San Pietro in Vincoli, forma parte de un edificio donde tenía su residencia Vannozza Cattanei, propiedad de Rodrigo Borgia.

Cuentan que desde el balcón, que aún se puede divisar, Vannozza Cattanei, amante de Rodrigo Borgia y madre de César, Juan, Lucrecia y Jofré, veía pasar las comitivas y celebraciones en las que participaba su familia.

Con el tiempo algunas dependencias del edificio pasaron a formar parte de la actual iglesia de San Francisco. La torre del palacio se convirtió en el actual campanario.





viernes, 9 de agosto de 2024

ROMA (XIX): PLAZA DEL POPOLO

PLAZA DEL POPOLO

Ubicada junto a la puerta norte de la ciudad, la Piazza del Popolo (Plaza del Pueblo) es una de las plaza más populares de Roma es de construcción neoclásica y forma ovalada.


La Plaza del Popolo se encuentra situada al comienzo de la Vía Flaminia constituía la entrada a la ciudad en tiempos del Imperio. Actualmente continúa siendo un importante cruce de caminos, de ahí que su ubicación se denomine el tridente, pues desde la plaza nacen tres importantes calles; a la izquierda la Vía del Babuino, a la derecha la Vía di Ripetta y en el centro la Vía del Corso, una de las principales arterías comerciales de la ciudad.

En el centro de la plaza se sitúa un obelisco egipcio de 24 metros, de una sola pieza, dedicado a Ramsés II, conocido como Obelisco Flaminio, que traído desde Heliópolis en el bajo Egipto. Se remonta al S .XIII a.C. Traído a Roma por el emperador Augusto y levantado en el circo romano desde el año 10 a.C., fue trasladado hasta la Plaza del Popolo en 1589, bajo el pontificado de Sixto V.





En ella destaca la Iglesia de Santa María del Popolo, en la que se pueden ver dos magníficas obras de Caravaggio además de interesantes obras renacentistas. 

Los dos hemiciclos a los lados y los cuatro palacios de los ángulos de la plaza fueron construidos por Valadier, en estilo neoclásico, hacia la segunda década del siglo pasado.

El lado meridional de la plaza está ocupado por dos iglesias simétricas, diseñadas por Rainaldi: Santa María in Montesano, a la izquierda, y Santa María de los Milagros. El exterior es de Bernini; el interior de la primera es del propio Rainaldi y de Bernini, y el de la segunda de Fontana.


Iglesia Santa Maria in Montesanto






Iglesia Santa Maria dei Miracoli




En uno de sus laterales se encuentra el museo Leonardo Da Vinci , y junto a el, una de las colinas de la ciudad subiendo por las escaleras de su parte este se encuentra la terraza del Pinchio, una de las vistas más clásicas de la plaza.

En la parte norte de la plaza se halla la Porta del Popolo, en el mismo sitio que ocupaba la antigua Puerta Flaminia en las murallas Aurelianas. La fachada interior fue decorada por Bernini en 1655, con ocasión de la solemne entrada de la reina Cristina de Suecia; la exterior fue decorada por Vignola en 1561. Este arco de triunfo sirve de entrada para el viajero que llega de la zona norte, y cuenta con un mensaje de bienvenida a sus visitantes que dice “Por una entrada feliz y propicia”. Su fachada interna es obra de Bernini.


La Plaza del Popolo fue renovada incluyendo los importantes edificios que ya existían, como la iglesia de Santa María del Popolo, y las iglesias de Santa María dei Miracoli y Santa María di Montesanto, llamadas las iglesias gemelas por su gran parecido.

Además, se incluyeron mejoras arquitectónicas en la misma, como la rampa del Pincio, que solucionaba el desnivel de la plaza con la colina. En este lado de la Plaza se encuentran los Jardines del Pincio, de clara inspiración francesa, donde encontramos bellas estatuas neoclásicas.

De la Piazza del Popolo parten tres calles: Babuino, Corso y Ripetta. Esta última, que es la que ahora se toma, no era menos importante que el Corso, pues conducía directamente al puerto de Ripetta, sobre el Tiber, antiquísimo punto de avituallamiento de la Urbe. Era, junto al Corso, lugar de paso obligado para los peregrinos ilustres que, después de atravesar la porta del Popolo, se dirigían hacia San Pedro.

Iglesia de Santa María del Popolo

Situada en la Plaza del Popolo, junto a la puerta norte de la ciudad, la Iglesia de Santa María del Popolo es un pequeño templo que destaca por su gran riqueza artística de la época del Renacimiento.

Los comienzos de la iglesia

La iglesia actual fue erigida en 1477 por Sixto IV, sobre una antigua capilla levantada por el Papa Pascual II con limosnas del pueblo romano, en acción de gracias por la conquista de Jerusalén, en julio de 1099. La capilla fue ampliada en 1227.

Otra explicación según una leyenda sobre el origen de la capilla es un intento de espantar el espíritu de Nerón, presumiblemente vagueante por la tumba de los Domicios. Un bosque de chopos cubría antiguamente la tumba, y de este particular han deducido otro origen del nombre de la puerta, de la iglesia y de la misma plaza: chopo en latín se dice populus. Para poner fin a la leyenda, en el año 1099 el Papa Pascual II ordenó talar el árbol y colocar en su lugar una capilla románica.

La iglesia sufrió en el S. XVII algunas reformas barrocas, obra de Bramante, pero que no alteraron substancialmente su aspecto arquitectónico florentino-romano, característico de la época sixtina.

Descripción

La fachada de estilo renacentista -nótese el relieve central-, tiene como adiciones barrocas los tímpanos cortados y los festones de la parte superior.

El interior de Santa María del Popolo es diferente al de la mayoría de las iglesias de Roma. Los techos, dotados de menor altura de la habitual, se encuentran prácticamente desnudos, mientras que la decoración de cada una de las pequeñas capillas cobra especial importancia. El interior es de tres naves, con bóvedas sostenidas por pilastras, con medias columnas adosadas, y crucero coronado por una cúpula. Sobre el altar de la primera capilla de la derecha, se encuentra una Adoración del Niño, de Pinturicchio, que pintó también las lunetas con escenas de la vida de San Jerónimo; la segunda tiene 16 columnas de jaspe siciliano y sobre el altar, un cuadro de Maratta que representa la Asunción; en la tercera, frescos de Pinturicchio y de otros colaboradores. La cúpula del crucero es la primera construida en Roma después de la época romana. El altar mayor fue reconstruido por Bernini, y en él se venera una imagen de la Virgen del s.XIII. En el techo, frescos de Pinturicchio. A la izquierda del altar mayor, en la primera capilla, hay dos obras de Caravaggio: la Crucifixión de San Pedro y la Conversión de San Pablo. Entre las maravillosas obras artísticas de la iglesia destacan la Capilla Cerasi, en la que se pueden contemplar dos lienzos realizados por Caravaggio en el año 1600.  

La Capilla Chigi, la segunda de la nave de la izquierda, es obra de Rafael, y un modelo de armonía y de gusto refinado, propio del Renacimiento. Son de Rafael los mosaicos de la bóveda, con escenas del Antiguo y del Nuevo Testamento. En los lados, las tumbas de los Chigi en forma de pirámide.

Como curiosidad, en las inscripciones de los bancos de madera es posible observar los nombres de las personas a las que está dedicado cada uno de ellos. Esta es también una práctica muy común en Edimburgo, donde los familiares de las personas fallecidas compran mobiliario urbano en su honor.

En el contiguo convento de agustinos vivió Martín Lutero durante su estancia en Roma.




Fuente de Neptuno



Fuente del Popolo



Leyenda: Exorcismo a la tumba de Nerón:

Nerón ha pasado a la historia como el mayor tirano que gobernó el Imperio Romano (desde octubre del año 54 a junio del 68). Varios de sus familiares fueron sus víctimas, y después del gran incendio de Roma en el año 64, ordenó la persecución de los cristianos, acusados de ser los causantes del incendio, llevándose a cabo la mayor matanza de cristianos de la historia. Se dice también que fue él quien mandó acabar con Pedro y Pablo, y la creencia de que era el anticristo caló en la cultura cristiana.

En junio del 68, Nerón fue declarado enemigo público y huyó de Roma. Cuando llegó al lugar donde actualmente se sitúa la Piazza del Popolo, Nerón se suicidó con ayuda de su secretario. Allí fueron enterrados sus restos y creció un nogal. En ese lugar se reunían brujas y hechiceros para celebrar ceremonias de magia negra, se decía que los cuervos que sobre volaban el nogal eran espíritus malignos que querían torturar el alma de Nerón, y que el propio árbol estaba maldito.

No fue hasta el siglo XII cuando el papa Pascual II decidió acabar con las reuniones y las habladurías. Impuso tres días de ayuno y oración a la ciudad de Roma, y al cuarto día, habiéndosele aparecido la virgen indicándole cómo tenía que realizar el exorcismo de la tumba, taló el nogal, desenterró los restos del emperador, los quemó junto con el árbol y los arrojó al río Tíber acabando así con la maldición.

Se construyó una capilla consagrada a la virgen en agradecimiento y en 1472, se edificó ahí la actual Basílica de Santa María del Popolo