En la localidad de Villargordo del Cabriel se ha celebrado la recreación histórica de la Batalla del Puente del Pajazo, perteneciente a la guerra de independencia. Esta batalla tuvo lugar el 23 de junio de 1808 cuando las tropas francesas del mariscal Moncey derrotaron a las españolas del general Adorno.
En la actualidad el
puente se encuentra bajo las aguas del embalse de Contreras. Este puente junto con
los puentes de la Puenseca, Vadocañas o el posterior de Contreras, eran los
únicos pasos que permitían badear el río Cabriel en el camino real entre
Valencia y Castilla, si bien destacó por ser el único puente por el que se
percibían los derechos de pontaje, pasaje y peaje. Se sabe que, en época
medieval y moderna, la mitad del puente perteneció al Concejo de Requena que
lindaba en la otra parte del puente con la ciudad de Cuenca hasta casi el siglo
XVI.
La recreación está
organizada por asociación histórico-cultural Héroes del Tollo de Utiel. Durante
la recreación, se escenificó un campamento napoleónico, diferentes talleres
para pequeños y mayores, ruta hacia las trincheras de guerra, una pequeña
recreación del enfrentamiento de la batalla del Pajazo en el campamento de
época, un desfile de las tropas por las calles de la ciudad y una batalla
callejera con disparos reales y enfrentamiento de las tropas francesas y
españolas, el sábado por la noche se escenificó 'Mujeres en guerra',
dónde se puso de relevancia el papel de la mujer en la contienda.
Antedentes
históricos:
El 27 de octubre de 1807, Manuel Godoy, y Gérard Duroc, representante
de Napoleón firman el Tratadohispano-francés de Fontainebleau, por el que
se autoriza a que un Cuerpo de Ejército francés atraviese el
territorioespañol para invadir Portugal, aliado de Gran Bretaña. Por ello
más de 20 000 soldados franceses entraron a España comandados
por Junot en octubre de 1807, con la misión de reforzar al ejército
hispano para atacar Portugal. Poco a poco las tropas francesas van
posicionándose en lugares estratégicos como Pamplona, Barcelona, Figueras, San
Sebastián, Burgos, etc. Todo ello ante la pasividad del rey Carlos IV, su
primer ministro y las autoridades locales. El pueblo sin embargo comenzó a
observarlas como algo amenazante y hacía febrero de 1808 hubo pequeños brotes
de rebeldía en varias partes de España, como Zaragoza. En marzo se produce
el Motín de Aranjuez y el 2 de mayo de 1808, se desarrolla la conocida
rebelión madrileña, reprimida duramente por el general Joachim Murat.
Varios días después,
la Gazeta de Madrid anuncia las abdicaciones de Bayona y a medida que el
comunicado va llegando a las distintas ciudades españolas empiezan las
sublevaciones en nombre de Fernando VII, como en Valencia el 23 de mayo,
cuando el “crit del Palleter” declara la guerra a Napoleón.
En Alcalá de Henares,
el Regimiento Real de Zapadores Minadores proclamaron preferir morir
de hambre a comer el rancho costeado por el dinero francés y decidieron
marcharse hacia Cuenca en la noche del 24 de mayo. Al llegar a Villar de Horno
recibieron las noticias de la dudosa actitud de las autoridades de Cuenca y
decidieron evitarla y dirigirse a Valencia. El 2 de junio llegarían a
Camporrobles desde Víllora. El regimiento hizo su entrada triunfal en Valencia
el 7 de junio, donde la Junta Suprema del ejército de Valencia les dio la
gracias, un grado a los oficiales y un premio en metálico a la tropa.
Ante la sublevación
valenciana, el mando francés manda al mariscal Moncey hacia Valencia.
En su itinerario, pasaría por la ciudad de Cuenca el 11 de junio, donde no
encontraría ningún tipo de oposición. El mando español conocedor del plan, da la
orden al mariscal de campo D. Pedro Adorno de defender el desfiladero de Las
Cabrillas, posición muy ventajosa para contener el avance del
mariscal Moncey sobre Valencia. No obstante, el general Adorno se
dispuso a adelantar la defensa hasta la línea del Cabriel, que poseía tres
puentes en un frente de 14 kilómetros: el de Pajazo sobre la antigua carretera
de montaña, el de Contreras 1.200 metros al sur y el de Vadocañas unos 12
kilómetros al sur de este último.
Al
final Moncey dirigió su ejército al Pajazo, lugar que estaba
defendido por 3.500 hombres encuadrados en unidades bisoñas de nueva creación,
excepto el 1er. Batallón del Regimiento suizo Traxlernº. 5 (de unos 890
soldados veteranos) al frente de su jefe, el coronel Traxler, y un batallón de
Guardias Españolas huido de Madrid al mando del brigadier D. José Ignacio
Miramón (de unos 400 hombres). Nada más llegar los franceses a la vista del
puente llegaron al mismo un batallón de Voluntarios de Requena con varios
artilleros y zapadores escoltando cuatro cañones de grueso calibre enviados por
la Junta de Valencia. Don Quintín de Velasco, oficial de ingenieros, construyó
con los zapadores a la salida del puente un parapeto tras el cual se asentaron
dos cañones apoyados por dos compañías de suizos de Traxler; en las alturas
inmediatas se colocaron las otras dos piezas apoyadas por el resto del batallón
Traxler, las Guardias Españolas y los Voluntarios de Requena. El plan
de Moncey fue organizar dos columnas de ataque: una contra el puente
y otra contra un vado que permitía vadear el río Cabriel al norte del citado
puente, lugar que creemos situar cerca de La Calabaza de La
Fuencaliente de Mira, donde los antiguos mapas indican un paso.
También los franceses colocaron dos cañones y un obús en las alturas que había
frente a las tropas españolas para apoyar el ataque de ambas columnas.
El combate duró escasamente una hora. Mientras la artillería francesa
neutralizaba con sus rápidas descargas los fuegos de la artillería española, la
columna dirigida contra el vado logró atravesar el mismo amenazando desbordar
el ala derecha del despliegue español. La posición del puente resultó
insostenible. Los paisanos se desbandaron en dirección a Villagordo y Caudete y
los Guardias Españoles se retiraron hacia Mira. El 1er. Batallón de
Traxler permaneció en su puesto intentando salvar los cañones y proteger la
retirada del resto de fuerzas españolas. Las dos compañías desplegadas en apoyo
a los dos cañones del puente quedaron rodeadas de enemigos, que les ocasionaron
20 bajas entre muertos y heridos, y les obligaron a rendirse en número de 200
hombres. El resto del batallón, con el coronel Traxler a la cabeza, pretendió
seguir las huellas de los Guardias Españoles, pero se extraviaron por las
montañas al norte de Utiel y Requena; días más tarde fueron sorprendidos por
una fuerza francesa, que les obligó a capitular. El combate del puente del
Pajazo costó a los franceses tan solo nueve bajas entre muertos y heridos.
Otras entradas:
RECREACIÓN HISTÓRICA EN VILLARGORDO DEL CABRIEL DE LOS EPISODIOS NAPOLEÓNICOS (II): BATALLA DEL PUENTE DEL PAJAZO
https://bichosymasvlc.blogspot.com/2023/04/recreacion-historica-en-villargordo-del_0620767963.html
RECREACIÓN HISTÓRICA EN VILLARGORDO DEL CABRIEL DE LOS EPISODIOS NAPOLEÓNICOS (III): BATALLA DEL PUENTE DEL PAJAZO. OTRA VISIÓN.
https://bichosymasvlc.blogspot.com/2023/04/recreacion-historica-en-villargordo-del_14.html
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