Es un municipio de la provincia de
Castellón pertenece a la comarca del Alto Maestrazgo.En el término municipal de
Benasal se encuentran también los núcleos de población de "Fuente
En-Segures" y "Coll de la Rualda"
Historia
Benasal tiene sus orígenes en la
primera época de la conquista de la península por los árabes. En 1213, el rey
Pedro II de Aragón, que ya había reconquistado la zona, otorgó a la Orden del
Temple el castillo de Culla con todas sus posesiones, incluida Benasal (población
que en el documento de donación se cita como Avinaçal). Más tarde Jaime I de
Aragón, en 1226, otorga al señor feudal Blasco de Alagón todas las tierras que
lograra conquistar a los árabes. La conquista comenzó el año 1232, en que don
Blasco tomó Morella. Dos años más tarde ocuparon Culla con todas sus
pertenencias, entre ellas Benasal. Don Blasco de Alagón otorgó Carta de
población a Berenguer de Calatarrà, mediante documento dado el 3 de enero de
1239, pasando entonces a manos de su hija Constanza y del marido de ésta,
Guillem d'Anglesola. En 1.303 los herederos de Blasco de Alagón vendieron las
posesiones a Berenguer de Cardona, Maestre del Temple, creándose la Comanda de
Benasal. Tras la desaparición de los Templarios y creada la Orden de Montesa se
incorpora a ella en 1319. En el primer capítulo general de la Orden celebrado
en SantMateu es erigida en cabeza de la Encomienda de su nombre, separándose de
la jurisdicción de Culla y dándose pie a la fortificación adecuada de la villa.
Participó en las guerras de Sucesión tomando partido a favor de los Borbones,
por lo que Felipe V, en 1709, le otorgó el título de fidelísima villa a la
población y añadió la flor de lis en el escudo de la misma. También participó
en las guerras carlistas de parte de Don Carlos. Históricamente formó parte de
la denominada Setena de Culla.
Iglesia
Parroquial Virgen María de la Asunción
Fue construida a finales del s. XVII
y ampliada al fin del s. XVIII. Todo y quedar parcialmente destruida por un
bombardeo durante la guerra civil, conserva una portada barroca (de 1677).
Consta de planta de una nave con capillas laterales, crucero y torre cuadrada
situada en los pies al lado epístola.
En el tesoro parroquial se expone
una importante colección de ornamentos religiosos góticos y plateresco, y
medievales como el "lecho de la Virgen" (llit de la Verge),
así como de orfebrería. En la capilla puede visitarse una "Última
Cena" que realizó en hierro el escultor de Teruel, José Gozalbo. En la
fachada exterior, se encuentra un mural representativo del pueblo realizado por
el mismo autor. Situado junto a la puerta principal, se encuentra el
campanario, de 33 metros de altura.
Ermita de
SantCristòfol
San Cristòfol, es el patrón de
Benassal, tiene su ermita en la cumbre del Moncàtil, la mayor altura de la
Serra en Segures con sus 1.117 mts., Aunque San Cristóbal es su titular más
conocido, el templo está también bajo las advocaciones de San Antonio Abad, San
Blas y Santa Lucía. La tradición cuenta que su origen está en la aparición de
un misterioso personaje de larga barba a un procurador o contable que había
perdido un pleito y pretendía despeñarse desde este lugar. Sea como fuere, la
primitiva ermita se edificó sobre una mezquita musulmana cristianizada en 1372;
esta capilla se derribó en 1700 para construir la nueva ermita, aunque la Guerra
de Sucesión retrasó el inicio de las obras hasta 1717, concluyéndose en 1730
bajo la dirección de Cristòfol Grau y Francesc Bertran. En 1750 se realizaron
varias e importantes reformas, intervenciones que han continuado hasta nuestros
días para asegurar su mantenimiento y conservación.
Frente a ella se levanta la casa del
ermitaño y sus dependencias, edificio del siglo XV con trazas del gótico civil
catalán. De la iglesia llama la atención su monumentalidad y robustez,
remarcada por los grandes contrafuertes y sobre todo por los machones
cilíndricos en las esquinas, que asemejan torreones defensivos. La cubierta es
a doble vertiente, y tiene tejado independiente la amplia porchada adosada en
la parte derecha a modo de cobertizo para refugio de los visitantes. Una alta y
esbelta arcada de piedra en medio punto se eleva en la fachada hasta alcanzar
la base de la ancha espadaña, sirviendo de marco para la portada en estilo
toscano con hornacina vacía sobre la que se abre una ventana.
El interior es rectangular, con unas
dimensiones de 25,40 mts. de profundidad por 15 de anchura y cubierta de bóveda
de cañón con lunetos. Unas arcadas de medio punto dan acceso a cuatro capillas
laterales. Posee coro alto a los pies, púlpito adosado y ábside con dos
pechinas, de cuyos muros cuelgan numerosos exvotos. La sacristía es pequeña y
rectangular, y en su lado opuesto existe otra dependencia, actualmente sin uso.
La imagen de San Cristóbal se apoya en una ménsula de la pared del presbiterio,
lisa y sin adornos.
Culla y el Peñagolosa desde la Ermita |
Ermita de San
Roc
Su construcción comenzó en 1557 para
solicitar la protección del santo a raíz de una grave epidemia de peste, y las
obras acabaron dos años después, bendiciéndose el día de su festividad, 16 de
agosto, de 1559. La ermita fue dotada con un retablo gótico y una imagen de San
Roque, y mejorada por su primer ermitaño, Josep Ribera, quien incluso trajo una
reliquia del santo desde Montpellier. Sin embargo, el templo pronto necesitó
nuevas ampliaciones y reformas, llevadas a cabo entre 1595 y 1599 por un grupo
de maestros franceses.
En la Guerra de Sucesión se dañó
seriamente la ermita y se perdió casi todo su patrimonio artístico. Su
recuperación comenzó en 1718, construyéndose una nueva casa para el ermitaño y
una sacristía en su piso superior. Con posterioridad se realizaron otras
modificaciones y mejoras, hasta que nuevamente la Guerra Civil de 1936 provocó
de nuevo su destrucción. Rehabilitada tras la contienda, llegó a finales del
siglo XX bastante deteriorada, pero desde hace unos años se beneficia de un
programa para su completa restauración.
La ermita está precedida de una
pequeña plazoleta, delimitada por un murete semicircular levantado a mediados
del siglo XIX. En su centro se levanta una cruz de forja sobre base de piedra,
colocada en 1908. El templo es rectangular, con fábrica de mampostería y techo
de barraca a dos aguas. Adosados al ábside posee casa para el ermitaño y
sacristía. Posee portada de piedras son dovelas y sillares de piedra que
enmarcan la puerta de entrada en arco de medio punto, en la que se puede leer
la fecha de 1557. Una ventana se abre en el frontón y remata la fachada
espadaña de tejadillo con su campana.
El interior mide 20 mts. de longitud
por 9,30 mts. de anchura, y a cada lado hay cuatro arcos frente a sendas
capillas. La cubierta es de bóveda de cañón con lunetos ciegos, salvo en el
reducido presbiterio, que imita bóveda de crucería con anchos nervios que
apoyan en ménsulas y coinciden en clave central. Preside el altar una imagen de
San Roque, flanqueada por pinturas que representan a San José y a la Virgen de
los Desamparados.
Ermita de la
Magdalena
Es ésta una de las más curiosas y
reconocibles ermitas de la comarca y aun de la provincia, alzada en su atalaya
con su insólito aspecto y heterodoxa factura. Fue construida en 1864 por
iniciativa de la filántropa Magdalena Grau i Gras, y restaurada hacia 1970 por
mossénAureli Ferrando. Con posterioridad quedó abandonada y sin objetos de
culto, estado en el que ha permanecido hasta que un grupo de voluntarios ha
iniciado la recuperación de la misma y de su entorno.
Rodeada en su día de un muro
circular que hoy se perdido casi por completo, su traza y estilo son inusuales,
con el aire vagamente oriental que le proporciona su cúpula nervada. Su planta
es octogonal, con grandes contrafuertes en cada una de las esquinas rematados
con pináculos y adornados con vistosas gárgolas metálicas. En cada uno de sus
estrechos paramentos se abre un gran óculo redondo, salvo en la entrada, con
alargada puerta metálica y vano enrejado de medio punto.
Ermita de
Sant Llibori
Se encuentra a la entrada del
caserío de La Font d'En Segures, en la ladera septentrional del Moncàtil.
Su historia ha sido bastante
azarosa: ya existía una ermita dedicada al santo desde tiempos antiguos junto a
los mismos chorros de la fuente, ermita que fue transformada en hospital o
lazareto. En 1918 se construyó un segundo templo junto a los terrenos de Eduard
Rodríguez, en la que prosiguió el culto a San Liborio hasta la Guerra Civil,
cuando fue muy dañada. Por iniciativa de mossénAureli Ferrando, en 1952 se
inició su reedificación bajo la dirección del arquitecto Vicente Traver.
Concluidas las obras en 1960, por diversas circunstancias no fue bendecida
hasta 1965. Desde entonces se ha mantenido con culto continuado y en buen
estado de conservación.
La fábrica de esta nueva capilla es,
pues, moderna y sencilla, con muros de mampostería y cubierta a doble
vertiente. Tiene adosadas a su izquierda dependencias con tejados a menor
altura e independientes, y frente a ella se abre una plazoleta con árboles y
bancos. La portada está formada por una serie de arcos de medio punto
superpuestos que van reduciendo su luz hasta la puerta de madera, formando un
cuerpo saliente cubierto por tejadillo. Sobre él ocupa el frontón un gran medallón
con imagen del santo, por encima del cual se eleva la amplia espadaña con
campana y cruz de forja.
El interior es de una sola nave, con
capillas laterales. En el presbiterio preside la talla de San Liborio, obispo y
abogado del mal de piedra y afecciones renales.
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