jueves, 17 de marzo de 2016

DE PASEO POR BENASSAL (I): ERMITAS E IGLESIAS

Es un municipio de la provincia de Castellón pertenece a la comarca del Alto Maestrazgo.En el término municipal de Benasal se encuentran también los núcleos de población de "Fuente En-Segures" y "Coll de la Rualda"
Historia
Benasal tiene sus orígenes en la primera época de la conquista de la península por los árabes. En 1213, el rey Pedro II de Aragón, que ya había reconquistado la zona, otorgó a la Orden del Temple el castillo de Culla con todas sus posesiones, incluida Benasal (población que en el documento de donación se cita como Avinaçal). Más tarde Jaime I de Aragón, en 1226, otorga al señor feudal Blasco de Alagón todas las tierras que lograra conquistar a los árabes. La conquista comenzó el año 1232, en que don Blasco tomó Morella. Dos años más tarde ocuparon Culla con todas sus pertenencias, entre ellas Benasal. Don Blasco de Alagón otorgó Carta de población a Berenguer de Calatarrà, mediante documento dado el 3 de enero de 1239, pasando entonces a manos de su hija Constanza y del marido de ésta, Guillem d'Anglesola. En 1.303 los herederos de Blasco de Alagón vendieron las posesiones a Berenguer de Cardona, Maestre del Temple, creándose la Comanda de Benasal. Tras la desaparición de los Templarios y creada la Orden de Montesa se incorpora a ella en 1319. En el primer capítulo general de la Orden celebrado en SantMateu es erigida en cabeza de la Encomienda de su nombre, separándose de la jurisdicción de Culla y dándose pie a la fortificación adecuada de la villa. Participó en las guerras de Sucesión tomando partido a favor de los Borbones, por lo que Felipe V, en 1709, le otorgó el título de fidelísima villa a la población y añadió la flor de lis en el escudo de la misma. También participó en las guerras carlistas de parte de Don Carlos. Históricamente formó parte de la denominada Setena de Culla.
Iglesia Parroquial Virgen María de la Asunción
Fue construida a finales del s. XVII y ampliada al fin del s. XVIII. Todo y quedar parcialmente destruida por un bombardeo durante la guerra civil, conserva una portada barroca (de 1677). Consta de planta de una nave con capillas laterales, crucero y torre cuadrada situada en los pies al lado epístola.
En el tesoro parroquial se expone una importante colección de ornamentos religiosos góticos y plateresco, y medievales como el "lecho de la Virgen" (llit de la Verge), así como de orfebrería. En la capilla puede visitarse una "Última Cena" que realizó en hierro el escultor de Teruel, José Gozalbo. En la fachada exterior, se encuentra un mural representativo del pueblo realizado por el mismo autor. Situado junto a la puerta principal, se encuentra el campanario, de 33 metros de altura.




Ermita de SantCristòfol
San Cristòfol, es el patrón de Benassal, tiene su ermita en la cumbre del Moncàtil, la mayor altura de la Serra en Segures con sus 1.117 mts., Aunque San Cristóbal es su titular más conocido, el templo está también bajo las advocaciones de San Antonio Abad, San Blas y Santa Lucía. La tradición cuenta que su origen está en la aparición de un misterioso personaje de larga barba a un procurador o contable que había perdido un pleito y pretendía despeñarse desde este lugar. Sea como fuere, la primitiva ermita se edificó sobre una mezquita musulmana cristianizada en 1372; esta capilla se derribó en 1700 para construir la nueva ermita, aunque la Guerra de Sucesión retrasó el inicio de las obras hasta 1717, concluyéndose en 1730 bajo la dirección de Cristòfol Grau y Francesc Bertran. En 1750 se realizaron varias e importantes reformas, intervenciones que han continuado hasta nuestros días para asegurar su mantenimiento y conservación.
Frente a ella se levanta la casa del ermitaño y sus dependencias, edificio del siglo XV con trazas del gótico civil catalán. De la iglesia llama la atención su monumentalidad y robustez, remarcada por los grandes contrafuertes y sobre todo por los machones cilíndricos en las esquinas, que asemejan torreones defensivos. La cubierta es a doble vertiente, y tiene tejado independiente la amplia porchada adosada en la parte derecha a modo de cobertizo para refugio de los visitantes. Una alta y esbelta arcada de piedra en medio punto se eleva en la fachada hasta alcanzar la base de la ancha espadaña, sirviendo de marco para la portada en estilo toscano con hornacina vacía sobre la que se abre una ventana.
El interior es rectangular, con unas dimensiones de 25,40 mts. de profundidad por 15 de anchura y cubierta de bóveda de cañón con lunetos. Unas arcadas de medio punto dan acceso a cuatro capillas laterales. Posee coro alto a los pies, púlpito adosado y ábside con dos pechinas, de cuyos muros cuelgan numerosos exvotos. La sacristía es pequeña y rectangular, y en su lado opuesto existe otra dependencia, actualmente sin uso. La imagen de San Cristóbal se apoya en una ménsula de la pared del presbiterio, lisa y sin adornos.
 
 
 
 
 
Culla y el Peñagolosa desde la Ermita
Ermita de San Roc
Su construcción comenzó en 1557 para solicitar la protección del santo a raíz de una grave epidemia de peste, y las obras acabaron dos años después, bendiciéndose el día de su festividad, 16 de agosto, de 1559. La ermita fue dotada con un retablo gótico y una imagen de San Roque, y mejorada por su primer ermitaño, Josep Ribera, quien incluso trajo una reliquia del santo desde Montpellier. Sin embargo, el templo pronto necesitó nuevas ampliaciones y reformas, llevadas a cabo entre 1595 y 1599 por un grupo de maestros franceses.
En la Guerra de Sucesión se dañó seriamente la ermita y se perdió casi todo su patrimonio artístico. Su recuperación comenzó en 1718, construyéndose una nueva casa para el ermitaño y una sacristía en su piso superior. Con posterioridad se realizaron otras modificaciones y mejoras, hasta que nuevamente la Guerra Civil de 1936 provocó de nuevo su destrucción. Rehabilitada tras la contienda, llegó a finales del siglo XX bastante deteriorada, pero desde hace unos años se beneficia de un programa para su completa restauración.
La ermita está precedida de una pequeña plazoleta, delimitada por un murete semicircular levantado a mediados del siglo XIX. En su centro se levanta una cruz de forja sobre base de piedra, colocada en 1908. El templo es rectangular, con fábrica de mampostería y techo de barraca a dos aguas. Adosados al ábside posee casa para el ermitaño y sacristía. Posee portada de piedras son dovelas y sillares de piedra que enmarcan la puerta de entrada en arco de medio punto, en la que se puede leer la fecha de 1557. Una ventana se abre en el frontón y remata la fachada espadaña de tejadillo con su campana.
El interior mide 20 mts. de longitud por 9,30 mts. de anchura, y a cada lado hay cuatro arcos frente a sendas capillas. La cubierta es de bóveda de cañón con lunetos ciegos, salvo en el reducido presbiterio, que imita bóveda de crucería con anchos nervios que apoyan en ménsulas y coinciden en clave central. Preside el altar una imagen de San Roque, flanqueada por pinturas que representan a San José y a la Virgen de los Desamparados.
 
 
 
Ermita de la Magdalena
Es ésta una de las más curiosas y reconocibles ermitas de la comarca y aun de la provincia, alzada en su atalaya con su insólito aspecto y heterodoxa factura. Fue construida en 1864 por iniciativa de la filántropa Magdalena Grau i Gras, y restaurada hacia 1970 por mossénAureli Ferrando. Con posterioridad quedó abandonada y sin objetos de culto, estado en el que ha permanecido hasta que un grupo de voluntarios ha iniciado la recuperación de la misma y de su entorno.
Rodeada en su día de un muro circular que hoy se perdido casi por completo, su traza y estilo son inusuales, con el aire vagamente oriental que le proporciona su cúpula nervada. Su planta es octogonal, con grandes contrafuertes en cada una de las esquinas rematados con pináculos y adornados con vistosas gárgolas metálicas. En cada uno de sus estrechos paramentos se abre un gran óculo redondo, salvo en la entrada, con alargada puerta metálica y vano enrejado de medio punto.
 
 
 
 
 
Ermita de Sant Llibori
Se encuentra a la entrada del caserío de La Font d'En Segures, en la ladera septentrional del Moncàtil.
Su historia ha sido bastante azarosa: ya existía una ermita dedicada al santo desde tiempos antiguos junto a los mismos chorros de la fuente, ermita que fue transformada en hospital o lazareto. En 1918 se construyó un segundo templo junto a los terrenos de Eduard Rodríguez, en la que prosiguió el culto a San Liborio hasta la Guerra Civil, cuando fue muy dañada. Por iniciativa de mossénAureli Ferrando, en 1952 se inició su reedificación bajo la dirección del arquitecto Vicente Traver. Concluidas las obras en 1960, por diversas circunstancias no fue bendecida hasta 1965. Desde entonces se ha mantenido con culto continuado y en buen estado de conservación.
La fábrica de esta nueva capilla es, pues, moderna y sencilla, con muros de mampostería y cubierta a doble vertiente. Tiene adosadas a su izquierda dependencias con tejados a menor altura e independientes, y frente a ella se abre una plazoleta con árboles y bancos. La portada está formada por una serie de arcos de medio punto superpuestos que van reduciendo su luz hasta la puerta de madera, formando un cuerpo saliente cubierto por tejadillo. Sobre él ocupa el frontón un gran medallón con imagen del santo, por encima del cual se eleva la amplia espadaña con campana y cruz de forja.
El interior es de una sola nave, con capillas laterales. En el presbiterio preside la talla de San Liborio, obispo y abogado del mal de piedra y afecciones renales.
 
 

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