BICHOS Y MAS VLC: CIUDAD DEL VATICANO (I): PLAZA DE SAN PEDRO Y MURALLAS

Durante el imperio de Calígula, se construyó un circo en las afueras de Roma, a los pies de la colina Vaticana, que más adelante Nerón amplió y mejoró. Fue Nerón el primer emperador romano que persiguió y mandó martirizar en ese circo a los cristianos de la primera época, entre ellos a San Pedro, que fue enterrado en una antigua necrópolis excavada en la ladera de la colina, a poca distancia del circo. Los cristianos dieron sepultura al cuerpo del primer Apóstol con especial veneración. Las excavaciones arqueológicas han permitido llegar hasta el primer monumento funerario, que data del S.II.

Encima de los restos de San Pedro, a modo de otro monumento funerario, el emperador Constantino construyó la primera Basílica, a principios del S. IV, que se mantuvo en pie hasta finales del S.XV. En los comienzos del periodo renacentista, se vio claro que ya no bastaban las numerosas restauraciones para asegurar la estabilidad de la basílica de Constantino. La decisión de levantar una nueva basílica se tomó así en un momento de florecimiento excepcional de las artes en Italia: basta espigar algún nombre entre los centenares de artistas que se dieron cita en los trabajos: Bramante, Miguel Ángel, Rafael, Bernini, Giaccomo della Porta. El 23 de agosto del 846 los sarracenos invadieron Roma, devastando las Basílicas de San Pedro y San Pablo. Al año siguiente, León IV aceleradamente inició los trabajos de un muro de protección alrededor del distrito Vaticano, que se llamaba del Borgo, límite actual del Estado Vaticano. En el S.XV fue restaurado por Nicolás V, y ampliado por Pío IV en1564, hasta la Puerta del Espíritu Santo. Con la unificación de Italia, el 20 de septiembre de 1870, el Rey Vittorio Emanuele II entró con sus tropas en Roma y la proclamó capital del reino. Se trataba de una usurpación de los derechos de la Santa Sede, ante la cual el Papa Pío IX reaccionó con decisión, encerrándose en el Vaticano y declarándose prisionero. Esta delicada situación se mantuvo hasta 1929,con la firma del Tratado de Letrán, por el que el Estado italiano se reconciliaba con la Santa Sede, reconocía la máxima libertad a la Iglesia Católica, y se comprometía a respetar la autonomía del Romano Pontífice para poder realizar con la necesaria independencia sumisión universal desde la sede romana.

Desde aquella fecha, la Ciudad del Vaticano es un Estado independiente, bajo la soberanía del Romano Pontífice. Tiene una extensión de 0.440 km². Por el mismo Tratado, gozan de extraterritorialidad las Basílicas de San Juan de Letrán, Santa María la Mayor y San Pablo Extramuros, los palacios de Letrán, de la Cancillería, de Propaganda Fidei, del Santo Ufficio y del Vicariato, el Hospital del Niño Jesús y el palacio pontificio de Castelgandolfo, con la Villa Cybo y la Villa Barberini. El Vaticano es un Estado soberano, que imprime sus propios sellos postales, acuña su propia moneda, de cien liras (que tiene libre circulación en Italia), dirige una emisora de radio, posee una estación de ferrocarril (unida a la red ferroviaria italiana) e imprime un diario (L'Osservatore Romano). Dentro de la Ciudad del Vaticano y de los edificios extraterritoriales, el servicio de orden y de policía está a cargo de los Agenti di Vigilanza (instituidos en 1816 por Pío VII) y de la Guardia Suiza, fundada en 1506, que aún utiliza los multicolores uniformes de entonces, probablemente diseñados por Miguel Ángel.

PLAZA DE SAN PEDRO

La Plaza de San Pedro es tal vez la plaza más conocida del mundo y una de las más bonitas. Fue construida por Bernini a mediados del siglo XVII y puede acoger a más de 300.000 personas. Se encuentra situada a los pies de la Basílica de San Pedro. Las dimensiones de la plaza son espectaculares: 320 metros de longitud y 240 metros de anchura.

La construcción de la plaza se llevó a cabo entre 1656 y 1667 de la mano de Bernini, con el apoyo del papa Alejando VII.

La configuración urbanística que vemos actualmente se remonta a mediados del siglo XVII pues, con anterioridad, para llegar a la entrada principal gran basílica de la Cristiandad, los peregrinos recorrían una zona denominada Borgo Nuovo. Se trataba de una zona urbanística en la que se distribuían numerosos edificios. En el año 1500 se derribaron dichos edificios y se construyó una primera gran avenida entre el Puente San Angelo, junto al río Tiber, y la Basílica de San Pedro. Dicha avenida era conocida como Vía Recta o Vía Alessandrina, que es el antecedente de la actual Via della Conciliazione. Fue entre 1656 y 1667 cuando se llevó a cabo el proyecto de la actual plaza de San Pedro, el cual fue diseñado por el escultor y arquitecto Bernini. Por entonces el espacio central ya estaba ocupado por el gran obelisco egipcio, situado en dicho lugar desde 1586. La plaza se diseñó con dos espacios claramente delimitados.

Los dos hemiciclos están constituidos por imponentes pórticos de cuatro filas de columnas dóricas: un total de 284 columnas y 88 pilastras, coronados por 140 estatuas de santos realizadas en 1670 por los discípulos de Bernini. Al fondo del pórtico de la derecha se encuentra el Portone di bronzo del Palacio Vaticano.

Columnatas de plaza San Pedro

Según llegas por la gran avenida que es la Via della Conciliazione, entras en una gran plaza oval rodeada por dos grandes columnatas semicirculares.Junto a cada una de las columnatas se sitúa una gran fuente.Inicialmente, en 1613, se construyó una primera fuente por Carlo Maderno, y tras la remodelación de la plaza, en 1675, Bernini encargó construir la segunda fuente para situarla simétricamente frente a la original.Y según avanzas hacia la gran fachada de la Basílica de San Pedro, y tras pasar junto al gran obelisco, entras en la zona trapezoidal de la plaza, la cual enmarca dicha fachada.Cada una de las columnatas que se extienden a ambos lados de la plaza, está formada por una galería de tres pasajes, con cuatro hileras con un total de 284 columnas dóricas de 16 metros de altura cada una, y cuyo diámetro aumenta para mantener la proporción entre espacios disponibles y columnas. Encima de las columnatas se disponen un total de 140 estatuas de santos con 3,10 metros de altura, así como seis grandes escudos del Papa Alejandro VII.

Fuentes

En el centro de la plaza destaca el obelisco y las dos fuentes, una de Bernini (1675) y otra de Maderno (1614).

Obelisco egipcio de plaza San Pedro

Se trata de un verdadero obelisco egipcio. Fue ordenado construir por el faraón Amenemhet II más de mil años antes de Cristo en un solo bloque de granito rojo. Con 25 metros de altura y un peso de 330 toneladas, el obelisco de la Plaza de San Pedro es el segundo en altura de Roma, después del obelisco de Letrán, y es el único que no tiene inscripciones jeroglíficas. en la parte superior, a 41 metros del suelo, una reliquia de la Santa Cruz recuerda la unión de los mártires (más de cien mil, bajo las persecuciones romanas) con la Cruz de Nuestro Señor. La razón de que este obelisco se situara frente a la Basílica de San Pedro, en el año 1586, fue porque durante muchos años estuvo levantado en el Circo de Neron, y se considera que entre los miles de cristianos que perdieron la vida en el mismo se encontraba el propio San Pedro. El obelisco fue traído a Roma en el año 40 d.C. desde Alejandría por encargo del emperador Calígula, donde estaba instalado. En el citado Circo de Nerón el obelisco estaba dedicado al Sol y a los emperadores Augusto y Tiberio. Permaneció al lado de la Basílica antigua, hasta que Sixto V lo hizo transportar a su actual ubicación, en 1586. Para instalarlo en la Plaza de San Pedro por decisión del Papa Sixto se requirió el trabajo de 900 hombres y 150 caballos. Como curiosidad, se pensaba que en el globo de bronce que había en la punta del obelisco se guardaban las cenizas del emperador Julio César, pero durante su instalación en la plaza del Vaticano se comprobó que no era cierto. Dicho globo fue sustituido por una cruz y los leones que decoran la base fueron instalados en el año 1818