viernes, 24 de noviembre de 2023

LA SANTA APOSTÓLICA Y REAL IGLESIA CATEDRAL DE LA ENCARNACIÓN DE GUADIX, CATEDRAL DE GUADIX (I)

Su título de apostólica le viene dada por estar considerada la diócesis primera de todo el territorio que hoy conforma la península Ibérica. La presencia cristiana se testimonia en Guadix desde el siglo I cuando su patrón, San Torcuato, uno de los Siete Varones Apostólicos discípulos, según la tradición del Apóstol Santiago, funda en la ciudad romana de Acci (la actual Guadix) el primer episcopado de nuestro suelo patrio. 

Cuando la ciudad es reconquistada por los Reyes Católicos a finales del siglo XV, y se erige nuevamente como cabeza de Obispado. Hay que hacer notar que en toda la historia de la Reconquista, no se erigió ninguna cabeza de diócesis que a su vez no lo fuera de Reino, por tanto Guadix es un caso singular y único. Esto se llevó a cabo por el Papa Inocencio VIII, mediante Bula de Erección dada en 1492. Entonces es cuando comienzan las obras de la actual catedral que se prolongarían hasta bien entrado el siglo XVIII.

Estilos arquitectónicos: gótico, renacentista y barroco (siglos XVI-XVIII)
La catedral es conocida como la Magna Splendore (la del gran esplendor)
Declarada monumento nacional en 1931. (Bien de interés cultural)

HISTORIA

Se suele comentar que la catedral de Guadix está formada por dos templos o dos catedrales.

Con la llegada de los Reyes Católicos en 1489, la mezquita mayor fue reconvertida en iglesia cristiana bajo la advocación de la Encarnación. Al constituirse en 1492 la nueva diócesis de Guadix, la iglesia mayor pasaría a rango de catedral y para ello era necesario darle dignidad y decoro a la vieja iglesia-mezquita. Se hizo pues, una necesaria reforma al templo.

Entre 1510 y 1520 el maestro de obras Pedro Morales dio comienzo sobre la antigua mezquita mayor musulmana reconvertida ahora en iglesia, de una ampliación de la misma creando un templo con directrices góticas en planta y alzados. Construyó un cuerpo gótico de tres naves en la zona hoy ocupada por el coro y por el trascoro alargando el templo un trao hacia los pies, parte de estos elementos góticos, pueden ser contemplados todavía en forma de arcos apuntados; en el punto de unión del segundo y tercer tramo que es el punto donde se fusionaron las dos construcciones, una gótica y otra renacentista. Por una parte, se puede ver que el arco de unión es apuntado (gótico) mientras que por el lado contrario el arco es de medio punto (renacentista).Ç

Pronto la catedral se quedó pequeña, y en 1549 Diego de Siloé se hace cargo de las trazas de un nuevo templo; pero al igual que había ocurrido en aquella, lo hace con planteamientos renacentistas. Durante su maestría se levanta la cabecera, se fija el perímetro exterior de la misma, se levanta el primer cuerpo de la torre campanario con la sacristía y se realiza la capilla de san Torcuato y la cripta bajo ella. Sin embargo, las bóvedas de cierre de las capillas se quedarán sin hacer, habrá que esperar hasta el siglo XVIII para que las mismas sean realizadas. Esta cabecera se levanta como cuerpo separado de lo ya construido.

A principios del siglo XVII, el arquitecto Ambrosio Vico levanta el segundo cuerpo de la torre campanario y cubre la sacristía con una cúpula semiesférica. Será prácticamente el único trabajo que se realice en ese siglo ya que las obras se encontraban paralizadas al menos desde 1568.

Con la llegada a la corona española de la figura del primer rey de la dinastía Borbón, Felipe V, las obras de la catedral reciben un fuerte impulso, ya que Guadix se había manifestado a favor del rey Borbón en la guerra de sucesión española.

Hacia 1715 se finaliza el tercer cuerpo de la torre y se coloca una veleta, ya que el cuerpo octogonal superior no se realizaría hasta el siglo XIX. En 1713 se retoman las obras de la catedral según trazas de Blas Antonio Delgado, maestro mayor de la catedral de Jaén y en 1714 se hace cargo de las obras Vicente Acero Arebo quien junto a Gaspar Cayón Orozco de la Vega a partir de 1719 finalizaran la catedral en estilo ya barroco, estando Cayón al frente de ellas hasta 1763. A Gaspar Cayón le sucederán en las obras Pedro Fernández Pachote y Domingo Thomas, siendo este último el arquitecto que finalice la fachada principal de la Encarnación.

En 1738 será cuando se una la parte gótica que hasta ese momento aparecía exenta y la cabecera y el tramo construido en un solo edificio, convirtiendo lo que en principio eran dos catedrales en una sola. Resta solamente por construir la fachada principal conocida como de la Encarnación, la capilla mayor queda inaugurada.

Queda por tanto la catedral como una iglesia de planta de salón, tres naves de cinco tramos de igual altura separadas por pilastras con semicolumnas adosadas, girola de cinco tramos trapezoidales con cabecera poligonal y capillas laterales entre los contrafuertes. Se cubre con bóvedas nervadas estrelladas con terceletes. Junto a la catedral y en el lado de la epístola se levanta la iglesia del Sagrario construida en el siglo XVIII como parroquia. En la nave central, coro con vía sacra y trascoro. Tiene el templo unas medidas de 67 metros de largo por 37 metros de ancho. 

ARQUITECTURA

La Catedral de Guadix une en un solo conjuntolos tres estilos correspondientes a cada una de las épocas en la que fue construida, desde el gótico hasta el barroco.

A través de tres siglos han sido varios los maestros que han proyectado sus conocimientos en la hechura de la Catedral accitana, desde Diego de Siloé en el XVI hasta Vicente Acero y Gaspar Cayón, ya en el siglo XVIII, concluyendo las obras y otorgándole a la Catedral su actual aspecto tan barroco.

En las bóvedas del primer tramo de las naves que conforman la planta se aprecian las arcadas ojivales tan características del gótico, dando paso a medida que avanzan, a los arcos de medio punto más característicos del Renacimiento y del Barroco, reforzados por altas pilastras, poderosas ménsulas y decorados pilares cruciformes ricamente embellecidos. Ya en la girola clasicista y sobre todo en el presbiterio, advertimos la presencia de la fase más densa y abigarrada en la decoración.

Jalonada en las naves laterales por capillas cuya construcción (salvo la de San Torcuato) responde a un mismo patrón arquitectónico, es de destacar la presencia de girola en la Catedral

PORTADAS

La Vía Sacra, se corresponde al espacio delimitado por rejas de hierro forjado, tan común en las catedrales españolas. Su función era parcelar el espacio reservado para el clero en los oficios y funciones religiosas, comunicando el coro con el altar mayor. En caso es de hierro y bronce, regalo del obispo de Guadix, fray Vicente Pontes Cantelar.

           Fachada de la Encarnación (fachada principal).

La portada principal de la Catedral de Guadix es denominada portada de La Encarnación por estar dedicada a la advocación que da nombre a este primer templo de la diócesis accitana, según la devoción de la reina Isabel la Católica.

Se concibe como un gran retablo, divido en tres cuerpos horizontales y otras tantas calles verticales,donde destacan sus grandes contrafuertes decorados con columnas adosadas; el volumen de éstos crea grandes claroscuros en el interior de las calles. En la fachada se abren tres puertas que señalan sus correspondientes naves al interior. Fue realizada entre 1754 y 1799 en que fue terminada según se puede leer en una inscripción de su parte superior.

En el primer cuerpo, obra de Gaspar Cayón y Pedro Fernández Pachote se abren las tres portadas, la central se dispone en arco de medio punto enmarcada por un alfiz, mientras que las laterales lo hacen con formas adinteladas. Sobre las puertas laterales, se abren grandes ojos de buey, sobre los que descansa las letras «F» e «Y», iniciales de los reyes Felipe V e Isabel de Farnesio. El espacio central corona la portada un gran relieve en mármol con el misterio de la Encarnación, obra del canónigo Moyano (académico de San Fernando). Sobre el mismo un gran escudo, también en mármol, del rey Carlos III el Patronato Regio de esta Santa, Apostólica y Real Iglesia Catedral de Guadix y su vinculación histórica con la nueva dinastía de los Borbones, triunfadora y entronizada a comienzos del siglo XVIII.A lo ancho de la fachada podemos ver alojadas en los intercolumnios, ocho hornacinas barrocas con las figuras en mármol blanco de san Pedro y los siete varones apostólicos. Estas figuras son obras recientes realizadas en 1992 por María Ángeles Lázaro Guil, ya que las originales fueron destruidas en la guerra civil.

En el segundo cuerpo las calles laterales están decoradas por óculos abiertos en la fachada. En la calle central un relieve en mármol blanco representando el misterio de La Encarnación obra de hacia 1766 del canónigo de la catedral Antonio Valeriano Moyano Villarreal. Las obras de este segundo cuerpo fueron llevadas a cabo por Fernández Pachote y Domingo Thomas.

Ocupando el centro del tercer cuerpo y también en mármol blanco, escudo de la monarquía hispánica de Felipe V, bajo cuyo reinado se dieron por finalizadas las obras el 5 de noviembre de 1799 siendo arquitecto Domingo Thomas.

El remate central de la fachada por encima del escudo real, tiene una inscripción en mármol blanco escrita por el magistral de la catedral de Guadix, Blas Timoteo de Chiclana en 1799 y que dice: DEO-HOMINI MATRIS. / VIRG. INTEMERATAE / SERVATORI. SACRVM / FERDINANDVS. ET. ISABELA / PRIMI DICARVNT / PII. BORBONII. NEPOTES. CLERVS / POPVLVS. Q. ACCITANVS RENOVARVNT. / AB. AN.CIC. IC.CC. XIII. AD. CIC. IC. CC. XC. IX. / AERE. DECIMALI.

 
 

Portada de San Torcuato

También conocida como del Camp). Está situada en la fachada norte de la catedral, es obra de Gaspar Cayón realizada en estilo barroco en 1728, que la impuso por motivos de simetría con la portada de Santiago, en contra del criterio del Cabildo que no quería abrir una puerta al norte, debido a los rigurosos fríos propios de la climatología invernal de Guadix. Se trata de una portada palaciega, en el sentido civil del término. La decoración se centra en la puerta, que se alza majestuosamente sobre una gran escalinata de piedra que le otorga un sentido regio a todo el conjunto.En la parte superior de la puerta hay un hornacina hoy vacía pero que en su momento albergaba una escultura de san Torcuato, imagen destruida en la guerra civil y no repuesta. Sin embargo en el muro de la fachada a la derecha de la portada y en el interior de una pequeño hornacina podemos ver una pequeña escultura del santo.

Junto a la portada de San Torcuato, se encuentra la puerta de acceso para visitar el Conjunto Catedralicio de Guadix.

 





Portada de Santiago

Del siglo XVIII de estilo barroco, atribuida a Vicente Acero. Situada en la fachada sur.

Desde el punto de vista decorativo y conceptual, se trata de la portada más densa, abigarrada y bella de la Catedral de Guadix, respondiendo claramente al ideal del barroco católico. Realizada a modo de arco triunfal, está flanqueada por dos pares de columnas corintias, medallón central con la heráldica catedralicia (Jarrón de Azucenas flanqueado por una «F» y una «Y» coronadas, correspondientes a los reyes Felipe V y su esposa Isabel de Farnesio y no a Fernando e Isabel (Reyes Católicos) como en ocasiones se dice.

Sobre él la hornacina que acoge la imagen del Apóstol Santiago peregrino realizada en el siglo XVIII, obra de Francisco Moreno.

A la derecha de la portada podemos ver que en la misma se ha reutilizado un sillar romano con una inscripción alusiva a un tal Aurelio Vero. 


INTERIOR

ALTAR MAYOR, PÚLPITOS Y CÚPULA

El presbiterio

Se constituye mediante un pentágono abierto en su totalidad a través de un gran arco a la nave central y por cinco pequeños arcos a la girola. Al mismo se accede a través de una gran escalinata central y dos auxiliares, situadas en dos de los referidos arcos.

En el espacio central, se alza el templete de mármolrosa, de estilo neoclásico y cúpula sostenida por columnas, obra de Domingo Antonio Lois de Monteagudo, para acoger la Exposición de Jesús Sacramentado. En el interior del templete se alberga una imagen de la Inmaculada Concepción. A la entrada de la capilla mayor, flanqueándola, se hallan dos ángeles lampadarios cuyo movimiento y dinamismo roza la irrealidad, portando en sus manos sendas lámparas plateadas que dan luz al Santísimo Sacramento. Son obra, también del XVIII, de Ruiz del Peral. Generalmente se suele encender una luz, pero en esta catedral hay dos por el privilegio del que goza por estar vinculada a la “Real Congregación del Alumbrado y Vela al Santísimo Sacramento del Altar”, establecida en la Capilla Real de Palacio.

La capilla mayor se abre a la girola a través de cinco arcos de medio punto. Por encima de cada arco cinco grandes lienzos, a modo de retablo, obra de Fernando Marín Chaves, con escenas de la vida de la Virgen María; ocupa el espacio central el misterio de la Encarnación, titular mariana de la Catedral, a la izquierda los Desposorios de la Virgen y la Natividad de la Virgen, a la derecha la Presentación de la Virgen en el templo y la Asunción a los cielos, todas ellos obras del pintor Fernando Marín Chaves. Todos ellos se encuentran enmarcados con marcos-retablo que aumentan la belleza del conjunto. Con la misma disposición que los óleos vistos, pero mirando desde el interior de la girola, encontramos cinco lienzos más pequeños que los anteriores, con escenas de la infancia de Jesús: la Visitación de María a su prima Isabel, la Adoración de los pastores, la Circuncisión, la Adoración de los Magos y la Huida a Egipto.

En la embocadura del arco del triunfo, encontramos las tallas de dos ángeles lampadarios realizados en madera que sujetan dos grandes lámparas plateadas, fueron realizadas por Torcuato Ruiz del Peral en el siglo XVIII. En 1947 el escultor Amadeo Ruiz Olmos los restauró.



Púlpitos

En las columnas centrales del primer tramo entre el coro y la capilla mayor,flanqueando el presbiterio, se encuentran dos púlpitos realizados en mármoles de distintas clases (alabastro, serpentina, pórfido, ónice y jaspes), obra de juventud de Torcuato Ruiz del Peral realizados en 1737, siendo la única en piedra que se conoce de este autor. Están realizados en mármoles de gran calidad y piedras semipreciosas como:  ágatas, pórfidos y alabastros, que hace que conserven todo su valor plástico y artístico. La iconografía representa a profetas y Reyes del Antiguo Testamento. Los púlpitos sufrieron el vandalismo en la guerra civil española, todas las figuras aparecen decapitados a excepción de Jeremías que es el único personaje que permanece intacto. El resto de personajes, que adornan los púlpitos son Moisés, David, Daniel y otro personaje no identificado, todos personajes del antiguo testamento realizados en alabastro. Los respaldos y los tornavoces son de madera dorada realizados por el retablista Francisco Moreno.

Cúpula central

En el crucero del primer tramo por delante de lo que sería la nave de transepto,Cierra el conjunto la grandiosa cúpula central, ricamente decorada, realizada en piedra en sus ocho partes, descansa sobre cuatro pechinas igualmente talladas sobre piedra y profusamente decoradas. En ella se abren ventanales polilobulados y en el espacio central una linterna. En el vano correspondiente al presbiterio y a la Vía Sacra, se encuentra representado en la vidriera el jarrón de azucenas, que encontramos en muchos lugares de la Catedral, por tratarse de la heráldica de la misma.  Mucho tuvo que ver en el barroquismo de esta obra el arquitecto Francisco Hurtado Izquierdo, que la configuró hacia 1730 sobre diseños precedentes de Vicente Acero y Gaspar Cayón.

En realidad no es una cúpula auténtica pues desde el exterior lo que se ve es un cimborrio.

 

EL CORO

Ocupa el tercer tramo del espacio central de la nave principal frente a la Capilla mayor. Realizado en madera el coro se alza en dos niveles con esculturas de los apóstoles, evangelistas, santos y santas y fundadores de órdenes monacales con presencia en Guadix.

La actual sillería coral es la segunda de la catedral accitana. La anterior, de 1531, la hizo el entallador Martín Bello, colaborador de Vigarny y de Jacobo Florentino. Al parecer la sillería del quinientos envejeció mal, planteándose el Cabildo en 1741 la necesidad de una nueva, el encargo fue encomendado a Pedro Fernández Pachote que se haría cargo de la talla de la sillería, mientras que de la imaginería se haría cargo Torcuato Ruiz del Peral.

Torcuato hizo aquí realidad la teoría de la luz y las imágenes; al realizar su obra escultórica, convirtió a la luz, en un elemento estético y en tal sentido orientó los planos y las superficies; distribuyó las masas y los volúmenes. Jugó con el color de la madera de la sillería, de las imágenes y de la luz que entra por los ventanales superiores que iluminan las bóvedas, para crear un efecto óptico más propio de la pintura que de la escultura.

La sillería coral, diseñada en 1744 por Torcuato Ruiz del Peral, la fue última de sus obras. Murió en el trascurso de la realización de la imaginería. La obra de imaginería de Ruiz del Peral se alargaría hasta 1772, fecha en que por cuestiones de salud debe abandonar la obra cuando prácticamente estaba acabada. Terminará el trabajo su discípulo Cecilio Trujillo y un poco más tarde otro imaginero de nombre Felipe González Santiesteban. La obra se dará por terminada en su totalidad en 1781

Está tallada en madera de nogal ilustrando motivos florales y cubierta por doseles, su colocación responde al modo hispánico, consta de dos órdenes de asientos, realizados en madera de nogal, en la fila superior, destaca entre las demás la silla coral del obispo. Es una obra única no solo por su excepcionalidad artística, sino por representar las imágenes de los santos de modo exento y no esculpido en el respaldo de los asientos como es común. Éstos, asentados sobre pequeñas ménsulas ricamente decoradas y rematadas por doseletes en formas de corona, adornados con pequeñas campanitas, que terminan en un bello jarrón de girasoles, símbolo de la humildad, a la que todo cristiano debe ceñirse.

La imaginería de Ruiz del Peral fue destruida en la Guerra Civil. La actual es obra del escultor accitano Ángel Torcuato Asenjo Fenoy, realizada en madera de cedro en su color, siguiendo, muy acertadamente, los cánones estéticos del barroco granadino, realizado entre 1998 y 2018, que reemplaza a las originales de Torcuato Ruiz del Peral y sus discípulos. De Torcuato solamente queda la imagen de San Torcuato que preside la silla coral del obispo y el medio relieve de la coronación de la Virgen de la misma silla, sobre el que se alza la imagen de San Torcuato. La actual imaginería tiene como particularidad, que a parte de las imágenes de los apóstoles, los evangelistas, y los padres de la Iglesia Latina, algunos santos fundadores, que se encuentran siempre en estos espacios sacros, aquí se representa a los santos vinculados a la diócesis de Guadix.




Órganos:

Antes de 1936, hubo dos órganos en el coro, uno en el lado del Evangelio y otro en el lado de la epístola. En los años 50 del siglo XX, se restituyó el órgano que hay en el lado de la Epístola.

La caja, de estilo barroco, se salvó parcialmente del expolio y alberga actualmente al órgano actual, el cual posee una sonoridad de estilo sinfónico-romántico.Es de estilo sinfónico-románico y la caja barroca.El instrumento se compone de órgano Mayor y órgano Expresivo.

La fachada principal tiene un castillo-torreón central y otros dos planos, uno a cada lado de éste; existiendo otros dos intermedios partidos en tres campos, siendo los de 2º y 3º nivel de menor calibre. Los de 2º nivel son pintados.Bajo estos castillos arranca la trompetería de batalla en V a dos filas y partida en cuatro grupos de caños.En cuanto a la fachada trasera, se observa una disposición parecida a la principal, pero con la salvedad de que solo los tubos del castillo torreón central son cantantes, siendo pintados los tubos que figuran en los otros cuatro castillos.En cada una de las fachadas laterales también se dispone un pequeño campo de tubos canónigos, es decir, solo ornamentales. Carece de pinturas y policromías, y está realizada en madera vista (nogal), estando ricamente tallada.La consola, compuesta de doble teclado, manual y pedalero,y pedalier cromático, se ubica al pie de la parte elevada del coro, algo alejada de la caja. Su transmisión, así como la de los registros es eléctrica. La tubería no conserva nada del órgano original, sin ser de una gran aclidad, si se observa un buen estado, y le da al órgano una sonoridad bella y profunda, que viene amplificada por las condiciones acústicas del templo, si bien hay que señalar que éste tiene demasiada reverberación. Los fuelles son de motor eléctrico. No obstante, contiene en su interior un único fuelle.

EL TRASCORO

El trascoro de la catedral es obra neoclásica diseñada por Domingo Lois en el último cuarto del siglo XVIII, esta es la última fase constructiva de la catedral. Realizado en mármoles blancos jaspeados y rojos, el altar despliega, redundando en la portada principal del Templo, una estructura tripartita, en la que se abren tres hornacinas idénticas, si bien la primacía de la central se enfatiza mediante el flanqueo de siete columnas agrupadas en función del doble retranqueo que acusa un entablamento que remata, sólo en este cuerpo central, con un frontón semicircular. Estas siete columnas agrupadas son representación de los siete varones apostólicos, pilares de la Iglesia local de Guadix. 

La hornacina central acoge la magnífica imagen sedente de la Soledad de la Virgen, obra maestra de Torcuato Ruiz del Peral en el siglo XVIII. Es conocida como Nuestra Señora de la Humildad. Las hornacinas laterales, albergan las imágenes de San Antonio de Padua, de tamaño ligeramente inferior al académico y de acentuado dinamismo, y un San Miguel Arcángel de delicadas facciones y pausada anatomía, ambos de la Escuela Granadina del siglo XVII.

En este espacio se celebraba diariamente la Santa Misa para el pueblo. De ahí que todos los trascoros estén presididos por un retablo, el altar y la reja.


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