La villa de Noheda se encuentra en la provincia de Cuenca, en el municipio de Villar de Domingo García, en un terreno en ligera pendiente delimitado al Sur por el arroyo Chillarón, mientras que al Norte se ubica el cerro de la Cuesta de las Herrerías. A pocos kilómetros podemos encontrar otras ciudades de época como Segóbriga (58 km), Ercávica (44,5 km) y Valeria (43,5 km). Estuvo habitada durante casi siete siglos, entre la primera centuria antes de nuestra era y el siglo VI d.C. Algunos autores señalan que debe de tratarse de la mansión de Urbiaca, señalada en la calzada XXXI. El esplendor de la villa anduvo de la mano del gobierno de Teodosio (379-395 d.C), natural de Coca (Hispania) y último emperador del Imperio Romano antes de su división. En época tardorromana, el dominus de Noheda debió de ser una personalidad muy rica e influyente, quizás vinculada con las importantísimas explotaciones de lapis specularis existentes en la provincia conquense. No existe ninguna villa romana conocida en el Imperio romano que cuente con un triclinium del tamaño del de Noheda, a excepción del palatium de Cercadilla (Córdoba), aunque éste carece de mosaico y el de la villa del Casale de Piazza Armerina (Sicilia), el de Noheda es 20 metros cuadrados mayor.
Noheda es un fiel reflejo de un intento de transmitir un mensaje de alta carga ideológica y propagandística: el poder de un terrateniente (dominus) que garantizaba la estabilidad económica y social a la comunidad. Erigió un gigantesco complejo residencial que conjugaba los conceptos de “ocio y negocio” dentro de una gran extensión de tierras (fundus). De hecho, “a estos conjuntos de explotación agraria se los denomina urbes in rure (ciudades en el campo)”, recuerda el profesor.El fundus, que ocupaba 80 kilómetros cuadrados, lo componían las tierras de cultivo (ager), los pastos para el ganado (saltus) y un área montañosa (silva) de donde se obtenía madera. La villa se alzaba en un punto estratégico de la hacienda con suficientes recursos hídricos, resguardados de los vientos del norte y cercanos a una vía de comunicación.
Declarado Bien de Interés Cultural en 2012 alberga el mosaico figurativo más grande no sólo de Hispania, sino de todo el Imperio Romano.
En 1984, un agricultor de la familia Lledó, que se encontraba labrando la tierra, se topo con parte del mosaico y algunas piezas y esculturas de la época romana. Pero no fue hasta 2005 cuando comenzaron las excavaciones y tras varios años de trabajos e investigaciones se cree que tan solo se ha excavado un 10% de lo que en su día fue esta villa romana.
La Villa de Noheda funcionaba como una pequeña ciudad en sí misma, y estaba dividida en tres zonas o sectores:
Sector A o Paris Urbana, que se podría
definir como la zona residencial de la villa, con numerosas estancias entre las
que destaca la sala triabsiada donde se ubica el espectacular mosaico, y
que servía de lugar de reunión para llevar a cabo los negocios de la época y
eventos sociales.
Sector B o Balneum, donde se levantaba el complejo termal, que con sus 900m2 lo convierten en uno de los más grandes descubiertos en el Imperio.
Sector C o Paris Rustica, ubicado al
norte de la villa y la zona que se encuentra en peor estado de conservación
La habitación es el triclinium, es este caso se trata del comedor de invierno, se conoce como sala triabsiada o tricora. Esto viene de que tiene tres exedras o ábsides, que. En los ábsides, extensiones semicirculares, se instalarían los stibadia, divanes semicirculares donde podían reclinarse ocho o doce personas, servían pues para reunirse y sentarse. Las paredes de la sala estaban decoradas con pinturas murales. Se trata de una gran estancia de unos 14 por 18 metros, con una superficie de 288 m2 cuyo acceso se realiza por su lado occidental, a través de un espacio porticado encajado por dos pequeñas exedras en los laterales.
El comedor está
formado por:
una
fuente central a ras de suelo, en las que se pueden ver las canalizaciones de
agua. Es probable que estuviera decorada con una
escultura de los Dioscuros, hallada en el lugar.
tres
exedras: norte, sur y este. Ésta última sería en la que se situarían los
señores de la casa, está enfrentada a la entrada del recinto, en ella se pueden
ver dos mosaicos, uno realizado sobre el otro, hecho que quizás responda a un
cambio de gusto o a reformas realizadas en la villa
La sala se calentaba gracias un sistema de calefacción radiante o hipocausto cuyos restos podemos observar en la esquina suroeste.
Tanto las exedras
como la sala octogonal están decoradas con mosaicos geométricos y de temática
vegetal, mientras que el mosaico del gran salón representa a un gran número de
figuras y escenas de temática mitológica y alegórica. La estancia rectangular
estaba precedida de un vestíbulo a modo de narthex al que se accedía subiendo
un escalón.
Descripción
del mosaico
De los 288 m2 de
superficie que tiene la Sala Triabsidada, 247 m2 son ocupados
por un mosaico de excepcional calidad, y estado de conservación, recubría
la sala conocida como triclinium donde se llevaba a cabo las
reuniones comerciales del dueño de la villa así como los actos sociales más
relevantes. La
técnica musivaria utilizada en general es el llamado "opus
vermiculatum", que hace referencia a que cada tesela
adopta la forma necesaria para su elaboración, en el que las figuras aparecen
contorneadas en negro aunque de manera sutil. El número
de teselas empleadas es “incontable”. En cada cuadrado de 25 por 25 centímetros
se usaron de media de 1.243 de estas pequeñas piezas, algunas de milímetros
para conseguir dar movimiento o sombras a las figuras.
El mosaico figurado que decoraba la estancia está dividido en seis paneles figurativos o escenas desde la cabecera hacia los pies de la nave, donde se representan temáticas mitológicas, literarias en las escenas encaradas al vestíbulo, y teatrales y circenses, con paneles de decoración geométrica y vegetal. Las diversas escenas que integran el mosaico se articulan entre sí con un claro estilo narrativo que permite seguir la secuencia de los diferentes episodios de un mito o de una alegoría, además de los contenidos transversales que presentan entre ellas.
La
primera escena (a la entrada) cuenta la historia de Pélope, hijo
de Tántalo, rey del Monte Sípilo, una región de Anatolia, de ahí que también
lleve gorro frigio. Tiene unas dimensiones de 10,80 mts. de largo por 3,05 mts.
de ancho.
Queriendo
ganarse el beneplácito de los dioses, Tántalo descuartizó a su hijo Pélope lo
cocinó y lo sirvió a los dioses. Démeter, profundamente apenada tras el rapto
de su hija Perséfone por Hades, distraídamente aceptó el ofrecimiento y se
comió el hombro izquierdo. Sin embargo los demás dioses advirtieron la trama y
evitaron comer el cuerpo del muchacho, devolviéndole vida y reemplazando su
hombro por uno de marfil que fabricó para él Hefesto. Tras su resurrección,
Pélope era más bello que antes.
Por
otra parte el rey de Olimpia, Enómao, tenía una hija Hipodamia de excepcional
belleza. Según la profecía el monarca moriría a manos de su yerno.
El
rey Enómao contaba con unas veloces yeguas y unas excepcionales armas obsequio
del dios de la guerra, su padre Ares. Urdió una estratagema para apartar a los
pretendientes de su hija. Había convenido la mano de su hija como premio de una
carrera de carros. Cada pretendiente debía subir a la doncella a la cuádriga,
de esta manera, según versiones, aumentaba el peso, o se distraía con la
belleza de la joven. El padre daba de ventaja al oponente el tiempo de
sacrificar un cordero. Posteriormente, en su carro había de alcanzar al
contrincante antes de llegar a la meta que era el altar de Poseidón en el Istmo
cerca de Corinto. Cuando Enómao daba alcance a los jinetes, les atravesaba con
la lanza de bronce regalada por Ares y les cortaba la cabeza colgándolas en la
puerta de su casa para asustar a otros posibles pretendientes. Parece ser que
hubo trece pretendientes vencidos antes de la llegada de Pélope. En el mosaico
solamente aparecen tres cabezas colgadas, hecho que puede deberse a que la
inclusión de trece cabezas a la escala que tienen ocuparía casi la totalidad de
la escena.
Pélope
quiso casarse con Hipodamia y para ello pidió ayuda a Poseidón, su antiguo
amante, que le regaló un carro alado con unos caballos muy veloces.
Por
otra parte Hipodamia, enamorada de Pélope, desconfiando de la celeridad de los
caballos de éste, se procuró la ayuda de Mírtilo, el auriga de su padre que
estaba enamorado de ella. Para complacerla aceptó su propuesta consistente en
cambiar las clavijas de las ruedas del carro de Enómao por otras de cera de
abeja, las cuales iniciada la carrera cedieron, soltándose la rueda. El monarca
quedó enredado en las riendas del carro. Éste en la agonía de la muerte maldijo
a Mírtilo deseándole la muerte a manos de Pélope.
Más
tarde en un viaje que hicieron Pélope, Hipodamia y Mírtilo, éste intentó violar
a la joven en un momento en que su esposo había ido a buscar agua. Pélope mató
al auriga arrojándolo al mar. En la agonía Mírtilo maldijo a los descendientes
de la pareja.
Resulta
clara la correspondencia de los personajes arriba descritos con los aparecidos
en esta escena. En el primer grupo, a la izquierda, aparece Enómao sentado en
su trono, a su izquierda Hipodamia que señala a Pélope que aparece vestido con
polainas, clámide y gorro frigio, pero el personaje en este caso lleva la fusta
de la cuadriga como atributo.
Sobre
el trono tres personajes siendo Mírtilo el que viste de blanco, escuchando como
su rey acepta el desafío de Pélope.
Del
mismo modo, en la parte superior las cabezas cortadas de los pretendientes
vencidos.
El
siguiente grupo es la cuadriga de Enómao que aparece con la rueda suelta
generando un accidente en el que el rey es arrastrado por las riendas. Pese a
la falta de mosaico en esta parte se representa el monarca enredado con las
riendas, mientras que Mírtilo apesadumbrado asiste al rey, momento en que éste
le maldeciría.
Otros
personajes sujetan y alimentan a los caballos, o se lamentan con los brazos
abiertos por la muerte del rey.
El
grupo de personajes contiguo representa a Hipodamia abrazando a Pélope, que
como vencedor de la carrera porta la rama de laurel. El carro alado se
representa con un amorcillo.
La
parte perdida de la escena, debido a la acción de arado en la villa,
probablemente completaría el mito, con la muerte de Mírtilo a manos de Pélope.
Menelao,
esposo de Helena, es uno de los descendientes del matrimonio de Pélope e
Hipodamia. Por tanto el mosaico cuenta de manera cronológica, la historia de
unos personajes mitológicos que en sus matrimonios sufrieron distintas
desgracias.
El mosaico de Noheda es el único
mosaico del mundo, hasta la fecha, que representa todas las escenas de
esta historia, y ha servido de referencia fundamental para reconocer otros
elementos iconográficos vinculados a este mito
Escenas B y C
Escena
B: Representa
los pasajes de la vida de Paris
En
primer lugar, aunque la figura está parcialmente destruida por las raíces de
una encina, se puede apreciar con claridad una figura sentada sobre una roca, a
la que a su vez da sombra una palmera. Son obvios los pliegues sobre las
rodillas de la túnica anaranjada. Frente a él, tres personajes femeninos. Esta
escena alude al Juicio de Paris. Según la tradición mitológica Hécuba, su
madre, cuando estaba a punto de nacer Paris soñó con una antorcha con la que se
incendiaba Troya. Su hermanastro Ésaco, interpretó el sueño como que el niño
iba a ser responsable de la destrucción de la ciudad. Su padre, Príamo, ordenó
a su criado Agelao que abandonase al niño en el Monte Ida para que muriese. La
orden fue cumplida pero una osa amamantó al niño durante cinco días. Cuando
Agelao volvió a verlo decidió criarlo como si fuese su hijo. Paris en su
juventud pasada en el Monte Ida se dedicaba a pastorear de ahí que suela
aparecer con el lagobolon. Pasó el tiempo, y en las Bodas de Tetis y Peleo
fueron invitados todos los dioses, menos Eris, diosa de la discordia. Sin
embargo aparecería en medio de los festejos con una prueba. Trajo una manzana
de oro dedicada a la más bella de las diosas. En la fiesta se encontraban Hera,
Atenea y Afrodita, (esposa e hijas respectivamente de Zeus) las cuales se
disputaron la codiciada manzana. Al ver esto Zeus, encargo a Paris una tarea
comprometedora: decidir cuál de ellas era la más bella y darle la manzana. Cada
una le prometió virtudes. Así Atenea, diosa de la guerra, representada en el
mosaico con el casco, la lanza, el escudo y el pectoral con la Gorgona Medusa,
le garantizó victorias en todas sus batallas. Hera, diosa de la sabiduría,
representada con el polos, una alta corona, le ofreció tomar siempre decisiones
sabias. Pero Paris eligió a Afrodita, la diosa del amor y la belleza,
representada aquí con un pecho al aire. Le había prometido a la más bella de
las mujeres: Helena, reina de Esparta y esposa de Menelao. La narración
continúa hacia la derecha con el rapto de Helena que aparece representada como
una dama ricamente ataviada, asistida por dos doncellas y una tercera que lleva
una sombrilla. Este rapto originó la guerra de Troya. Frente a ella, Paris
cogiéndola de la mano, vestido con clámide, polainas y gorro frigio que alude a
sus orígenes. En la otra mano el clásico lagobolon. Su acción es la de
subir a un barco con cuatro marineros tocados también con gorro frigio que les
llevarían ante las costas de Troya. Posteriormente los mismos personajes
bajando del barco, con otros de menor tamaño danzando y al fondo lo que parecen
ser las murallas de Troya en la parte de mosaico conservada, representa la boda
de Paris y Helena, con la ciudad de Troya al fondo.
La
tercera escena:
representa el cortejo Dionisiaco o Triunfo de Dioniso es una única escena, pero
con multitud de personajes. Dionisos, aparece subido en un carro dorado tirado
por cuatro centauros músicos que, por parejas simétricas, tocan
el aulos y la siringa. El díos aparece junto a su esposa Ariadna
que se manifiesta con un pecho al aire. El espacio entre ambos marca el eje de
la Sala Triabsidada. Dionisos es representado de manera típica, como un joven
de excepcional belleza, cabellos rubios y largos y profundos ojos negros que
indican su inmunidad al paso del tiempo y el envejecimiento. En su mano derecha
porta una jarra que verte vino, mientras en la izquierda su clásico tirso. Al
dios lo coronan con la típica corona, dos victorias aladas. Y a los lados de
ambas dos ménades danzando con pandeteras.
El
cortejo es abierto por dos sátiros que llevan antorchas. Tanto estos últimos,
como los centauros se cubren con pieles de leopardo (pantera), animal, asociado
a Dionisos. Incluso en algunas representaciones musivarias de Túnez o Sevilla
el carro es tirado por estos animales (Mondelo y Torres, 1985: 144). En la
parte derecha de la imagen se aprecian los cuartos traseros de este mismo
animal delante de otra ménade. A la izquierda aparece Sileno, representado como
un anciano ebrio, montado sobre un burro, que necesita ser sujetado por un
sátiro. El anciano era el padre adoptivo y educador de Dionisos. Junto a él
otros dos sátiros, que portan en una mano el lagobolon, el clásico bastón
curvo de los pastores. En la otra mano, uno de ellos lleva un pellejo de vino y
el otro la siringa, instrumento asociado a Dionisos, el otro. Entre ambos
otra ménade que, en este caso lleva la crátera de bronce asociada a los
cortejos dionisíacos. Completa la escena Pan, dios de los pastores representado
como un personaje masculino con piernas, barba y cuernos de cabra (Genest,
1992:169). Aparece con dos instrumentos musicales idénticos, uno por mano, del
tipo kroúpala o crotala montados sobre varillas.
Una
de sus particularidades es la perspectiva. Se ha tratado de dar la sensación de
que el cortejo avanza frontalmente desde el fondo de la obra, abriéndose hacia
ambos lados. Así, aunque se trataría de la misma escena, también se puede
dividir en tres partes. A la izquierda, un grupo de ocho figuras, en el centro,
el carro del dios, y a la derecha, el segundo grupo del séquito, aunque parte
se ha perdido.
Las otras escenas situadas de forma perpendicular y alrededor de la fuente representan la actuación de los mimos. El mimo cuenta con una orquesta ricamente instrumentada y un coro de actores que acompañan a los danzantes. El coro, eran los personajes que llevaban máscara, y su único papel consistía en ayudar a entender por medio de sus danzas y movimientos las distintas actuaciones efectuadas por los actores. Éstas, con frecuenta estaban tomadas de un mito.
Escenas D, E y F
La
escena D, ubicada en la zona norte de la sala, posee unas dimensiones de 6,15
mts. de largo por 3,14 mts. de ancho. Los personajes representados de izquierda
a derecha son: en primer lugar, tras los cortinajes que delimitarían a este
lado el escenario, aparece uno de los músicos de la pantomima tocando
un hydraulus o hydraulikon organon (órgano hidráulico).
Este tipo de instrumentos funcionaba con aire, de ahí que dos niños, uno a cada
lado del instrumento, ayuden dando aire mediante dos fuelles. Tras este músico,
aparecen tres personajes, dos femeninos y uno masculino. Todos ellos ricamente
ataviados, especialmente las mujeres. Estos personajes se repetirán en la
escena opuesta (E), no correspondiendo con ninguno de los componentes del mimo.
Es posible que sean los propietarios de la villa, haciéndose representar
por el maestro musivario con ánimo de perpetuidad y de vanagloria personal ante
posibles invitados que tuviesen acceso a esta sala. Sigue una danzante con
máscara y ricamente ataviada. Después una música que toca la lira, bajo la cual
aparece una niña que la mira. Tras ella un personaje masculino vestido de
blanco que formaría parte de la compañía de actores. Seguido de otra danzarina-música
que toca el aulos y lleva máscara. En ese momento aparece un niño
sujetando el biombo que da paso a un grupo de actores en el que aparece un niño
llorando, mientras, sentados sobre una cama, un hombre y una mujer actúan. Tras
ellos, otra pareja similar aparece en pie. Observar cómo los actores masculinos
llevan el pelo rapado, por lo que se podría pensar en su correspondencia con
los personajes del sannio y el stupidus. Sobre ellos, la única
inscripción conservada en el pavimento musivo: “MIMU ZELOTIPI NUMTI”. La
ortografía es fonética, vulgar ya que en correcto latín sería: “MIMUS ZELOTYPI
NUPTI”, pudiéndose traducir como “Mimo del novio celoso” o “Mimo del recién
casado celoso”.
Bajo las escenas mayores descritas en las
líneas anteriores, aparecen unas escenas de menor tamaño cuyos personajes están
enmarcados entre columnas. De izquierda a derecha, dos púgiles en actitud de
comenzar el combate. Junto a ellos, dos mesas con ramas de laurel destinadas al
vencedor. Después un músico que toca la trompa. Tras él, una mujer con un
pañuelo que le cubre la cabeza sentada sobre un diván o triclinio, que, a tenor
de las ramas que se observan sobre su cabeza, puede que se localice en
el triclinium aestivun. Un poeta declama versos, al tiempo que sujeta una
rama de laurel, lo que podría indicar fatuidad. Junto a él, una mesa con ramas
de laurel. Luego un actor disfrazado de personaje femenino trágico con una
serpiente enroscada en el brazo. Tradicionalmente el personaje de mujer con una
serpiente nos remite a una maga, siendo la más común Medea, hija del rey Aetes,
que ayudó a Jasón a conseguir el vellocino de oro. Más tarde, tras ser
abandonada por Jasón, se vengó de él envenenando a sus propios hijos. Por
último, otro actor, con máscara grotesca que lleva una curiosa vestimenta.
La escena E se encuentra a la derecha de la fuente, junto a la exedra sur, tiene unas dimensiones de 6,05 mts. de largo por 3,01 mts. de ancho. También representa una escena teatral, y se trataría de alguna manera de un reflejo de la anterior. En este caso las obra sería una tragedia, con los personajes con un aire más solemne, y olvidado ya el marido celoso que le daba sentido a la comedia. Bajo esta escena otro friso de imágenes de la misma temática que la del lado opuesto. En las celdillas de la izquierda, un púgil muestra el trofeo mientras otro aparece derrotado y sangrando. A ambos lados de la figura central, igual a la del otro friso, un músico y un orador, ambos vencedores en este caso. A la derecha, dos gimnastas, uno con una palma y el otro en actitud derrotada, representa a la tragedia saliendo vencedora frente a la comedia.
La
escena F, se sitúa alrededor de la fuente. Está parcialmente destruida por la
caída de la cúpula de la estancia, la cual, su parte central, la más alta, se
precipita sobre la fuente y la destrucción de la misma se lleva consigo parte
de los mosaicos que la circundaban.
Se
trata de escenas marinas, apreciándose en la esquina sureste orientados al sur,
dos pescadores con gorro. Uno de ellos lleva sobre el brazo izquierdo la caña
de pescar y en la mano derecha un pez. Junto a ellos, pero cambiando la
orientación, mirando en este caso al este, un pescador, en este cado con red,
que va llenando el saco que tiene en la parte trasera de los peces y ostras que
se representan frente a él. A su espalda se aprecia la proa de un barco. La
popa de este barco aparece en el fragmento de escena conservado en la esquina
noreste. Subido en el barco, un pescador tira de las redes mientras otro se abalanza
con una lanza sobre un pulpo. Al este de ambos, con un nuevo giro en la escena
que en este caso mira al norte, otro pescador con gorro y caña mira a un pez y
una anguila. Junto a él, un pescador con un palo sobre los hombros que lleva
atados dos sacos de peces. La esquina noroeste, en la escena que completa la
antes descrita, un molusco tras cupido que con fusta guía al delfín. Frente a
él una gaviota lleva un pez en el pico. Completa la escena, orientada en este
caso al Este la imagen de una sirena, apoyada en Poseidón. Por último, en la
esquina suroeste, la más deteriorada, se aprecia la pierna desnuda de un
personaje frente a un pez.
Otras estancias
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