viernes, 8 de octubre de 2021

CASTRO DE BAROÑA. PORTO DO SO

Se encuentra a orillas de la Ría de Muros y Noia, en la península del Barbanza, parroquia de Baroña, perteneciente al ayuntamiento de Porto do Son.

Coordenadas geográficas: Latitud:42º 42' 30.24" N Longitud:9º 1' 27.08" W

Se trata de uno de los pocos castros conservados basados en una economía básicamente marítima, ya sea por ser la base de su alimentación o por sus posibilidades comerciales en épocas tardías.

Situado en una pequeña península rocosa denominada Punta do Castro cuenta con casi veinte casas y una espléndida muralla que defendía de los atacantes, ocupando una extensión de 2,5 ha.

A raíz de las investigaciones se deduce que este yacimiento del castro de Baroña estaba activo como mínimo ya a mediados del primer milenio y continuaría ocupado hasta el siglo I d.C.

Lo más probable es que el castro de Baroña, o más bien sus restos, sean conocidos por los vecinos desde épocas inmemoriales. Tenemos noticias de él en los años 1754-1755, cuando es ya nombrado por el Padre Sarmiento en su viaje por Galicia.

Fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) por parte de la Xunta de Galicia en el 2011.

Excavaciones

1933: Las primeras investigaciones sobre la existencia de un castro en esta punta se remontan al año 1933, año en que fueron identificadas las primeras estructuras castrexas. Esta primera intervención parece ser que fue un poco desastrosa, según cuentan debido al gran número de gente que participó en la excavación (comparándolo con una romería) con la idea de encontrar grandes tesoros. Este mismo año y habiendo comunicado la existencia del yacimiento arqueológico, D. Sebastián González-García Paz hace las primeras excavaciones y estudios oficiales. Poco después llegó la guerra civil y ya os podéis imaginar lo que pudo pasar con parte de las piezas encontradas. En estas excavaciones salieron a la luz varias casas, molinos, pesos de red, hachas, moldes de fundición, anillos, fíbulas, colgantes, cerámica…

1969-1972: En 1969 comienza la intervención por parte del que fuera director del Museo Arqueológico de A Coruña, D. José María Luengo. Este localiza murallas, varias casas (una de ellas un posible taller de fundición), las escaleras de acceso y entrada al segundo recinto y un concheiro entre otras cosas.

1980-1984: Francisco Calo Lourido y Teresa Soeiro acometen una nueva intervención a principios de los años 80. El objetivo, la consolidación de los restos y la recuperación de las antiguas estructuras que habían sido muy dañadas en las anteriores excavaciones.

2007: Dirigidos por Luis Francisco López, en este año se realizaron trabajos para la declaración del yacimiento como Bien de Interés Cultural (BIC).

2014-2015: En esta última intervención se marca como objetivo el acondicionamiento y consolidación de los restos, así como su puesta en valor. Dirige los trabajos Luis Francisco López González.

 

Descripción del yacimiento de Baroña

Este castro marítimo de Baroña se sitúa en un precioso istmo, rodeado de mar y unido a tierra firme por una pequeña porción de arena de playa. 





El castro de Baroña estaba formado por cuatro recintos diferenciados y separados por estructuras.

Trichera: Se defendía de tierra con un foso de 57,5 metros de largo, casi 4 de ancho y de una profundidad máxima de 3 metros.

A continuación de la gran muralla antes descrita, quedan los restos de otra más de 6 metros de ancho compuesta por dos muros paralelos de 1 metro de ancho formados de mampostería que estarían rellenos de arenas y piedras. Aunque quedan cerca de 30 metros en la actualidad, su longitud se supone que casi sería idéntica a la del foso y cerraría el istmo.

Esta muralla no tendría sentido sin que existieran otras por cada lado que cerrara los laterales del ismo, algo que parecen confirmar los restos. Esta zona de murallas podría haber sido también ocupada por viviendas, en el momento que el número de habitantes creció y no tuvieron más remedio que asentarse fuera del recinto primitivo. Este sería el primer recinto.

foso, primera muralla y al fondo segundo muralla con la puerta de acceso

El segundo recinto se encuentra a continuación, ya sobre la península, y también se denomina primera plataforma. Es defendida por una gran muralla que cierra la península del castro. En ella se abre la puerta principal flanqueada por bastiones y una rampa que da acceso a un núcleo formado por 16 viviendas o edificaciones castrexas.


puerta de acceso

primer recinto de viviendas








Escalera en U que se encuentra en la parte interna de la muralla. Se trata de una estructura con 28 peldaños compensados que se yuxtaponen. Ascendiendo por la misma se llega a la parte alta de la muralla, al denominado paseo de ronda, que tiene una finalidad constructiva.


 

En la misma península tenemos la segunda plataforma o tercer recinto. Está situada a continuación y separada del recinto anterior por muros de contención. Se accede a él por medio de unas escaleras flaqueadas por unos gruesos pilares que podrían haber formado en su origen una cubierta o bóveda de entrada, algo único hasta ahora en la cultura castrexa. Existen en el interior de este recinto varias construcciones de difícil interpretación. El último recinto se localiza en lo más alto y parece haber tenido una intensa ocupación.

El poblado lo forman unas 20 viviendas de diferente tamaño y forma, sumando la singularidad de unas plantas rectangulares, siendo las circulares las más extendidas en las primeras etapas de la cultura castrexa. Las casas no tenían ventanas ni puertas, lo que dio lugar a la teoría de que podrían tener una entrada por el tejado. Eso explicaría la escasa altura de las casas. Una lareira ocupaba la parte central de la vivienda, para alejarla lo más posible del techo en forma de campana, reduciendo el riesgo de incendios. La luz interior llegaría por ese mismo hueco destinado principalmente a la salida del humo producido por el fuego.

escalera de acceso al segundo recinto de viviendas






Gracias a los restos encontrados comprobamos su intensa relación con el mar. Los restos se encuentran acumulados en una zona del Castro denominada "concheiro",  llamada así por la cantidad de conchas de moluscos y mariscos amontonadas. Los habitantes del Castro de Baroña recogían  marisco en la playa y los acantilados y practicaban la pesca. Entre los restos de los concheiros se encontraron anzuelos y demás utensilios necesarios para la actividad pesquera así como espinas y vertebras de pescados.

Otras actividades que se desarrollaron en este Castro son la minería y la metalurgia. En la zona norte hay un horno en el que se trabajó, como en la mayoría de los castros, el bronce y otros metales como oro y hierro.
salida del recindo



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