HUELVA
Huelva se encuentra en la Comunidad Autónoma de Andalucía siendo capital de la provincia homónima. Huelva se encuentra en una pequeña península confluencia de los ríos Tinto y Odiel, en la llamada tierra llana perteneciendo a la cuenca del Guadiana. Está ubicada a escasos kilómetros del mismo, del que lo separan una ría y varias islas. Los dos ríos se fusionan en el punto conocido como Punta del Sebo (o Península de Huelva o Anicoba). El centro de la ciudad está situado a 24 metros de altitud, mientras que la altitud del municipio varía desde el nivel del mar hasta los 68 metros en el Conquero, Es capital de provincia desde 1833 y tiene rango de ciudad desde 1876.
El nombre de la ciudad de Huelva procede del antiguo Onuba que aparece como Ὄνοβα en las fuentes griegas y como Onuba u Onuba Aestuaria en las latinas. El término procede de alguna de las lenguas prerromanas de la península y su significado es desconocido, si bien se detecta en él la presencia de un sufijo -oba o -uba que también aparece en otros topónimos como Ossonoba, Corduba o Salduba. También está documentada la forma Olba según el arqueólogo alemán Adolf Schulten en su obra sobre Tartessos. En época árabe el topónimo aparece en formas como Gaelbah o Umba, si bien la forma más documentada es Welba, idéntica a la forma actual en castellano normativo y resultado de la evolución fonética del latín al romance: Onuba > Huénoba >Huéloba > Huelva.
HISTORIA
La ciudad ha sido punto de encuentro de diferentes culturas y civilizaciones. En 2006, en una zona próxima al Colegio Diocesano, se encontraron restos datados entre el 3000 y el 2500 a. C., muy anteriores a Tartessos, además de descubrirse también restos de una ballena prehistórica en pleno centro de la ciudad. El hallazgo de dos depósitos cilíndricos, con alrededor de unas treinta piezas de deidades prehistóricas, la mayor conocida hasta el momento, situarían en la capital onubense «la ciudad más antigua de la península ibérica» y «la ciudad más antigua de la Europa Occidental». Pese a todo, los historiadores coinciden en señalar el año 1000 a.C. como el de la fundación del núcleo urbano por los fenicios con el nombre de Onuba Aestuaria, en la parte baja de la actual ciudad y situada extramuros de un enclave tartesio que ocupaba la actual parte alta. Ha sido frecuente relacionar la onubense Isla de Saltés con la capital de Tartesios. Así lo hizo, en su Ora Marítima, el poeta romano Rufo Festo Avieno en el siglo IV y Estrabón hablaba de los viajes de los marineros fenicios a la zona desde el siglo VIII a. C. Se puede demostrar arqueológicamente, que en estas tierras floreció una avanzada cultura gracias al contacto con el elemento indígena, dedicado al pastoreo y la agricultura, con otros orientales, fenicios, resultando de ello una relevante cultura metalúrgica y comercial en los albores del bronce final. El esplendoroso reino tartesio desaparece entre 530 y 508 a. C. cuando los púnicos consiguen prohibir el comercio griego con esta zona.
De la presencia romana en la ciudad quedan ya pocos restos visibles. Por los yacimientos estudiados (acueducto, diversas domus, factorías) se infiere la relativa importancia de la ciudad al menos como puerto comercial. A partir del siglo I se produjo una rápida romanización de sus habitantes. El mismo Estrabón cita a la ciudad de Onuba enclavándola en la Baeturia Celtica y poco después, probablemente, lo hace Pomponio Mela refiriéndola como Cnoba. Pero será Plinio el Viejo quien la ubique geográficamente en su obra Naturalis Historia mencionándola como Onuba Aestuaria y entre los ríos Urium y Luxia (Tinto y Odiel). La investigación científica de este periodo tuvo su momento culminante en 2000, al encontrarse una necrópolis en el antiguo Colegio Francés que permitió delimitar la ciudad de manera más precisa.
La investigación histórica sobre la época visigótica en Huelva es muy escasa y llena de lagunas por lo que es mucha más conocida la llamada «Welba» de la época musulmana.
A comienzos del siglo VIII el sur de la península es ocupado muy rápidamente por los árabes, siendo el núcleo urbano de Huelva conquistado en 713 por Abd-al-Aziz. A partir de la ocupación podemos considerar dos núcleos urbanos o ciudades: Welba (o Gaelbah o Umba), que corresponde con la actual ciudad y desarrollada a partir de la anterior estructura urbana romana. Los asentamientos humanos se ubicaron preferiblemente en las laderas de los cabezos, encontrándose las primeras evidencias de poblamiento en el actual Cabezo de San Pedro, con una Alcazaba que fue la precursora del ya también desaparecido castillo cristiano, y Xaltis (la actual Isla de Saltés), de la que se sabe estaba protegida por una fortaleza de 70×40 metros de perímetro.
En 1012, Abd al-Aziz al-Bakri erige el reino taifa de Huelva otorgándose el título de señor de Umba y Xaltis (Huelva y Saltés). El reino fue durante cuarenta años económicamente seguro y fuerte hasta la guerra con el reino de Sevilla. En 1052 cae el reino taifa de Niebla en manos de Al-Mutadid y Abd al-Aziz debe retirarse siendo confinado en la isla de Saltés.
En cuanto a la época cristiana se sabe que la ciudad fue tomada, primero, por Íñigo de Mendoza en 1238 y por las tropas de Alfonso X, finalmente, en 1262. A partir de ahí será gobernada por diversos nobles como Juan Mathe de Luna, Diego López de Haro o Juan Alonso de la Cerda hasta que en el año 1351 se le confirman sus derechos como ciudad de cierta importancia. María de la Cerda, señora de Huelva y de la Isla de Saltés, de la Casa de Medinaceli, aportó en dote la villa de Huelva al matrimonio con el I Duque de Medina-Sidonia, pero al morir sin descendencia, su casa le reclamó al duque la devolución de la villa, lo cual no se llevó a cabo por parte de los guzmanes. Por ello, en torno a 1466, surgió un largo pleito sobre la villa entre ambas casas que no finalizaría hasta 1509 cuando, a la muerte del III duque, Fernando el Católico autorizó a los gobernadores del señorío a abonar 10.000.000 de maravedíes a la Casa de Medinaceli en compensación por Huelva, que permanecería bajo el señorío jurisdiccional de la Casa de Medina-Sidonia hasta la abolición de los señoríos en 1812.
En el Descubrimiento de América participaron numerosos hombres de Huelva a los que luego se le sumaron en nuevos viajes nombres como Alonso Pérez Nizardo que descubrió la Isla Trinidad, Fernán Hernández y Antonio García Ribas que fueron tripulantes de la Armada de Ovando Juan Álvarez «El manquillo de Huelva» que participó en la Conquista de México pilotando un barco con Antón de Alaminos y Esteban Rodríguez que obstentó el rango de piloto mayor en la Armada de Legazpi.
Monumento a "Paco y Pepe Isidro" |
A finales del siglo XVI la ciudad deja de crecer, sobre todo por el importante flujo migratorio hacia América, los ataques de piratas berberiscos o las recurrentes epidemias de peste.
El siglo XVII tampoco trae nada bueno; la guerra con Portugal, la caída del duque de Medina Sidonia o la nueva peste de 1650 que se lleva por delante a casi la mitad de los habitantes seguirán estancando la ciudad. No será hasta el último cuarto del siglo cuando se haga evidente una recuperación demográfica y económica. Así, en 1658 el rey Felipe IV declara a la ciudad como «libre y exenta de leva y saca de gente para la milicia».
El 1 de noviembre de 1755 a las 10.00, se produjo un intenso movimiento sísmico (8,5 de la escala Richter) en un punto del Océano Atlántico a no más de 300 km de Lisboa. Su duración fue de seis minutos, y sacudió ciudades y almas de la mayoría de la península ibérica. En la provincia se sintió de manera especialmente fuerte y en la capital acabó con la vida de ocho personas y dejó afectadas a la mayoría de las edificaciones.
En el primer cuarto del siglo XVIII la costa de Huelva se hace más segura y sobre todo se produce una modernización en las técnicas y artes de pesca. Además, el hecho de trasladarse la Casa de Contratación a la ciudad de Cádiz permite aumentar considerablemente el número de embarcaciones que recalan y se abastecen en el puerto de la ciudad. Es en este siglo cuando se abre la aduana y los Duques de Medina Sidonia ubican en Huelva su tesorería. Tras el terremoto de 1755 la ciudad se reconstruye creciendo rápidamente y pasa en 1811 a manos de la Corona española. Sería en 1823 cuando se realizaría la división por provincias que hoy existe. El antiguo reino de Sevilla se divide en partes creándose dos nuevas delimitaciones administrativas: Huelva y Cádiz. Diez años después se convierte en capital de provincia según la división administrativa de Javier de Burgos.
Desde el último cuarto del siglo XIX, a causa de las importantes explotaciones de la Cuenca Minera al norte de la provincia a cargo de la Rio Tinto Company Limited, la ciudad se convierte en un pequeño territorio inglés. Así, en 1873 el gobierno de España permite la venta de las milenarias minas de Riotinto, la construcción de un ferrocarril hasta la capital y un muelle de embarque para la salida del mineral hacia el Atlántico.
Ello permite una importante expansión de la ciudad a causa de la llegada de trabajadores del resto del país, sobre todo de Andalucía, Badajoz y Galicia, e incluso de la cercana Portugal. Es en esta época cuando la ciudad comienza a dar la espalda a la Ría del Odiel porque las vías del ferrocarril cierran la expansión del núcleo urbano. Asimismo, la Onuba antigua, ya seriamente dañada tras el Terremoto de Lisboa, va a ir desapareciendo mientras que la ciudad crece muy desarticulada y empieza a conformar su característica forma de «media luna» que no normalizaría hasta inicios del Siglo XXI.
Cabe destacar que debido a su extensa población anglosajona y alemana la capital desempeñó un importante papel durante la II Guerra Mundial. Así, fue notable la existencia de numerosos espías aliados y nazis, hombres de negocio de la ciudad y diplomáticos, que se controlaban entre sí y que consideraron la ciudad un enclave estratégico gracias a su puerto. En este sentido fueron numerosos los barcos aliados que sufrieron sabotajes e incluso fueron bombardeados por aviones alemanes procedentes de la base de Tablada, en Sevilla. Prueba de ello es el pecio existente en la desembocadura de la ría.
Pero donde fue realmente importante el papel de la ciudad es en la conocida como Operación Mincemeat aliada, cuando el servicio secreto británico dejó en la cercana Punta Umbría los restos de un presunto soldado inglés con documentación falsa, que fue interceptada por los nazis gracias a la ayuda de las autoridades locales, como bien había predicho el ejército británico. El hecho de que los alemanes creyeran ese montaje fue finalmente crucial para su derrota.
Pero donde fue realmente importante el papel de la ciudad es en la conocida como Operación Mincemeat aliada, cuando el servicio secreto británico dejó en la cercana Punta Umbría los restos de un presunto soldado inglés con documentación falsa, que fue interceptada por los nazis gracias a la ayuda de las autoridades locales, como bien había predicho el ejército británico. El hecho de que los alemanes creyeran ese montaje fue finalmente crucial para su derrota.
Durante la Guerra Civil española, la capital fue ocupada por el ejército sublevado contra la II República el día 29 de julio de 1936, once días después del golpe militar, momento en el que el comandante de la legión José de Viena declara el estado de guerra. Durante la dictadura militar, y con objeto de revitalizar la zona, es cuando se construye el polo químico, que traerá a la ciudad a gran número de emigrantes procedentes del resto de la provincia
MONUMENTOS
Monumento a la Fe Descubridora
Se encuentra en la confluencia entre los ríos Tinto y Odiel, en una zona conocida como Punta del Sebo, y fue obra de la americana Gertrude Vanderbilt Whitney.
El monumento, de estilo cubista, representa a un navegante mirando hacia el oeste y mide nada menos que 37 metros de altura. Fue inaugurado en 1929.
Representa la figura de un fraile franciscano del Monasterio de La Rábida, quienes, con sus convicciones religiosas, apoyaron a Cristóbal Colón a dar el paso de aventurarse en ese periplo que le llevó a descubrir América.
En su pedestal se encuentran diversos bajorrelieves que representan a las culturas azteca, inca, maya y cristiana. El interior del pedestal está hueco, y en él se pueden encontrar motivos relativos al descubrimiento y los nombres tanto de los descubridores que viajaron en las carabelas como de los miembros de la fundación que contribuyó a su creación. También aparece un grupo escultórico representando a los Reyes Católicos. La cruz en la que se apoya, denominada Tau, es un conocido símbolo franciscano.
Esta estatua fue donada a España por Estados Unidos en 1929 y a mediados del siglo pasado se le agregó la siguiente placa conmemorativa:
Esta estatua fue donada en 1929 al pueblo español por el pueblo de los Estados Unidos como expresión de amistad a la Nación cuya generosidad y clara visión hicieron posible el descubrimiento de Colón. Erigida bajo los auspicios del Columbus Memorial Fund. Escultora Gertrude V. Whitney. En 1956 John Davis Lodge, embajador de los Estados Unidos descubrió esta placa para reafirmar la amistad de los dos pueblos.
Gran Teatro
Su construcción fue promovida por Joaquín Gonzalo Garrido. El edificio fue proyectado por Teodoro Anasagasti, Joaquín Otamendi y Antonio Palacios. Situado en la Calle Vázquez López, en el punto en que se ensancha para convertirse en la plaza Alcalde Coto Mora, fue inaugurado el 30 de agosto de 1923 como "Real Teatro" en honor al título concedido por Alfonso XII. Es un edificio señorial de estilo clasicista en su fachada típico de finales del siglo XIX, decoración llamada de Segundo Imperio. Su diseño buscaba la coexistencia tanto de representaciones teatrales (pese a adolecer de un escenario algo pequeño) y espectáculos cinematográficos por lo que fue dotado de palcos y pisos. Desde 1984 es propiedad de la Diputación de Huelva y del Ayuntamiento de Huelva siendo remodelado a finales de los años 1980 por Antonio de la Lama.
El edificio es de estilo neoclásico, decoración llamada de Segundo Imperio. Se debe al desarrollo económico y urbano registrado en Huelva a finales del siglo XIX, época pujante por la presencia de capitales extranjeros en la provincia y la prosperidad de las explotaciones mineras de Rio Tinto.
Palacio de las Conchas
Se encuentra enfrente al Gran Teatro. Se construyó en los años 20 del siglo XX por José María Pérez Carasa en estilo neoclásico, destacando en su fachada las torres, los detalles decorativos de los balcones, las distintas formas de sus ventanales y las conchas que dan nombre al edificio. En la fachada se pueden encontrar 16 conchas blancas adornando la segunda planta del edificio, 8 dan a una calle, y las otras 8 a otra. Conforman grupos de 4 en forma romboidal junto a unos pequeños balcones. En el interior tiene un hall revestido con azulejos típicos andaluces y varias vidrieras emplomadas. Este palacio fue residencia de uno de los toreros más importantes de la ciudad, Antonio Chamaco.
Plaza de las Monjas
También conocida como Plaza de Abajo o Plaza Nueva y desde 1936 ya como Plaza de las Monjas. Está presidida por Cristóbal Colón. El origen de esta plaza hay que buscarlo en la fundación del convento de las Madres Agustinas, del que toma su popular nombre. Si éste se construye a principios del s. XVI, se cree que la plaza se formó frente a su fachada en los primeros años de este siglo. El otro edificio que conformaría la identidad de esta céntrica plaza fue el Palacio de los duques de Medina Sidonia, erigido en los años 1656-57. También están otros edificios importantes, como el antiguo Hotel París (originario de 1907), subsede de la Diputación Provincial de Huelva, el Banco de España (de 1938), la casa del Millón (1916).
Era en su momento el principal centro de reunión de los vecinos, y en los planes de reforma urbana de finales del XIX y principios del XX se prestó especial atención para que fuera reformada como merecía. Alberga un quiosco de música, una fuente ornamental, y una caseta de información y turismo.
Edificio Hotel París
Fue un encargo de Antonio García Ramos al arquitecto Francisco Monís y Morales culminado en 1907. Con la tipología de casa de pisos propia de la época, Monís diseñó un edificio dividido en dos sectores independientes. El número 1 fue diseñado como edificio para viviendas y comercios mientras que el número 2 como hotel propiamente dicho. La fachada contiene elementos tanto clasicistas como modernistas, destacando el ladrillo visto y los azulejos, con un remate en el segundo edificio de cúpula esférica en tres cuartos.
Los avatares del tiempo hicieron que el edificio perdiera su funcionalidad como hotel, que a las últimas plantas del segundo edificio se le agregaran dos nuevas plantas muy desconexionadas y que el primero fuera demolido. En 2009 el Número 1 fue reconstruido en su totalidad, conservando únicamente del original la fachada y agregando dos plantas como las del edificio anexo. Desde 2009 hasta 2012 el primer edificio sirvió de centro de exposiciones de la Diputación Provincial de Huelva mientras que el segundo se encuentra destinado a locales comerciales.
Casa de la Bola
Es un edificio de inspiración modernista y regionalista, conjuga el ladrillo visto de la época con azulejos típicos y forjados de Thomas Morrison. Destaca su cúpula dorada, motivo por el cual ha sido denominado también «edificio de la bola», siendo un encargo de Antonio García Ramos al arquitecto Francisco Monís y Morales, que finalizó el proyecto en el año 1907. Con la tipología de casa de pisos propia de la época, Monís diseñó un edificio dividido en dos sectores independiente, una fisonomía que ha ido perdiendo con el tiempo, puesto que de su estado original prácticamente sólo conserva la fachada.
Casa del Millón.
La Casa del Millón fue construida en 1916 como vivienda de Juan Quintero Báez, alcalde de Huelva en dos periodos entre 1924 y 1931. Su diseño corrió a cargo de los arquitectos Gonzalo Aguado y José María Pérez Carasa. El sobrenombre popular se debe a la leyenda urbana de que el edificio había costado la por entonces desorbitada cifra de un millón de pesetas. Con una vistosa fachada en la que destacan las bellísimas esquinas, con balcones que sobresalen de la línea de construcción y remates torreados de gusto afrancesado, su aire se debate entre las soluciones clasicistas y la inspiración modernista modernistas y Art Nouveau. La fachada tiene varios miradores con los cierres de forja y cristal. Su interior se organiza en torno a una escalera que divide en dos espacios el recinto. Actualmente es la sede del Colegio de Arquitectos. Construido en 1916. Frente a él se encuentra el monumento al alcalde Mora Claros, de los años 20.
Monumento a Colón
se ubica en la Plaza de las Monjas, inaugurado en enero de 2011, obra de Elías Rodríguez Picón, es una escultura de bronce patinado de unos tres metros de altura y un pedestal de piedra de cuatro metros y medio. Muestra la imagen con la que tradicionalmente se recuerda al almirante, de pie con botas altas y espada a la cintura, portando una bandera de la Corona de Castilla en la mano izquierda y señalando con la mano derecha hacia el mar, a través de la calle Vázquez López. Cuelga en su cuello una medalla de la Virgen de la Cinta, patrona de Huelva. La bandera va rematada por una cruz parroquial que simboliza el papel de la iglesia católica en el proyecto colombino.
PALACIO MORA CLAROS
Palacio fue edificado por Moisés Serrano en el año 1912, para la familia de Antonio Mora Claros, siendo reformado como hoy la conocemos en 1919 por José María Pérez Carasa. Desde 1998, la casa acoge el Centro de Día ‘Mora Claros’, tras ser rehabilitada por el arquitecto Carlos Barranco Fernández de la Maza.
De estilo historicista y afrancesado en su torreón. En su fachada sobresale un torreón al estilo del Segundo Imperio francés, situado en el ángulo qué forma la esquina de las calles Mora Claros y Puerto. Los vanos del piso inferior se presentan enmarcados con molduras y ménsulas de decoración clásica en su parte superior, elementos que sustentan las balconadas del piso de arriba. Estos balcones presentan cierres acristalados de forja cuya decoración tiene inspiración renacentista. La puerta principal está marcada por una ancha montura con decoración renacentista de grutescos. El interior alterna el gusto clásico de las yeserías, con decoración de ménsulas y querubines, con elementos modernistas como las barandillas de forja con flores de cobre o la gran vidriera que separa en el vestíbulo del patio. Las cristaleras que ocupan una gran parte de lo que sería la zona noble del palacio llevan motivos vegetales, paisajísticos y de todas ellas destacan los vitrales alusivos al descubrimiento americano.
Asimismo, en el piso bajo y el primer piso, en zona de zócalo hay azulejos vidriados de decoración vegetal y animalística donde el color predominante es el azul añil, recuperando la tradición musulmana-andaluza. Una escalinata da acceso a la planta superior, muy luminosa gracias a una cúpula, nuevamente de cristal.
La antigua casa estaba dividida en dos zonas:
• Una zona noble: que constituía la vivienda de los condes.
• Otra de servicio: donde se ubica la actual galería, el patio y el garaje. Esta última es la que más ha cambiado actualmente. El arquitecto Carlos Barranco atendió a la necesidad de hacer más espacioso esta planta para el futuro Centro de Mayores que albergaría el edificio y la decisión fue hacer una parte nueva unida a la antigua, sobre lo que fue el patio, convertido ahora en una sala polivalente.
• Otra de servicio: donde se ubica la actual galería, el patio y el garaje. Esta última es la que más ha cambiado actualmente. El arquitecto Carlos Barranco atendió a la necesidad de hacer más espacioso esta planta para el futuro Centro de Mayores que albergaría el edificio y la decisión fue hacer una parte nueva unida a la antigua, sobre lo que fue el patio, convertido ahora en una sala polivalente.
AYUNTAMIENTO
Se encuentra en la Plaza de la Constitución. Es un edificio neoherreriano proyectado por Francisco Sedano Arce y Mateo Gaya en 1941. La dirección de sus obras de ejecución, que se alargaron hasta 1949, correspondió a Alejandro Herrero. El edificio fue levantado sobre parte del solar del antiguo Convento de San Francisco.
El edificio destaca por su severa horizontalidad, lograda gracias al equilibrio de las formas, preferentemente cúbicas, que se disponen simétricamente en la estructura. Presentan cubiertas de madera revestidas al exterior de pizarra y torres laterales, rematadas en chapiteles piramidales terminados en punta. También se utilizó en su construcción la piedra y el ladrillo; además se empleó el granito y el mármol en las piezas que tienen una mayor suntuosidad. En lo alto de este edificio también podemos apreciar un reloj construido en Miranda de Ebro. El patio central adopta la forma andaluza, con arquería sobre columnas de mármol en la planta baja y con balcones barrocos en la planta alta. En su silueta destacan las torretas situadas en ambas esquinas, de afilados chapiteles.
BARRIO OBRERO DE BARRIO REINA VICTORIA
Llamado así en honor a la Reina Victoria I de Inglaterra. El Barrio Obrero fue levantado tras firmarse la venta directa, el 14 de febrero de 1873, de las minas de Riotinto, pasando estas a manos británicas. Los arquitectos municipales Pérez Carasa y Aguado, supervisados y asesorados por R.M. Morgan, fueron los responsables de llevar a cabo el proyecto de viviendas del barrio donde se alojarían, posteriormente, todos los ciudadanos británicos llegados a Huelva para trabajar en las minas. Por supuesto, los detalles inspirados en la arquitectura británica, así como en la alemana e incluso la austríaca, convirtieron el barrio en un lugar, cuanto menos, singular. Declarado Bien de Interés Cultural en 1977.
Se empezó a edificar a partir del año 1916. Hoy en día es clásica la celebración de las Cruces de Mayo en la explanada principal, además de ser también el lugar en que se fundó la «Hermandad de la Victoria».
MUELLE DEL TINTO
Recibe también los nombres de Muelle o Cargadero de Mineral de la Compañía Riotinto; Muelle de mineral de la Compañía “The Río Tinto Company Limited”; Cargadero de mineral de Riotinto; Muelle de la Riotinto Company Limitd de Huelva, o popular pero erróneamente llamado “Muelle del Tinto”.
El Muelle de la Compañía Riotinto es uno de los hitos patrimoniales de la ciudad de Huelva. Desde su construcción en 1874 hasta su cierre en 1975, con sus cien años de historia, es una obra maestra de la ingeniería del último cuarto del siglo XIX.
En sesión del Consejo de administración de la Rio Tinto Company Limited reunida en Londres el 31 de marzo de 1873 bajo la presidencia de Mr. Matheson, se contrata como consultor de ferrocarriles a Sir George Barclay Bruce y como consultor de Ingeniería minera a Mr. David Forbes. Fue construido por la empresa John Dixon en la orilla izquierda del Odiel tras la renuncia, por falta de experiencia, de la Clark & Punchard Company. A primeros de septiembre de 1874 se inicia las obras". Sus diseñadores lo proyectaron siguiendo las directrices de la Escuela Eiffel. El puente se extiende a lo largo de 1,2 kilómetros, 500 metros de los cuales se adentran en el río Odiel. El muelle-embarcadero de Rio Tinto fue proyectado con pilotes de fundición y roscas helicoidales tipo Mitchell, con columnas de fundición y vigas de hierro forjado, con viguería y entablado de madera.
Se concibe para dar salida al mineral extraído en las minas del norte de la provincia de Huelva adquiridas por compañías extranjeras a mediados del siglo XIX. Suponía la finalización del complejo sistema ideado por los ingleses para transportar el mineral desde las minas hasta Huelva, a través del ferrocarril y culminando en el muelle que permitía la carga y descarga del material minero en los barcos atracados.
Se trataba de un "muelle de carga por gravedad". El sistema por gravedad consiste en disponer diferentes vías de entrada y salida de vagones, de forma que las de entrada sean ascendentes hasta un cénit desde el que descienden hasta el final del embarcadero. Finalmente, con un cambio agujas, los vagones vuelven por vías laterales que descienden. Por tanto, la descarga se hacía sin ningún sistema mecánico ya que los vagones se impulsaban por la gravedad.
El Muelle fue rehabilitado en 2007 para el uso y disfrute de los ciudadanos. Está declarado Bien Interés Cultural.
Casa más antigua de Huelva, en la calle Berdigón (actual Bar Berdigón, 14).
Data del siglo XV aproximadamente, siendo, incluso, anterior a la Iglesia de la Concepción. Se trata de una casa típica marinera que en su época se encontraba en primera línea de la marisma. En su interior destaca su singular escalera, desgastada por el paso de los años, que lleva hasta el doblado. Su restauración comenzó en el año 2003, a cargo de Francisco Suarez Vaz.
PAZA DE TOROS DE LA MERCED (1902)
Concebida en un claro estilo regionalista con toques neomudéjares. Tiene una capacidad en torno a los 7000 espectadores. En 1984 se produjo una gran renovación de la plaza pues se encontraba en total abandono, se conservó la fachada que hoy se puede observar.
Comandancia de Marina.
Edificio de los años 40, situado en la plaza de la Marina, frente al puerto en estilo neobarroco. Destaca sobre todo su torre en el centro del edificio, su portada con soportales y su llamativo color amarillo. En la misma plaza se encuentran dos esculturas; un ancla y la proa de un barco recordando a todos aquellos marineros que perdieron sus vidas en la mar.
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