La sierra del Buey tiene una
alineación Suroeste-Noreste y constituye el extremo oriental de la alineación
montañosa formada por las Sierras del Picarcho, Molar y Buey. Siendo su cima el
pico del Buey con sus 1.088 metros la segunda montaña más alta de Jumilla
después del Carche.
Se trata de un anticlinal de
largo desarrollo (unos 13 kilómetros) y una anchura de 1,5 kilómetros entre los
términos municipales de Jumilla y Tecla. En dirección este-oeste que presenta
mucha verticalidad tanto al norte como al sur, en la ladera sur se pueden ver
estratos casi verticales. En el área más oriental han instalado un parque
eólico. Su delimitación con los cultivos viene marcada por las líneas de nivel
de 700 a 800 metros según sectores, por lo que se hace un ascenso de casi 400
metros.
Está delimitada por dos amplias
cañadas como son la de la Jimena por el norte, dedicada sobre todo al cultivo
del olivo, y la del Ardal por el sur eminentemente vitícola y cerealista. En la
Hoya del Ardal se forman con frecuencia y tras enormes aguaceros de tormentas
veraniegas, lagunas de más de 1 kilómetro de longitud y 300-400 metros de
anchura, cuyas aguas han llegado a permanecer hasta 5 y 6 meses, de tal forma
que las siembras del cereal habían de atrasarse hasta marzo.
Tiene algunas grutas y cavidades
subterráneas: Cueva del Pino; Cueva del Cerrico del Oro.
Debido a su cercanía a la ciudad de Jumilla, la vegetación de la Sierra del Buey ha sufrido importantes alteraciones. El aprovechamiento de especies como la encina para la fabricación del carbón o la sabina como combustible en los hornos y la roturación de las áreas de menor pendiente para la plantación de cultivos tradicionales: vid, almendro y olivo, han sido las causas más importantes en la práctica desaparición de la vegetación potencial de esta sierra.
Debido a su cercanía a la ciudad de Jumilla, la vegetación de la Sierra del Buey ha sufrido importantes alteraciones. El aprovechamiento de especies como la encina para la fabricación del carbón o la sabina como combustible en los hornos y la roturación de las áreas de menor pendiente para la plantación de cultivos tradicionales: vid, almendro y olivo, han sido las causas más importantes en la práctica desaparición de la vegetación potencial de esta sierra.
Actualmente está cubierta por
matorral de esparto y tomillo, con algunos restos de encinar en la zona alta y
presencia decoscojas y madroños en la umbría. Paisaje en
el que destacan zonas con vegetación subestépica de gramíneas y anuales
(Hábitat Comunitario de Interés Prioritario) y pastos de superficies rocosas
(catalogado como Raro).Entre las especies de fauna destaca la existencia de una
colonia de Chova piquirroja (Pyrrhocoraxpyrrhocorax), rapaces rupícolas como el
Búho real (Bubo bubo), Halcón peregrino (Falco peregrinus), Águila real (Aquila
chrysaetos).
LA RUTA:
Una vez dejados los coches, se
coge una senda que poco a poco va ganando altura hasta llegar al paso de la
cadena o del cable. Una vez superado el paso aéreo, (se puede evitar tomando
una senda a la izquierda), la senda se encamina hacia el paso de la lagartija, se
trata de una pequeña chimenea inclinada entre unos pliegues rocosos fácil de
superar en la cresta que sube a la cima. Desde ahí la senda, se dirige hacia la
cumbre, se pasa antes por una cruz con una placa conmemorativa que un grupo de
amigos le ha puesto a su amigo Vedú que murió en 1973. Desde la cruz en nada
alcanzamos el vértice geodésico (1087 m) o madama que es el nombre local que se
le da al punto más alto del monte. La bajada la hacemos por la cresta en
dirección hacia Jumilla siguiendo los hitos, pues ya no están las marcas de PR
que nos han acompañado en la subida, también se podría bajar por el Barranco
del Madroñal. Se deja la cresta justo al inicio de un canchal de piedras
después de pasar un pequeño collado apenas perceptible en la cresta. Este
collado baja rápidamente hacia el llamado paso de la Zorra, hay que estar muy
atento a los hitos pues es fácil perderlos, y el acceso al paso de la zorra, no
está visible ni es fácil, existiendo una pequeña destrepada. El paso es un
agujero excavado en la roca, posiblemente hecho por pastores o recolectores de
esparto que permite colarse por él hacia una vaguadilla entre dos lajas. Al
llegar abajo, se coge la senda de inicio que nos llevará nuevamente a los
coches..
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