jueves, 28 de julio de 2016

FABRICANDO BASTONES DE ALMEZ

El almez (mermez, yatanero, lledoner, llidoner), Celtisaustralis, es un árbol originario de la región mediterránea. En la Península es frecuente en el Este y Sur. Es una especie caducifolia típica de áreas de clima templado. Muy tolerante con la sequía y la contaminación. Puede vivir hasta 600 años y alcanzar los 30 metros de altura. El fruto es comestible con forma redonda y del tamaño de un guisante. Florece en primavera y fructifica en otoño. Se le llama también árbol de bienvenida y por ello se suele plantar a la entrada de las casas.
Su madera es muy blanda, por lo que se pueden hacer diversas formas con ella, por lo que ha sido tradicionalmente utilizada para la fabricación de aperos de labranza y mangos de herramientas.
Para su fabricación al almez no se le deja que se haga árbol, por lo que es cortado a una altura de unos cincuenta centímetros, de ese corte todos los años van naciendo nuevas ramas que se van guiando bien para hacer horcas, o para palos para hacer bastones o mangos.Las ramas han de medir al menos 1 metro de longitud y de entre 3 a 3,5 cm de grosor, ha de ser lo más recta posible y con el menor número de nudos o ramas laterales.  El momento óptimo para la tala es entre diciembre y febrero con la luna en cuarto menguante, pues es cuando contienen el menor contenido en savia, que al ser rica en nutrientes es apetecible para insectos como la carcoma y hongos como los mohos, que pueden estropear la madera. Lo ideal sería talar durante la noche, justo antes de que amanezca, para evitar que la luminosidad del día active la savia. Para eliminar la savia restante, una costumbre ancestral de la gente del campo es sumergir en agua los troncos y varas recién cortados, antes de trabajarlos. La presión del agua expulsaría la savia contenida en los vasos de la madera. Una vez cortadas se guardan en cámaras frescas y húmedas, para mantenerlas verdes y manejables durante el resto del año.
Para poder moldearla hay que calentarla. Una vez que se ha calentado con el soplete y la hormapara pelarla, que es quitarle la corteza, y dejar la madera blanca.
Antes de que se enfríe la madera se endereza y se le va dando la forma adecuada al bastón que se quiere fabricar.
Después de esto se lijan o cepillan las piezas obtenidas, para dejarlas finas, y que se puedan utilizar sin dañar las manos.
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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