jueves, 3 de julio de 2014

REAL CONVENTO DE SANTO DOMINGO DE VALENCIA (II)


La Iglesia de Santo Domingo, Capilla de San Vicente o Parroquia Castrense.
La iglesia está dedicada a San Vicente Ferrer, el 17 de noviembre de 1772 se puso la primera piedra y se bendijo el 22 de abril de 1781 es de estilo neoclasico sobre planos del escultor José Puchol Rubio. La dirección de las obras fueron llevadas por Puchol Rubio aunque las obras fueron firmadas por antonio Gilabert. La parte escultórica corrió de cuenta de José Puchol Rubio mientras que la pictórica le fue encargada a José Vergara Gimeno.
Tiene una sola nave de seis tramos con crucero, cúpula con tambor sobre pechinas y linterna. Las bóvedas son de medio punto con lunetos pintados al fresco y el cimborrio es cilindrico. El presbiterio de planta oval. La iglesia está decorada con columnas coríntias, pilastras y zócalos todos ellos de mármol de distintos colores procedentes de diversos puntos del Reino de Valencia.
A los pies de la iglesia un órgano barroco construido entre 1765 y 1775, a cuyos pies se halla un apostolado de metal de moderna ejecución. 
En este lugar existe un lienzo realizado por Evaristo Muñoz en 1730 representando la Aparición de San Pedro y San Pablo a Santo Domingo de Guzmán.
En el Altar Mayor encontramos un retablo de inspiración barroca.
Este se alza sobre un banco cuyo frontal se decora con tres medallones en bajorrelieve de alabastro con atributos alusivos a las virtudes cardinales (Prudencia, Justicia, Templanza y Fortaleza). Flanqueando el retablo dos esculturas de bulto redondo de la Castidad (lado del evangelio) y la Religión (lado de la epístola) realizadas por Jose Puchol. Sobre el banco se alza el cuerpo principal del retablo formado por una hornacina central flanqueada por cuatro columnas en dos planos de profundidad con capiteles corintios dorados. En la hornacina se alza una talla policromada y dorada de San Vicente Ferrer con dos de sus atributos: un libro entreabierto y una azucena.
El cielo del presbiterio se cubre con una bóveda de cuarto de esfera y se halla pintada por pinturas al fresco de José Vergara Gimeno, representa la Apoteosis Celestial de San Vicente Ferrer.
El crucero que precede al presbiterio se cubre con cúpula semicircular con tambor y linterna. Bajo ella dos cuadros de Vicente Salvador Gómez (1637-1680). Las pinturas al fresco de la cúpula y de las pechinas en que se apoya, forman un complejo, complicado y estimable conjunto pictórico obra de José Vergara Gimeno. En cada una de las pechinas figuran talladas dos esculturas de estuco obras de Francisco Alberola y sobre ellas en un óvalo un fresco alusivo a la vida de San Vicente, guardando entre ellas, pinturas y estuco relación simbólica. Este programa iconológico debió ser realizado por alguna persona culta, tal vez un monje del propio monasterio, conocedora de la simbología del programa iconológico de la Iglesia de los Santos Juanes que siguen una estructura similar y del tratado “Iconología” escrito en 1593 por Cesare Ripa (1555-1622) con una relación alfabética de emblemas, símbolos y alegorías de la iglesia católica.
La cúpula interiormente se divide en ocho registros verticales y tres horizontales separadas por molduras de estuco que completan un total de veinticuatro casetones. Hay que hacer notar la similitud decorativa de esta cúpula con la cúpula de la Basílica de San Pedro en Roma con la que tiene ciertas similitudes. 
La capilla se reabrió al culto de la feligresía en 1843 después de la Desamortización de Mendízabal y en 1878 pasó a ser parroquia castrense que hasta entonces prestaba la Iglesia de San Juan del Hospital. 


Claustro Mayor.
Iniciado a principios del siglo XIV a iniciativa de don Pedro Boil, de estilo gótico, es de planta cuadrada (34 metros por lado) tiene seis arcos apuntados en cada lado, menos en el del lado norte que tiene cinco, en el centro tiene un pequeño jardín, en cuyo centro existe un brocal de pozo de estilo gótico; el maestro Sala, cronista del convento indica que en 1597 se hizo la cisterna, con soporte de hierro forjado, de donde pende la necesaria polea. El pozo actual procede de una donación realizada al convento por el Museo de Bellas Artes
En su lado este a diferencia del resto las arquerías presentan parteluces y tracerías gótico-flamígeras, floridas y trilobuladas. Las bóvedas son de crucería con plementería de ladrillo; los nervios apoyan en ménsulas historiadas.
Sobre el claustro gótico se levanta un segundo piso formado por numerosos arcos dispuestos entre pilastras clásicas y rematado por una cornisa soportada por elaboradas ménsulas. Este segundo claustro (siglo XVII) es obra de Francisco Padilla, realizado en ladrillo con arquerías de medio punto
Posee numerosas capillas (cada una con el escudo de la familia que ejercía su patronazgo sobre la misma, como los Català de Valeriola, los Borja, Juan Civera, los Pujades, los Ribera, los Barro, los Anglesola o los Boil de la Scala), a excepción del lado norte al ser el contrafuerte de la desaparecida iglesia. En el lado oeste actualmente solo hay arcos tapiados de lo que fueron las capillas, al ser destruidas para levantar la actual Capilla de San Vicente a finales del siglo XVIII 
























 Claustro de la Palmera. 
De planta cuadrada, fue realizado en el siglo XVIII en ladrillo vista de color rojo. Se compone de dos pisos, el bajo formado por arcos de medio punto que apoyan en pilares, mientras que el piso alto es utilizado como dependencias administrativas militares y se resuelve mediante ventanas y balcones. En origen sólo disponía de dos alas, la norte y la sur. A finales del siglo XX se construyeron las alas oeste y este siguiendo el mismo esquema arquitectónico que las otras dos.
En el suelo del claustro encontramos un bloque de piedra con los emblemas de la Orden Dominica, de la Capitanía General de Valencia y el escudo usado por el rey Pedro el Ceremonioso.








 

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