La
fiesta de Sant Antoni, a Vilanova, tiene una estructura redonda, empieza y
acaba en un mismo punto, cuando se cogen y se dejan las varas. Cada 10 años le
toca a una calle hacerse cargo de organizar y llevar adelante la fiesta.
Desde primera hora de la mañana se reparte las aliagas por las calles del pueblo en tractores, para preparar la matxàDespués de comer se realiza el bureo en la calle de los Mayorales
mientras se empiezan a preparar los caballos que participaran en la Matxà
Posteriormente las autoridades civiles y religiosas inauguran oficialmente la fiesta
Acto seguido se enciende la hoguera en el polideportivo, seguida de un breve castillo de fuegos artificiales
Tras la cena se procede a vestir a los caballos o matxos, de la siguiente manera: primero se le pone una manta y encima de esta el “sobrellom” que es una clase de silla dónde podrá sentarse el jinete, luego encima de este el tapete, que es una manta bordada y que se decora con motivos vegetales. Normalmente el tapete acaba en una especie de fleco que alarga todavía más su forma. El cabestre es, tras el tapete, la pieza de vestir que más trabajo da. Esta formado por piezas de tela y flores que lo adornan.
Tras
cena y ya vestidos los caballos, los mayorales y toda la gente se reúne al
Planet para recoger el guión del Santo y comenzar
la “matxà, y se bendice los animales para que Sant Antoni
los libre de todos los males. Y al final se da el Santo a la persona encargada
quien dice con voz alta:
-Viva Sant Antoni! Y la gente contesta: - ¡Viva!. Empiezan a voltear las campanas
y todos van saltando las hogueras por todo el puebloy finalmente se prenden las primeras aliagas, dando comienzo la matxà...
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