Esta joya arquitectónica del gótico, de
planta cuadrada, con bóveda de crucería en forma de estrella y paredes lisas de
piedra labrada, fue
mandada construir por el obispo don Vidal de Blanes como edificio exento a los pies del templo, entre
1356 y 1369, con función de Aula Capitular y sepulcro de prelados, y desde
finales del siglo XV quedó unido a la Catedral. Destaca en su interior el
antiguo frontispicio gótico del trascoro, trasladado aquí en 1777, y los
notabilísimos relieves renacentistas en alabastro, que enmarcan el altar donde
se venera la sagrada reliquia del Santo Cáliz, al que la tradición y la Iglesia
señalan como el de la Santa Cena.
El tesoro
más importante que alberga esta Sala, y de donde recibe el nombre, es sin duda
alguna, el Santo Cáliz, donado o mejor dicho entregado por el rey Alfonso el
Magnanimo en pago de las deudas contraidas con el Cabildo catedralicio. El
Santo Caliz fue trasladado a esta sala en el año 1916, ya que hasta esta fecha
la reliquia no estaba expuesta al culto, encontrandose en la sala de reliquias
de la Cátedral
PUERTA DE ENTRADA DESDE LA CATEDRAL
PASILLO DE ACCESO AL AULA CAPITULAR
Cuando en el siglo XV se prolongaron las naves para
alcanzar el campanario y la sala capitular, el arquitecto Pere Compte (autor también de la Lonja de
Valencia), edificó en 1496
el pasillo de acceso al aula antigua.
La PUERTA DE ENTRADA tiene una portada
gótica labrada por Pere Balaguer en 1424.
A un lado del pasillo se ve, entre otros, el monumento funerario del obispo Vidal de Planes,
constructor del aula capitular y la Adoración de los pastores, pintura al
fresco (1472) de
Francesco Pagano de Neapoli y Paolo de San Leocadio, de la sala capitular, pasada a lienzo,
que fue la prueba para su decoración de la capilla mayor.
La capilla mide 13 metros de lado por 16 de altura, y se cubre con una elevada
bóveda de crucería nervada en forma de estrella cuyos nervios se prolongan
hasta descansar sobre unas ménsulas policromadas. En las claves de la bóveda
están los doce Apóstoles, y, en la clave central, la coronación de la Virgen en
el cielo después de la Asunción, misterio titular de esta Catedral
RETABLO GÓTICO, realizado en alabastro entre 1441 y 1446 que preside la sala y que no es,
sino el excepcional trascoro de la catedral que se colocó aquí en 1777, al ser
sustituido este por otro neoclásico hoy desaparecido. En este marco destacan los doce
relieves del florentino Giuliano Poggibonsi
(discípulo de Ghiberti, Puertas del Paraíso, Florencia), que son
una de las primeras obras del renacimiento en España. Las escenas inferiores
corresponden al Antiguo Testamento, mientras que las superiores corresponden al
Nuevo Testamento. De los doce relieves, seis estan tallados personalmente por
Julià, mientras que los seis restantes estan tallados por colaboradores del
florentino.
En la
parte superior del arco central podemos encontrar las imagenes góticas
policromadas de la Virgen con el Niño (centro) flanqueada por Santa Elena o
Santa Isabel de Portugal y al otro lado por San Luis de Francia. Estas imagenes
son añadidos posteriores a la mazoneria del retablo
En los muros se
pueden ver la Adoración de los Reyes, pintura al fresco por Nicolás Florentino (1472),
y frente al
Altar Mayor, se hallan colgados dos grandes trozos de gruesas
CADENAS. Son las que antaño cerraban el puerto de Marsella y que el 19 de noviembre
del año 1423 rompió la nave de Romeu de Corbera, al frente de las demás
galeras, para atacar aquella base naval de la casa de Anjou, rival de Alfonso V
el Magnanimo, que dirigia el combate. El trofeo fue traido a Valencia y donado
por el propio rey a la catedral
El tesoro
más importante que alberga esta Sala, y de donde recibe el nombre, es sin duda
alguna, el SANTO CÁLIZ, donado o mejor dicho entregado por el rey Alfonso el
Magnanimo en pago de las deudas contraidas con el Cabildo catedralicio. El
Santo Caliz fue trasladado a esta sala en el año 1916, ya que hasta esta fecha
la reliquia no estaba expuesta al culto, encontrandose en la sala de reliquias
de la Cátedral. La
sagrada joya esta formada por un verdadero vaso o copa de piedra, ágata
oriental o calcedonia veteada, de la variedad llamada cornalina, de color rojo
oscuro. Su diámetro es aproximadamente de diez centímetros y su altura de
siete. La superficie exterior e interior es lisa. La base es pequeña, de forma
circular. Datada en el siglo I.El pie de
la copa está constituido por una naveta en posición invertida, también de
calcedonia, muy traslucida, ribeteada en oro. La unión entre el pie y la copa
la forman en vástago prismático de oro, trabajado con primorosa decoración, así
como las dos asas. La montura, de fina orfebreria, está engarzada con valiosas
perlas y esmeraldas. Tanto el pie como las asas, fueron montadas en tiempos
medievales
En el
muro de la derecha el magnifico PULPITO GÓTICO DE PIEDRA, desde el cual San
Vicente Ferrer explicaba su cátedra de teología
Detalle de la PUERTA GÓTICA, bellamente tallada, que conduce al Museo de la Catedral
ÓRGANO
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