viernes, 13 de octubre de 2023

RECREACIÓN DE El 'CRIT DEL PALLETER'

El 23 de mayo de 1808, un labrador que vendía pajuelas para hacer fuego alzó la voz al grito de:

 

"Jo, Vicent Doménech, un pobre palleter, li declare la guerra a Napoleó. ¡Visca Ferran VII i mort als traïdors!"

 

para expresar lo que sentía una multitud de valencianos reunidos en la entonces plaza de les Panses (hoy de la Compañía), entre la Lonja y la iglesia de la Compañía.La conversación quedó recogida en «Sucesos de Valencia desde el día 23 de mayo hasta el 28 de junio del año 1808»

Fue entonces cuando la ciudad inició la Guerra de la Independencia, que a nivel nacional tiene su referente en el 2 de mayo y en los fusilamientos de un día después retratados por Goya.

 

Fue el 23 de mayo de 1807 cuando llegan a Valencia las primeras noticias del tratado de Fontainebleau, en el que se reflejanlas capitulaciones de Bayona. En esta ciudad, Napoleón convoca a Fernando VII y a su padre Carlos IV, quienes ceden los derechos dinásticos del trono de España a José I Bonaparte, hermano de Napoleón y conocido popularmente como Pepe Botella.

 

La historia cuenta que en la placeta de les Panses, junto a la iglesia de la Compañía, varias veces a la semana llegaba el correo y la prensa desde Madrid, y allí se reunía la gente para leer en común la gaceta. El ambiente ya estaba tenso, de hecho, ya se habían creado algunas "escuadras secretas" formadas por burgueses valencianos como Beltrán de Lis o Vicente Moreno para combatir el avance francés, y llegando días antes algunos párrocos a invitar en sus sermones al pueblo a defender su tierra frente al francés, como fue el caso del padre Rico en la pedanía de Beniferri.

Días antes se podían leer pasquines por toda la ciudad con el siguiente texto:

La valenciana arrogancia

siempre ha tenido por punto

no olvidarse de Sagunto

y acordarse de Numancia.

Franceses idos a Francia,

dexadnos en nuestra ley,

que en tocando a Dios y al Rey,

a nuestras casas y hogares,

todos somos militares,

y formamos una grey.

 

El día 23, la multitud se congregaba en la citada plaza. Al llegar la prensa se comenzó a leer en voz alta, y tras saberse que el rey había abdicado en favor del francés, todos los presentes callaron, durante unos minutos nadie decía una palabra. Al poco, alguien gritó «VIVA FERNANDO VII». Al momento cundió un gran alboroto y la muchedumbre comenzó a recorrer las calles gritando el nombre de Fernando VII.

Por las calles un enorme vocerío proclamaba, «Viva Fernando VII, muera Napoleón». La situación llevó al Capitán General a llamar a la casa de la Audiencia (hoy Palacio de la Generalitat) a algunos notables de la ciudad y allí convocar Acuerdo.

Ese día, los miembros de la Real Audiencia de Valencia deliberan en el actual Palau de la Generalitat qué camino tomar ante la exaltación del pueblo. En ese momento, las nuevas que llegan allende las fronteras hacen reaccionar a los ciudadanos que, ante la inoperancia del poder civil, deciden tomar cartas en el asunto. Un grupo de valencianos se dirige a la Ciudadela para coger armas pero, ante la imposibilidad de hacerse con ellas, se encaminan a la Casa del Pueblo, en la actual plaza de Manises. Allí designan al Padre Juan Rico para negociar con el Conde de la Conquista. Pero los resultados de las conversaciones no satisfacen al pueblo y hacen reaccionar a Vicent Doménech.Fajín a modo de estandarte El palleter rasga su faja de estambre en pequeños trozos para que sirva de escarapela (adorno compuesto por cintas de diferentes colores), pone el trozo de mayor tamaño en el extremo de una caña, coge una estampa de la Virgen de los Desamparados y un retrato del rey, que estaban repartiendo por la plaza, y lo levanta a modo de estandarte. Dirige entonces sus pasos hacia la plaza de les Panses, hasta donde le sigue la multitud. Vicent Doménech se encamina a un estanco próximo a la plaza donde se vende papel moneda y coge unos sellos que acaban de llegar con la figura del mariscal francés Murat, al mano de las tropas francesas en España. Con ellos en la mano, sube unas escaleras y los rompe en mil pedazos, lanzando al viento su popular grito.

 

"Jo, Vicent Doménech, un pobre palleter, li declare la guerra a Napoleó. ¡Visca Ferran VII i mort als traïdors!"

 

Sus compañeros hacen añicos todo el papel sellado, lo arrojan al suelo y lo pisotean con desprecio, borrando de este modo la nota mandada poner por el Consejo de Castilla, que decía:” Valga para el gobierno del Lugar-Teniente General del Reyno”.

La rebelión popular fuerza unos acuerdos en los que el poder declara la guerra a Napoleón, reconoce como rey a Fernando VII, ordena la creación de cuerpos de ejército con voluntarios y el reclutamiento forzoso de soldados para formar tropas. En Valencia, se formaron 16 cuerpos de ejército, que defendieron la ciudad en los ataques de las tropas francesas.

 

Tras el levantamiento del pueblo valenciano, simbolizado en El Palleter, contra la orden dada por el gobierno de Madrid de reconocer por rey de España a José Bonaparte, y forzado por la iniciativa popular, tras varios intentos de emitir un comunicado que no molestara a los franceses, el Acuerdo declaró de facto la guerra a Napoleón el mismo 23 de mayo de 1808 y proclamó en bando rey de España e Indias a Fernando VII, así como el alistamiento.

La ciudad de Valencia fue de las últimas en caer en manos francesas, en el cae en enero de 1812, tras los asedios de 1808, 1810 y 1811, resistiendo hasta casi el final de la guerra y rechazando al ejército francés en las dos previas.

Todo lo resume un soldado francés, Pierre Doubon, en carta a un hermano: «Hemos atacado Valencia y cuando nosotros esperábamos mollese nos hemos encontrado una resistencia sin igual. No hay en el mundo villa fuerte, castillo sin fortaleza que haya defensa más activa ni más opiniatre (obstinada). Los valencianos se han defendido con honor y se han batido con una heroicidad sin par. Un establo es mi tumba…»

Vicente Doménech según algunas fuentes, fue ajusticiado antes de terminar la guerra. Doménech, fue un huertano nacido en Paiporta en 1783, que a los ocho años se trasladó al barrio de Patraix con unos familiares y que tenía 25 años cuando ocurrieron los hechos. De él no consta que se tuviese descendencia alguna ni que estuviese casado. Su indumentaria consistía en un traje de huertano o de «saragüell», con una faja roja en la cintura. Su trabajo consistía en vender pajuelas inflamables (oficio que daría nombre a su apodo).

 

Esculturas

De Vicente Domenech, llamado «El Palleter», existen tres figuras repartidas por la ciudad de Valencia, siendo la más conocida la situada en los jardines de Guillem de Castro junto a las Torres de Quart. Esta fue realizada en bronce hacia 1900 por el escultor Emilio Calandín Calandín (1870-1919), sobre un basamento de piedra. El original, en yeso, y de menor tamaño, está en el Convento de Santo Domingo de Valencia, existiendo otra copia de ésta en el jardín de la zona de exposiciones temporales del Museo de Bellas Artes.La escultura original fue presentada a la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1901, y premiada junto a obras de Mariano Benlliure y de Joaquín Sorolla.

 

Cuadro

El cuadro de “El Grito de Palleter” esun óleo sobre lienzo, de 152 x 202 cm., es una obra temprana de Sorolla y fue pintado en el año 1884 para concursar a la pensión de pintura en Roma que otorgaba la Diputación de Valencia. La pintura de historia era la que imponía los criterios académicos de entonces, y Sorolla, aunque pocos años más tarde sería el principal abanderado contra este género, cuando en su juventud lo practicó, rompió los criterios establecidos y empezó a demostrar sus dotes de gran maestro. Respecto a cuadros históricos poco anteriores (como, por ejemplo, el Dos de mayo, actualmente en el museo Balanguer de Villanova i La Geltrú), es posible observar aquí un carácter menos teatral de los personajes.

Por el color blanco se llena de matices en las ropas de los campesinos valencianos y estalla una especie de óvalo que señala el contorno de la mesa dispuesta en torno al Palleter, organizando sus luces y sus sombras.

La escena tuvo carácter obligatorio para todos los concursantes y representa uno de los momentos del grito patriótico de 1808: la arenga lanza por Vicente Domènech.






































 

No hay comentarios:

Publicar un comentario