La Piedra de la Rosa es el resultado de una combinación de procesos que se iniciaron al enfriarse la colada de lava formando esta singular estructura pétrea. Cuando la lava se está solidificando su masa se contrae y se agrieta, por lo que al quedar expuestas las rocas a la intemperie, tienden a fracturarse, y en algunas ocasiones adoptan formas características. En unos casos se forman “bolas” por descamación, en otros al romperse las rocas en prismas hexagonales se originan “los órganos”. Si las grietas son radiales se favorece el desprendimiento de grandes “pétalos de piedra” formándose las “rosas”
El Teide es
un edificio volcánico de tipo estratovolcán y se encuentra asentado sobre una
antigua y gigantesca depresión calderiforme configurada por dos semicalderas,
separadas entre sí por los Roques de García. El Teide culmina en el Pilón de
Azúcar. La caldera, conocida por Las Cañadas. Todo este conjunto geológico
deriva de una gran estructura volcánica, denominada Edificio Cañadas, que
conformaba primigeniamente el sector central de Tenerife. Dicho edificio, de
enorme complejidad estructural, se desarrolló en altura durante milenios debido
al apilamiento de gran cantidad de coladas de lava y capas de piroclastos, los
cuales fueron originados en múltiples erupciones sucedidas durante 3,5 millones
de años, en donde a lo largo de este periodo han alternado fases de
construcción y destrucción. Hay dos hechos geológicos clave referidos al
Edificio Cañadas y a la depresión o caldera. Por una parte, la desaparición de
la porción más elevada del Edificio, cuya estructura interna queda expuesta en
la pared del Circo, y la consiguiente formación de la citada depresión. De
otra, la existencia del complejo volcánico Teide - Pico Viejo, un estratovolcán
que se desarrolló dentro de la caldera, rellenándola parcialmente en fechas
posteriores a la formación de la citada depresión. El Pico Viejo o Montaña
Chahorra (3.135 m) es la segunda montaña más alta de Tenerife y de
Canarias.
La génesis
del Circo de Las Cañadas aceptada hoy en día confirma la hipótesis mantenida
por el geólogo y geógrafo tinerfeño Telesforo Bravo desde 1962, en contra de la
opinión científica de su época: tanto Las Cañadas del Teide como los valles de
la Orotava y Güímar son depresiones formadas por grandes deslizamientos
gravitacionales, de más de 100 Km cúbicos, de una parte de la isla. Las
dataciones efectuadas sitúan el episodio del valle de Güimar hace 0,8 millones
de años, el del valle de la Orotava hace 0,5 y el de Las Cañadas hace 0,17
millones de años.
Por lo tanto, la destrucción parcial del Edificio Cañadas se debió a un súbito proceso de deslizamiento gravitacional de una gran parte del antiguo edificio volcánico hacia el norte de la isla. En dicho suceso, ocurrido hace 170.000 años, desaparecieron de forma casi instantánea más de 100 km3 de la zona de cumbres de la isla.
Esta teoría del deslizamiento en masa se corrobora al descubrirse en 1995, en los fondos marinos del norte de Tenerife, grandes depósitos de materiales submarinos o depósitos de avalancha provenientes del primigenio Edificio Cañadas.
Por lo tanto, la destrucción parcial del Edificio Cañadas se debió a un súbito proceso de deslizamiento gravitacional de una gran parte del antiguo edificio volcánico hacia el norte de la isla. En dicho suceso, ocurrido hace 170.000 años, desaparecieron de forma casi instantánea más de 100 km3 de la zona de cumbres de la isla.
Esta teoría del deslizamiento en masa se corrobora al descubrirse en 1995, en los fondos marinos del norte de Tenerife, grandes depósitos de materiales submarinos o depósitos de avalancha provenientes del primigenio Edificio Cañadas.
El circo de
Las Cañadas es una de las mayores calderas del mundo. Tiene forma elíptica, con
16 km. de eje mayor, 10 km de eje menor y 45 km de perímetro; de este último,
la parte actualmente visible abarca unos 23 km, ya que la pared norte fue
enterrada por erupciones posteriores, parte de las cuales han formado el Teide, cuyas lavas llegan hasta la
base del escarpe.
Las lavas
procedentes de las distintas erupciones han rellenado extensas superficies de
la antigua caldera con materiales volcánicos de todo tipo, con lo que se ha
dado forma a un espectacular paisaje de aspecto caótico. Las coladas de lava
forman a veces campos de escoria llamados malpaíses, otras caen ladera abajo o
asoman sobre volcanes más antiguos formando lenguas, y otras se disgregan en
enormes bloques, como en el caso del Valle de las Piedras Arrancadas
Lagarto tizón (Gallotia galloti) |
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