sábado, 10 de agosto de 2013

ERMITA DELS BENISSANTS ABDÓ Y SENENT. Muntanyeta dels Sants. Sueca



La ermita dedicada als Benissants Abdón y Senén que protegen contra las granizadas y pedriscos se encuentra en la Muntanyeta dels Sants, que a pesar de ser la mayor -y única- elevación del término municipal de Sueca sólo levanta 17 metros de altura, aislada en medio de la gran llanura arrocera que se extiende entre la Albufera y Sueca, y punto que, según la sabiduría popular, más atrae a las tormentas. Dista unos 5 km de la población.

Durante la dominación musulmana hubo aquí un palacio o finca de recreo, de la que nada ha quedado salvo el recuerdo en la tradición oral. Tras la reconquista el lugar era conocido como Cabeç de Na Molins y la Orden Hospitalaria, señores del territorio, edificaron una pequeña ermita. La primera piedra de lo que sería el edificio actual se colocó en 1610, durando la obra 3 años; después sufriría numerosas restauraciones y ampliaciones entre los siglos XVII y XIX, y más recientemente otra en 1966. La devoción de los suecanos por estos santos viene de muy antiguo, y son copatrones de la población junto con el Crist de l'Hospitalet y la Mare de Déu de Sales.

La ermita -que se conserva en perfecto estado después de recientes intervenciones- constituye un claro ejemplo del gótico valenciano llamado 'de Reconquista', caracterizado por ser templos pequeños, de nave única cubierta con armazón de madera casi siempre a doble vertiente. Presenta dos partes bien diferenciadas: la ermita propiamente dicha y la vivienda del ermitaño. La fachada tiene pórtico techado a dos aguas con las vigas a la vista y tres arcos ojivales; frente a ella una plazuela en la que se levanta sobre un pedestal una cruz de hierro conduce a la casa del santero, que recuerda a una típica alquería valenciana. En la fachada de la misma existen varios retablitos y un reloj de sol, destacando sobre el dintel de la puerta la siguiente inscripción (sic): 'Se hiso en el año 1818'. El interior, con planta y baja y piso, se ha habilitado como pequeño museo local, incluyendo una cocina típica con sus llamativos azulejos.

La puerta de entrada a la ermita es de tablas de madera, y sobre ella hay un bello retablo cerámico representando a los santos. El frontispicio está rematado por espadaña con campana y veleta. El interior es de una sola nave, con cinco tramos (dos de ellos de menor anchura) y coro alto con barandilla de hierro a los pies, iluminado por cuatro ventanas ovales en los laterales y dos más pequeñas en el coro. Pueden verse varias inscripciones que hacen referencia a las distintas restauraciones, siendo la más antigua de 1613, y algunos interesantes retablos en las paredes. En el presbiterio elevado por escalones se alza un templete exento de escayola, en total disonancia con el estilo gótico, bajo cuya cúpula se veneran las imágenes de los santos, siempre llevando espigas de arroz, posteriores a 1939, salvo la cabeza de Abdón que es el único fragmento que se conserva de la primitiva talla. En la sacristía se conserva una importante colección de Gozos.


































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