viernes, 9 de diciembre de 2016

COTO DE LAS CANTERAS O LA PETRA ANDALUZA, SEVILLA

El Coto de las Canteras se encuentra en la localidad sevillana de Osuna, cuyo origen se remonta hasta hace unos tres mil años, cuando los turdetanos habitan la ciudad de Urso, (nombre que hace referencia a la abundancia de osos en la zona). En el año 44-43 a. C., cumpliendo una previsión anterior de Julio César, fue refundada por Marco Antonio con veteranos de las últimas guerras civiles, dándole el estatuto de colonia de ciudadanos romanos y el nombre oficial de Colonia Genetiva Iulia, también documentado en algunas inscripciones, instalándose un campamento de una legión romana. Se conserva, aunque incompleta, su ley colonial fundacional, una importante inscripción de bronce en varias tablas, conocida como Lex Ursonensis (aunque el nombre "Urso" no aparece en ella ni una vez), que se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid. Un siglo más tarde, Plinio el Viejo la cita como Colonia Genetiva Urbanorum Urso.
Durante el periodo de dominación musulmana se denominó Oxona, siendo conquistada en 1239 por los ejércitos castellanos de Fernando III de Castilla. En 1264 fue entregada a la Orden de Calatrava, que creó la Encomienda de Osuna. Por su situación estratégica, se convirtió en un punto crucial para la defensa de la línea fronteriza con el reino nazarí de Granada. En el siglo XV, los caballeros de calatrava cedieron la ciudad de Osuna a Pedro Téllez de Girón, cuyos descendientes recibieron el título de Duques de Osuna durante el reinado de Felipe II.
Osuna conoce su momento de mayor esplendor a mediados del siglo XVI con la figura de Juan Téllez Girón, IV conde de Ureña, nacido en Osuna hacia 1494. Se trata de un personaje, a caballo entre el medievo y el Renacimiento. A lo largo de treinta creó en la ciudad de Osuna el mayor y más deslumbrante conjunto monumental del renacimiento sevillano, con la construcción de trece iglesias y conventos, un hospital, la Universidad, la Colegiata y el Sepulcro ducal, que lo convierten en el mecenas más importante de su época.
Del Coto de las Canteras se ha ido extrayendo sillar desde los primeros pobladores (turdetanos) en el siglo V a.C. hasta el último sillarero (Andrés Benítez) en los años 60. La diferencia respecto a otras canteras de la zona, es quedebido a la dureza de una amplia capa de roca que rompía las herramientas, las espiochas, hizo que los sillareros a partir del siglo XVIII continuaran las excavaciones por debajo de dicha capa de suelo, que ahora hace las veces de techo, creando una cavidad de 27 metros de altura, que actualmente es utilizada como auditorio y salón de bodas entre otras actividades. En su interior encontramos una temperatura constante de 22º de forma natural.
Lo más destacable son las esculturas realizadas por el escultor local Francisco Valdivia, que realizó a partir de 2004. Los elementos decorativos representan a la primera población que trabajó la piedra, las esculturas fueron realizadastras un estudio de las originales, mediante el uso de bocetos y fotografías las llevo a cabo a semejanza, salvo la leona que para adaptarla a una pieza piramidal la representó sentada, siendo su original tumbada, representan (un escudo de Osuna, dos guerreros tocando unas trompas a imagen y semejanza de unos encontrados en unas placas que aparecieron en la localidad; animales, como un león íbero), el relieve interior es el único que no copia ningún original porque está dedicado a los propietarios actuales Jesús Ramos y Francis Lobo. En las paredes podemos ver también las marcas de los canteros en las piedras. La actividad también se desarrolla actualmente en el exterior a menor escala.























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