Aracena se
encuentra en la provincia de Huelva, Andalucía. El término municipal
tiene una extensión de 184'8 km2, estando situado a 682 msnm. dentro
del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche, espacio que
geológicamente corresponde a la unidad surportuguesa-onubense de Sierra
Morena.
Historia
Los primeros
asentamientos humanos que se conocen datan de la época prehistórica. Hay restos
arqueológicos en la Cueva de la Mora en la aldea de la Umbría que datan de la
Edad de Bronce, III Milenio. La riqueza de minerales de la zona ha propiciado
diversos asentamientos, como el del poblado del Castañuelo en el que se
distinguen dos culturas diferentes, una perteneciente a la Edad del Bronce (II
milenio a.C.) y otra a la Edad del Hierro (mediados del I Milenio a.C), con
restos de un poblado que se asocia al período iniciado a partir del siglo V a.
C., en el que pueblos meseteños de origen celta se establecieron en la Sierra
de Aracena
Asimismo, las
explotaciones mineras fueron el motivo de los asentamientos romanos desde
el siglo I a.C, creando pequeños núcleos agropecuarios que sustentaban el
asentamiento y que serían probablemente el origen de Aracena y de varias
poblaciones de la zona. Implantación de raigambre romana fue entre otros el
Monte de San Miguel.
De la época
islámica data la primera fortaleza sobre cuyos restos se erigió el
Castillo de Aracena. En la Iglesia del Castillo destaca la torre almohade. En
torno a ésta edificación se fue erigiendo el caserío de la población, dando
origen al actual paisaje urbano de la ciudad de Aracena.
Esta fortificación en el período almohade, pasó a depender del reino taifa de Niebla en la primera mitad del siglo XIII.
Esta fortificación en el período almohade, pasó a depender del reino taifa de Niebla en la primera mitad del siglo XIII.
La conquista
cristiana llevada a cabo por el Rey portugués Sancho II a mediados
del siglo XIII, quiso convertir la comarca serrana en parte del Alto
Algarve. La intervención de Fernando III el Santo y de su hijo Alfonso X el
Sabio decantó que Aracena pasará a formar parte del reino de Sevilla en 1255
como tierra realenga de Castilla. El denominado "Conflicto del
Algarve" se solucionará por sucesivos tratados en los que se fijan las
fronteras, adscribiéndose toda la Sierra de Huelva al reino de Sevilla como
tierra de realengo. A finales del siglo XIII el rey Sancho IV comienza la
repoblación de esta zona con astur-leoneses y gallegos, y manda construir una
fortaleza en el cerro, como enclave defensivo frente al vecino reino de
Portugal, siendo encomendada su defensa a la orden de Santiago, aunque la
leyenda y la tradición fuertemente arraigada defiende la presencia en la zona
de la misteriosa orden de los Templarios.
Durante el siglo XIV
se crea el Real Priorato. En el siglo XV se produce la primera gran expansión
demográfica y gracias a ella la población crece por las faldas del castillo. Se
reparte por nada menos que treinta aldeas, muchas de las cuales se emanciparían
en los siglos posteriores. En estos momentos la ciudad adquiere gran
relevancia; se constituye en la capital de la Sierra, con centro desarrollado
en torno a la Plaza Alta, y en una de las principales del reino de Sevilla. En
1641, el municipio pasa a depender del Conde-Duque de Olivares, y en el siglo
XVIII del Conde de Altamira, quien se intitula Príncipe de Aracena.
Figuras destacadas de
la época fueron el humanista Benito Arias Montano, quien fundó en Aracena una
cátedra de Latinidad en 1597, foco de cultura hasta finales del siglo XIX, y
Sor Maria de la Trinidad, mística y poetisa, fundadora del Convento de Jesús,
María y José en 1671.
En 1833 se crea la
provincia de Huelva y Aracena es segregada de Sevilla. Fue el primer marqués,
Javier Sánchez Dalp, el personaje más representativo de la época y el
responsable de un periodo de impulso en la regeneración de la ciudad. Artífice
de iniciativas tan dispares como la apertura de la Gruta de las Maravillas, la
instauración de la romería en la Peña de Alájar y la construcción de numerosos
edificios, entre ellos buena parte de los que llevan la firma del conocido
arquitecto Aníbal González.
En 1956, Aracena fue
declarada ciudad de interés turístico y en la actualidad gran parte de su casco
urbano está protegido por un Plan Especial.
En 2006, Aracena fue galardonada como Municipio Turístico de Andalucía, siendo
la primera localidad onubense poseedora de este reconocimiento.
El centro histórico
de Aracena fue declarado Bien de Interés Cultural el 30 de
julio de 1991
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