viernes, 2 de octubre de 2015

PASEANDO POR TIERRA Y MAR POR EL CABO DE GATA (I): CABO DE GATA Y ARRECIFE DE LAS SIRENAS


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Es un parque de origen volcánico y el espacio protegido marítimo-terrestre de mayor superficie y relevancia ecológica de todo el Mar Mediterráneo Occidental europeo. El Parque Natural de Cabo de Gata fue declarado el 27 de enero de 1988, con una extensión de 38.000 has, a las que hay que sumar una franja marina de una milla de anchura (12.000 has),, lo que lo hace el mayor espacio protegido del litoral Mediterráneo.
La sierra forma calas de gran belleza que dan lugar a los cincuenta kilómetros de costa acantilada mejor conservada del mediterráneo europeo. Se suceden playas urbanas como la de San José y Aguamarga; magníficas playas naturales comoMónsul y Los Genoveses; recónditas y casi inaccesibles calas como Carnaje y de Enmedio; espectaculares acantilados volcánicos y arrecifes como Punta de los Muertos y Mesa de Roldán. Es posible reconocer excelentes ejemplos de formaciones dunares, tanto fósiles, de arenas blancas y grises –San Felipe de los Escullos o Las Amoladeras-, como en movimiento, que originan flechas litorales que cierran albuferas interiores y crean paisajes tan atractivos como las salinas del Cabo de Gata, un espacio humanizado excepcional para las aves.
Fauna y flora
El Cabo de Gata-Níjar llega a albergar más de mil especies exclusivas de flora, lo que pone de manifiesto su singularidad botánica. En la árida llanura podemos encontrar poblaciones de acebuche, palmito y cornical, que escalan las abruptas laderas volcánicas, densas formaciones de esparto y romero, que tapizan las llanuras, azufeifo, un espino de profundas raíces que favorece la estabilización de las dunas, y una sobresaliente población de aves esteparias, como alcaravanes y cogujadas, que conviven con rapaces y la víbora hocicuda.
Pero, con seguridad, los enclaves más sobresalientes de este espacio natural son los fondos marinos formados por extensas praderas de posidonia oceánica, auténticos bosques sumergidos en los que vive gran variedad de fauna; junto con las Salinas de Cabo de Gata, un lugar excepcional para la reproducción, invernada y trasiego migratorio de la avifauna acuática. Éste último acoge una especie tan emblemática como el flamenco rosa, así como numerosas limícolas. Otros espacios de interés son la cercana albufera de Rambla Morales, donde es posible observar más de ochenta especies de aves, o el monumento natural de la Isla de San Andrés, frente a las playas de Carboneras.
Cabo de gata
Ptolomeo se refiere al cabo de Gata como CharidemouAcra, que significa «promontorio de las cornalinas». Con posterioridad, Aviano, en su Ora maritima se refiere a él como IugumVeneris (Cabo de Venus), en referencia a la diosa de origen tartesio que los romanos identificaron con Afrodita. Para venerarla levantaron un templo en el Cerro de la Testa.

La abundancia de ágatas en el terreno, que había dado lugar al nombre fenicio, hizo retomarlo durante la Edad Media, siendo conocido como Cabo de las Ágatas. Por contracción fonética, acabó imponiéndose el que es empleado en la actualidad. Otra posibilidad que se baraja es que el término provenga de una palabra latina adoptada por los árabes; de capita (leído "cápita"), pasaría al árabe como qabta por síncopa de la i, lo que habría resultado en un topónimo cuya traducción literal sería un pleonasmo: «el cabo de Cabo».
Faro del cabo de Gata
Una vez nos encontremos junto al faro de Cabo de Gata ya podemos decir que hemos estado donde termina el sur oriental de la península, porque este faro, y el mirador de las Sirenas que está a su lado, fueron construidos en el morrón del cabo, el punto geográfico exacto donde se emplaza el cabo, ya conocido en época de griegos y fenicios y utilizado durante toda la historia como punto de referencia para navegantes. El faro que hay hoy en día es de construcción relativamente moderna, en 1863 se construyó el faro y ya en el siglo XX el resto de dependencias que lo completan. Se edificó sobre las ruinas del castillo de San Francisco de Paula, que formaba parte de la batería de defensa marítima existente en la costa almeriense y que fue destruido durante la Guerra de la Independencia. Construido sobre un acantilado de 50 metros y con una altura de torre de 18 metros, los destellos del faro son visibles a 30 millas de distancia, unos 45 kilómetros, complementado por una sirena acústica que los días de espesa niebla se activa avisando a los barcos de su presencia. El faro fue construido como aviso a navegantes de la presencia de la peligrosa Laja del Cabo, este arrecife que se encuentra a una milla marítima dentro del mar frente al faro es el causante de numerosos naufragios durante toda la historia. El pecio más visitado por los submarinistas es el del buque checoslovaco Arna, que naufragó en 1928 al chocar contra la Laja del Cabo, y que antaño había transportado mineral de hierro y hoy día es refugio para peces y entretenimiento para buceadores.
Arrecife de las Sirenas
Este arrecife que se puede observar desde el mirador de las sirenas, junto al faro de Cabo de Gata, es una de las vistas más emblemáticas y fotografiadas del Parque. Está situado en el punto geográfico exacto del cabo de Gata, por tanto es la parte más oriental del sur de España. Seguramente el lugar debe su nombre a la presencia de focas monje que habitaban este arrecife y que los antiguos navegantes podían confundir con sirenas, actualmente ya no hay presencia de estos mamíferos en la costa de Cabo de Gata.
Las formaciones del arrecife que se elevan por encima del nivel del agua son antiguas chimeneas volcánicas, y que deben su color oscuro al material volcado por ellas. Desde lo alto del mirador se pueden observar los escarpados acantilados de la zona y en el fondo, el agua que rodea el arrecife, es como un cristal que nos permite observar el mosaico del fondo marino coloreando el mar de turquesas, verdes y todas las tonalidades de azul.
Se puede acceder al arrecife a través de una pequeña bajada y al llegar allí encontraremos una visión fantástica. En la entrada encontramos un tramo de guías para embarcaciones oxidado y posiblemente en desuso, girando a la derecha y tras superar algunas formaciones rocosas medianas llegamos a una pequeña cala
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Cabo de Gata
 

 
 
 
 
 
 
 

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